♤Capitulo trece; no lo puedo permitir♤
Toda mi cabeza dio pequeñas vueltas cuando Sargas aterrizó a unas cien millas del reino, el frío estaba calando mis huesos a pesar de la cantidad de telas sobre lo cuerpo. Tire la espada a la tierra para luego bajar de Sargas de manera rápida callendo de rodillas al suelo, agradecí a tener está especie de pantalón por que o si no se me hubiese echo más complicado todo
La noche estaba bastante helada y el cielo estaba totalmente oscuro, como si de la nada todas las estrellas hubieran sido cubiertas por las nubes tratando de ocultarse de lo que pasaba aquí abajo
Sargas, ¿Estas bien?- dije preocupada colocandome frente a el, su cabeza tocó el suelo y soltó un sonoro suspiro mientras cerraba los ojos haciendome sonreír con ternura al verlo, lleve mi mano a su cabeza y la acaricie como si de un cachorro se tratase- Me alegro mucho- festejede manera baja con una sonrisa
El sólo se quedó quieto, suspire algo agotada mientras mi corazón regresaba a su ritmo normal permitiéndome apreciar a lleno como el frío de la noche era extremadamente alto, tanto que podía matar de hipotermia a algún vagabundo sin telas para cubrir su cuerpo, una nube de vapor sale de mis labios cuando solté un suspiro, me deje caer a la tierra colocando mis piernas a cada lado de mi cintura
Un silencio sepulcral nos rodeo sin esfuerzo, silencio que fue interrumpido por un aullido lastimero de un lobo entre los árboles haciendo eco entre estos
Mi piel se erizo de manera rápida asustandome, me lancé a el arma que estaba detrás de mi y la tome del manco a la espada mientras miraba a todos lados, así como Sargas elevó su cabeza para luego cubrirme un poco con su ala. Mis dientes tiritaban por el frío de la noche mientras apretaba con fuerza el manco de la espada para no perder la poca fuerza que me quedaba
Mi corazón otra ves empezó a golpear fuerte contra mi pecho de lo nerviosa que estaba
Es mejor que salgamos de aquí. Nada es seguro- alegue bajo a Sargas, este volteo a verme un poco de soslayo luego se levantó de la tierra poco a poco sin dejar de verme a mi mientras yo bailaba mi mirada a todo el oscuro bosque que nos rodeaba
Cuando estuvo totalmente de pie me levanté también teniendo en alto el arma de mis manos por si ocurría algo, no sabía hacer mucho pero al menos me serviría para sobrevivir unos minutos, Sargas bajo su ala al suelo un poco permitiéndome así subir a el. Amarre el arma a mi cintura a como lo había echo momentos atrás y me subí a su espalda con cuidado de no dañarlo
Una ves arriba subí la capucha a mi cabeza cubriendo así mi cabello dorado bajo la tela negra de esta, otro aullido se escuchó junto con varios gruñidos alertandonos otra ves a ambos, flechas empezaron a salir desde los árboles, lo supe por el brillo del metal contrastado con el poco brillo de la luna que se había expuesto esos segundos
Los árboles eran tan frondosos y todo estaba tan oscuro que fueron sólo sombras las que divisaron mis ojos lanzarnos de esas flechas
SAL DE AQUÍ, SARGAS- grite exaltada aferrandome a su lomo, este no lo dudo ni dos veces cuando ya estaba moviendo sus alas de manera violenta creando fuertes corrientes de aire tumbando a las personas que nos lanzaban flechas y regresando a ellos las que habían lanzado antes. Cuando este se elevo la espada se solto de mi cintura calendo a la tierra- bermudas- me queje molesta pero no le dije a Sargas que se regresara al saber estabamos en peligro en ese lugar, este se elevo lo suficientemente alto y fue cuando divise a un guardia con arco y flecha sobre un caballo
Mi cabello golpeo mi cara con fuerza por el viento causado con las aleteadas de Sargas, mi mirada estaba fija en mi espada en el suelo, el corcel de la persona que nos ataco dejo de lanzarnos flechas cuando estas ya no nos alcanzaban, se detubo al lado de mi arma y se bajo del corcel para luego recogerla, no me quede a ver mas cuando le ordene a Sargas que se fuera de ahi
Tenia cierto recelo ante ese guardia, me parecia familiar, pero no le puse mas atencion por que mi cabeza empezo a dar vueltas con las ordenes que estaban dado mis padres a los guardias del reino
¿Por que los estan capturando?- musite entre dientes colocando mi pecho contra el lomo de Sargas para no caerme de el, la capa y la tela de lo que quedaba de lo que simulaba una media falda se movía con fervor por el viento que habia arriba
Suspire, tenia que conseguir otra espada del arsenal de los guerreros pero eso se me complicaría mas al tener prohibido ir a esos lados por cuestiones de "que soy una princesa"
Luego de cierto vuelo en el aire Sargas aterrizo, estabamos entre demasiados arboles asi que era bastante dudoso que nos encontraran. Cuando baje de el suspire pesado, mis huesos ya dolían por el frio y mis dientes seguían tiritando, frote mis brazos con mis propias manos intentando darme calor
No es seguro que estés por aqui asi...- murmure, con cada palabra que salia de mi boca se hacia una pequeña nube de vapor saliendo de mi boca, este me cubrió con su ala para proporcionarme calor, le sonrei un poco agradecida
_Podria meterlo al castillo_ pense tratando de buscar una solución _Pero si lo hago no tendra libertad, tampoco podria conseguir su alimento a como es debido..._ pase mis manos por mi rostro frustrada, estaba por amanecer en unas tres horas y necesitaba encontrar una solución rapida si queria proteger a Sargas
Sal del reino y sus al rededores...- dije mirandolo, este me miro mal como si estuviera diciendo el peor disparate que existía ahora- solo asi podrás protegerte, ven en unos dias. Intentare detener la caza a ustedes para que cuando regreses no tengas problemas de ningun tipo...- le dije seria y decidida, este meneo su cabeza de lado a lado en forma de negación- no es una pregunta Sargas, no permitire que algo te ocurra, prometo solucionar esto rapido...- alegue con seguridad, este suspiro pesado
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La Bestia De La Princesa
ФэнтезиEn un reino lejano apartado de la civilización "mundana" se encuentra el reino de LOARRE este lugar como todos tenia sus historias y leyendas místicas que hacian atractivo dicho lugar La futura reina de ese lugar, la princesa Atanea cada dia soporta...