SISTEMA DE DEFENSA

8. Por qué no demostrar amor?

El heredero de los Saotome se encontraba fuera del Dojo Tendo esperando a que su prometida saliera y debes forma ir a cenar, estaba batallando con sus nervios y sus pensamientos negativos... Y si al final no viene?, Qué tal si solo acepto para deshacerse de mí?. Debía admitir que a veces se torturaba a si mismo... Flores!!! Por qué no compró flores?! Agh, estaba claro que su angustia terminaría por ahogarlo

- Ranma... -

El azabache reaccionó al escuchar su nombre, sintió nervios y volteó - Akane... -

La menor de las hermanas Tendo, lucía una vestido largo de color azul marino con detalles dorados en los bordes, combinado con suéter ligero del mismo color, zapatos de charol negros y un lindo maquillaje natural que sin duda resaltaba la tierna mirada de Akane

- Te ves... - Pronunció Ranma con un leve rubor acercandose a la menor con cuidado -

- Te ves hermosa, Akane, no es hermosa mi niña Saotome? - Habló Soun con lágrimas desbordándose de sus ojos haciendo que los chicos se separaran avergonzados y ruborizados -

- Ya lo creo, hacen una pareja muy linda además - contestó Genma con una sonrisa -

- Es cierto, hasta su ropa se complementa - mencionó Kasumi observando que la camisa de Ranma era del mismo color que el vestido de Akane -

- Sin duda son un par de estrellas muy brillantes esta noche - Comentó Nabiki mientras comía sus papas fritas -

- Solo espero que está noche no tengan inconvenientes - Continuo Kasumi, pues sabía los problemas que normalmente causaban las prometidas del joven y los pretendientes de su hermana menor -

- Por supuesto, no pueden ir solos, debemos asegurarnos que su cita sea perfecta - exclamó Soun con una mirada cómplice - Yo y Saotome los cuidaremos para que su cita sea la más romántica y finalmente se decidan a casarse y cuidar del Dojo -

Eso puso incómodos a los jóvenes, quienes se miraron con disconformidad, y sabiendo lo que les esperaba preferirían cancelar su cita, el joven de la trenza estaba a punto de hablar cuando dos mazos cayeron en las cabezas de los padres de la pareja respectivamente, estampandolos contra el piso - Uy, que pena... Bueno, ya que están indispuestos yo me encargaré de acompañar a los chicos, volveremos en una hora -

- Tía Jing, vayan con mucho cuidado - expreso Kasumi con su calma de siempre - En está epoca a veces hay neblina, estén atentos -

- Gracias querida, vamos chicos, no queremos que se haga tarde -

Ambos jóvenes sentían un alivio notable, la mayor se quedó justo detrás de ellos a menos de un metro de distancia, para Ranma y Akane sin duda era algo nuevo, normalmente sus padres siempre estaban presionandolos para aceptar la responsabilidad de casarse, pero ahora se sentían tan tranquilos que incluso Ranma pensaba en tomar de la mano a su prometida, por supuesto, Jing lo noto y sonrió ante la timidez del azabache

- Chicos, se que es algo vergonzoso que los cuide, pero si quieren tomarse de la mano no estoy en contra de esa clase de contacto, además estoy segura que Ranma no es la clase de chico que se sobrepasaría - mencionó con tranquilidad haciendo que ambos chicos se ruborizaran -

No era la primera vez que ambos tomaban sus manos, pero siempre que el chico lo intentaba, los nervios de como respondería su prometida le causaba angustia, y está vez no era la excepción. El chico sentía como si su brazo se entumiera cada vez que intentaba tomar la mano de Akane, ella no tardó en notarlo, y en vez de tomar su mano se aferró a su brazo con cuidado

El chico de la trenza se sorprendió al instante, y desviando la mirada, en su rostro quedó marcado una sonrisa boba, sin importa cuánto peleará con la menor de las Tendo, en el fondo sabía que no existía alguien mejor para que fuese su prometida y futura esposa

- Por cierto chicos, donde será su cita? - Preguntó Jing -

- No lo sé, Akane, has decidido dónde cenar? - Cuestionó el chico de la trenza sin inmutarse, realmente estaba disfrutando ese momento -

- La verdad quisiera un okonoyomaki, hace tiempo que no comemos fuera - comentó Akane recordando el sabor del platillo -

- Al Ucchan entonces - Dijo Ranma con calma tomando una de las manos de la Akane y afianzando su agarre -

Cuando estaban llegando al restaurante, Ranma sintió un escalofrío pasar por su cuerpo, se dirigían al Ucchan, el restaurante de Ukyo, otra de sus "supuestas prometidas", aunque ella y Akane se llevaban relativamente bien pero con la tía Jing aquí, cómo sobreviviría a esto?

Entrar al Ucchan fue algo difícil, pero el chico de la trenza soltó un leve suspiro cuando noto que la chica de la espátula no se encontraba por ningún lado, en si lugar, Konatsu los atendió una vez que tomaron una mesa

- Hey Saotome y su prometida, que bueno verlos - comentó amablemente Konatsu -

- Lo mismo digo - Habló Ranma con una sonrisa -

- Ukyo debe estar haciendo muchas platillos, normalmente ella toma nuestra orden - Pronunció Akane con ligera preocupación -

- No, Ukyo tuvo que salir de urgencia, ese chico... Ryoga, se volvió a perder, por suerte tenía el número del restaurante -

- Ryoga nunca cambia - dijo Akane -

- Entonces, qué les sirvo? - cambio de tema el castaño -

- Dos okonoyomakis, por favor - expresó Ranma con confianza, Akane seguía tomando su brazo así que está vez, verdaderamente parecían una pareja -

- Enseguida, por lo que veo será una orden especial y usted? -

- Lo mismo que los chicos, gracias - comentó Jing con tranquilidad, disfrutando la calma que le transmitía la pareja -

- Que lío con Ryoga - dijo Akane divertida -

- No me sorprende, después de todo se perdió cuando fue nuestro primer combate, recuerdas? -

- Es cierto, jajaja solo tenía que doblar la esquina -

Ambos reían y la pasaban bien, así debían ser las citas. La mayor solo se limitaba a observar con una sonrisa como ambos corazones estaban destinados