Before our Debut | Jinsu

Parte 10

-Min Yoongi deja de trabajar y hazme caso.

Seokjin entra al estudio de Yoongi como si fuera su casa, demandando la atención del rapero mientras esté trabajaba en su próximo proyecto con una artista a la que le había dado una de sus canciones.

El rapero lo ignora por su puesto, Seokjin sabe que ha estado estresado, con todo y trabajar hasta las horas del día, Seokjin ha estado durmiendo solo casi todas las noches, Yoongi es así a veces, así que ya estaba acostumbrado, pero no le gusta que trabaje demasiado cuando necesita descansar y relajarse, ya es necesario.

-Yoongi-ah.

-¿Mm?

Seokjin no se sorprende de que haya estado dormido todo este tiempo frente a la computadora, los ojos de Yoongi apenas son pequeñas rayas y lo miran de reojo. Varias tazas de café en su escritorio y hojas de papel lo hacen lucir desordenado.

-Vamos, tienes que descansar.

-No puedo, estoy estancado.

-Min Yoongi...

Seokjin casi no utiliza su poder de hyung sobre él, casi, pero piensa que ahora debe hacerlo para que Yoongi lo obedezca.

Y siempre han sido iguales, la diferencia de edad no es mucha, pero Yoongi lo ha relacionado siempre con ser su único hyung en el grupo.

-No me digas así.

-¿Así como?

Yoongi se queda callado unos segundos, Seokjin sigue al pie de la puerta y cruza los brazos.

-Min Yoongi.

Seokjin se confunde un poco ante eso, cruza el espacio para ir hacía Yoongi quien ya no sigue con su mirada en él.

-Ese es tu nombre- le dice y lo levanta de la silla para guiarlo a sentarse sobre sus piernas, en el sillón, Yoongi sobre su regazo y el menor se vuelve gelatina en sus brazos.

-No.

Seokjin tiene que reírse ante eso, Yoongi parece un niño mimado cada que está solo con él, le parece adorable la forma en que Yoongi mantiene su posición de hyung con los cinco chicos con los que han vivido la mitad de su vida, pero con Seokjin...

-Soy Min baby.

Está seguro que las mejillas de Yoongi son de un dulce color rosa ahora mismo, avergonzado con él por quererse sentir cuidado por Seokjin, con quién ha empezado a vivir desde hace unos meses, en esta casa a la que pueden llamar solo de ellos dos.

Aquí ya no deben mantenerse discretos con otras personas caminando por ahí, aquí Yoongi puede amar a Seokjin como se le plazca, y Seokjin lo disfruta cada momento.

-¿Si?- Seokjin sonríe contra su oreja y su voz grave hace estremecer a Yoongi encima de él, pero no sé despega, no quiere dejar el calor del cuerpo de Seokjin contra el suyo -. ¿te gusta que te llamen bebé?

Yoongi no contesta, demasiado avergonzado para hacerlo, pero aunque Seokjin le ha dicho miles de veces que no le diga así, Yoongi sigue llamándolo con el honorífico.

-Hyungie...

Seokjin no tiene la fuerza para corregirlo, él también ha caído con fuerza en los términos de su amante, Seokjin quiere dejar de pensar demasiado y solo hacer que Yoongi descanse y se sienta bien, como antes, cuando tenían demasiadas obligaciones como para niños de su edad y él y Seokjin solían explorar sus más profundos deseos con el otro.

Seokjin lo recuesta en el sillón, lo voltea y Yoongi parece descansar en su estómago después de estar sentado durante horas, Seokjin masajea sus caderas y espalda baja.