I

144 15 1
                                    

Capítulo 6

PRESENTE

CHARLIE

Becca era un significado importante en mi vida de sinónimos de inspiración, felicidad y desenvoltura máxima ante todo lo que era en su momento. Ella era una revolución literal en mi vida. Con su fuerza, con su positividad, todo era diferente y era todo menos difícil. A su lado me sentía un hombre lleno de vida. Con ganas de comerme el mundo y poder brindarle todo lo que ella merecía. Ella era el amor en persona. Lo aseguro y reafirmo las veces que fueran necesarias.

• • •

PASADO

Y por si fuera poco, al lado de Becca pude retomar mis actividades de otra manera y con menos exigimiento. Había parado de golpe todo lo que construí por compromiso. Entendí que no era necesario forzarme a algo que no me hacía bien.

Pasaron nueve meses desde que Becca y yo comenzamos a encontrarnos con un amor intenso. Entre nosotros todo había cambiando y nuestra relación era un ids y vuelta para bien. Los días pasaban y a su lado podía entender que mi vida se volvió mejor desde que ella aceptó adentrarse y congeniarse conmigo.

(...)

Hoy es la fiesta de Sebastian. Cumple años. Nos hemos vuelto muy cercanos, todo sucedió por Richard. Por cierto, él ha sido perdonado y ha regresado a trabajar al supermercado. Yo ya no trabajo allí, tengo otro empleo y estoy muy agusto.

—Cariño, lamento decirte que no podré ir al cumpleaños de Sebastian —acaricia mi espalda por debajo de la remera—. Puedes ir tú.

—No, no quiero oírte con tus celos luego —dejo cuatro besos por su boca.

—Confío en ti, pese a que sea una persona tóxica —ríe—. Ssbes que bromeo al respecto de ser tóxico. Pero de verdad que ve. Cuando regreses, obtendrás una grata sorpresa y... —me besa en la boca—, te encantará.

—Siempre me encantan tus sorpresas —la beso muchas veces. Toco su trasero y lo apreto, a lo que ella se queja y sabe que si continúo tocándola, no podremos hacer nada porque la mantendría encerrada bajo llaves y haciéndola mía, como corresponde—. Te amo.

—Yo a ti, mi amor —rasguña mi espalda e intenta alejarse—. Por favor, no. En la noche nos veremos y arreglaremos cuentas pendientes. Lo prometo. Tú ve a ayudar a Sebastian.

—Bien, pero en la noche te comeré toda y... —cubre mi boca.

—Shh. Vete, hormona viva.

Nos besamos unos instantes y luego me despido para irme a casa de Sebastian. Allí hará una fiesta y cree que habrá espacio y bebidas suficientes. Ni bien llego, dejo mi bicicleta en el mini garage que tiene y voy en busca de él. Lo encuentro y rodeado de dos chicas.

—Hola. Buenas, buenas —saludo a Sebastian con un choque de manos y a las chicas con un saludo formal desde mi habla—, ¿ya todo listo?

—Más o menos, pero lo importante es que haya presencia y mucho escándalo —golpea la puerta, autoanimándose para su gran noche.

Llega Kally, siempre tan atractiva e intentando buscar captar la atención de nosotros y Sebastian tan idiota, que se la brinda.

NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora