Lies of Love | Wangxian Omegaverse

Capitulo 4

Intento abrir mis ojos en el momento que siento que recupere la conciencia lo suficiente, percibiendo el frio piso bajo mi cuerpo, y las gotas secas de sudor por todo mi rostro, intento levantarme sintiendo el punzante dolor en mi espalda y piernas incluso algunas gotas de sangre aun fresca ruedan por mis extremidades recordándome que tendré que limpiar el piso en unas horas.

Una vez de pie logro llegar a mi habitación, definitivamente hoy no fue mi día, lo único positivo de este asqueroso día fue conocer a lan Zhan. Miro la hora son pasadas las 3 de la mañana, dudo mucho poder ir a la escuela mañana. No, debo ir, no puedo darme el lujo de faltar de nuevo. Suspirando y reprimiendo gemidos de dolor quito mi ropa y entro al baño a tomar una ducha.

Por mas que quisiera que el agua caliente me relajara esta vez hace todo lo contrario tensando mis músculos al sentir como ardían las heridas abiertas incluyendo las heridas de mis muñecas. No tardo, aunque me fuerzo a dejar caer el agua para limpiar las heridas, saliendo de el pequeño cuarto de baño tomo los únicos regalos que ese maldito alfa me ha hecho en su vida, un botiquín que renueva cada 15 días y maquillaje para que pueda curar y esconder mis heridas. Esta de mas decir que lo hace para que la policía no lo encuentre, no realmente por que yo le importe.

Después de aplicar el ungüento, con mucho trabajo vendo las heridas pasando la tela blanca por todo mi pecho y espalda, también sobre mis hombros y en las piernas. Poso mi vista en las heridas y cicatrices de mis muñecas, suspirando también aplico ungüento y coloco los calentadores para cubrirlas. Luego de vestirme me siento en el pequeño tocador de madera, observando mi reflejo, varios golpes cubren mi rostro, mi labio roto y mi ojo morado hacen ver mi cara hinchada, y de primera mano se que aplicar y retirar el maquillaje será doloroso, pero aun así me fuerzo a hacerlo, no puedo ir a la escuela con los golpes simplemente levantaría sospechas y me iría peor.

Una vez listo me quedad 20 min para la hora de entrada al colegio, no tuve tiempo para dormir y aun me falta limpiar la sangre del piso de abajo. Aun con dolor me levanto un mareo invade mi cabeza y cierro mis ojos buscando recuperarme mas rápido, no se cuento tiempo me quedo sosteniéndome de la barandilla de la escalera esperando a que pasara le fiesta que se estaba desarrollando en la mitad de mi cerebro, pero el sonido de mi celular me hace volver a abrirlos para ver la pantalla.

Un mensaje de buenos días de Jiang cheng.

Vuelvo a suspirar sosteniendo mi cabeza la único que necesito es salir de esta e ir a un parque a dibujar para poder olvidar un poco lo que paso ayer, no es que sea algo nuevo pero es imposible acostumbrarse a esta asquerosa vida.

Ignoro el mensaje y sigo mi camino para limpiar la sangre, lo cual no me toma mucho tiempo, pero aun así voy tarde para ir al colegio.

Genial.

Luego de tomar mi mochila que sigue tirada en el mismo lugar donde ese alfa la tiro solo unas horas antes para pasarla con cuidado por mi hombro intentando no lastimarme, una vez cumplí esta misión salgo de la casa con la misma esperanza que tengo cada vez que salgo. No volver, y aunque se que es imposible a menos que me muera, no puedo evitar tener una pequeña semilla que todavía lo espera.

Llego a la escuela cuando ya han pasado 15 minutos de la hora establecida, pero aun así el portero me deja pasar y la profesora de ciencias naturales resulta extremadamente amable para dejarme entrar, aun así veo que el único sitio disponible es atrás del omega que no para de hablar, y diagonal al alfa de ojos dorados. Resignado camino hacia ese lugar tomando asiento para que la profesora pudiera continuar sus clases.

Nada extraordinario paso durante la clase, excepto claro por que Huaisang paso toda la clase hablando con lan zhan e intentando que yo me uniera a la conversación, que parecía no ser notada por la profesora, claro esto antes de que la profesora dejara trabajo en grupo y como no, ellos dos antes que pudiera decir algo ya tenían sus puestos rodeando el mío.