A lo largo de sus meses de relación con Deku conoció a una chica bastante... Peculiar.Una chica con una reputación un tanto dudosa, a su parecer.
Una chica a la que todos le miraban con ojos un lujuriosos, otros con asco y otros con admiración e incluso celos.De ella sólo oía rumores, fantasias y críticas... Nunca algo positivo, nada bueno, nada que resalte positivamente de ella.
Él, por su parte, no prestó mucha atención a aquellos rumores, no al principio.
Uraraka Ochako.
Una chica alegre, hiperactiva y de muy buen cuerpo.
Perfecta físicamente a los ojos de cualquiera.
Todos desearían tener sexo con ella.Al principio se sintió amenazado por ella cuando se le acercaba más de la cuenta a Izuku.
Pensaba que le quitaría el novio o que tenía segundas intenciones con él, ninguna de las dos eran de su agrado.
Juraba que sentía algo por Deku.Se dejó llevar por los chismes, por los rumores que contaban algunos en los pasillos de la escuela.
Llegó a despreciarla por ser una ofrecida con su novio, con todos, como decían algunos.Algunas chicas rumoraban que les había quitado el novio con un sola mirada, que se distraían y sus parejas ya estaban babeando detrás de la castaña.
Creyó cada cosa que escuchaba en los pasillo y aulas de la escuela.Pero...
Aquel día su manera de ver las cosas de manera inesperada
Sólo el sabía que sucedió aquel día, y no es para menos, Ochako le pidió que nadie supiera, que fuera un secreto entre ellos dos.
Le rogó para que lo mantuviera en secreto, y no era tan hijo de puta para contarle a todos.•
•
•Katsuki iba vagando en los pasillos del lugar, sus clases habían terminado hace casi una hora pero seguía allí esperando a que su novio terminara las prácticas del equipo de basquétbol.
Era usual, esperaba una hora después de la salida para poder irse a su hogar con su pareja.
El solo vagaba por allí, se sentaba a leer, comer o jugar en su celular para hacer más corta la espera.
En este caso decidió caminarNo faltaba mucho para que terminara la práctica así que decidió dar una vuelta por el patio para tomar un poco de aire fresco.
Mientras caminaba escucho las voces de dos personas.
Se asomó en una esquina y allí vio a un chico peliazul, del equipo de basquétbol y a Ochako.— B-Bueno, te cité aquí porque quería decirte que... ¡Me gu-gustas desde hace mucho tiempo! — dijo la castaña, sus mejillas y orejas estaban en todos rojizos.
Que tontería, una confesión de amor
Estaba por irse hasta que escuchó una burlesca risa, sabía que la gruesa voz era del peliazul.
La respuesta solo había incomodado a la chica.— ¿Qué te gusto, dices? — Sonrió con evidente burla — Claro, ¿qué quieres? ¿Sexo? ¿Quieres agregarme a tu lista de chicos con los que te haz acostado? — Siseó con asco.
La castaña solo bajó la mirada, sus ojos cristalizados en lágrimas dejaban ver que estaba realmente decepcionada por la respuesta
— Sabes bien que no miento en decirte que me gustas... ¿Por qué eres así a pesar de que te he demostrado que los rumores son falsos? — Dejó caer las lágrimas de sus marrones ojos — ¡Que ni siquiera he tenido mi primera vez con alguien! ¿¡Por qué me dices todo esto luego de hacerme ilusiones!? — Gritó levantando la mirada hacía el chico, dejando ver sus ojos llenos de rabia, decepción y tristeza.
El peliazul golpeó con un dedo la frente de la de menor estatura, sin dejar de sonreír burlesco.
— ¿Ilusiones? Yo no te ilusioné, nunca te dije que quería algo contigo. Lo único que quería era sexo, para comprobar si eras tan buena en la cama como todos dicen, Uraraka. Eso era lo que quería — se dió media vuelta, dándole la espalda a la chica que seguía derramando lágrimas y sonrojada por la reciente burla. — Jamás tendría algo más allá de sexo contigo, me da asco el solo pensar en cuántas veces haz sido utilizada al gusto de otro. Me repugna pensar el número de manos que te han tocado, de labios que te han besado —
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Cartas para Deku - DekuKatsu [Editada]
FanfictionMidoriya Izuku ha estado recibiendo cartas en ánimo desde hace unos meses. Todos los días hay una nueva esperando dentro de su casillero.No le ha dicho a nadie sobre esto y prefiere guardar las cartas con recelo -Lindo. - Soltó en un suspiro admiran...