Capítulo 8: " Punto de Quiebre"

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Al día siguiente, en la noche...

Joseph Desaulniers

Mientras Aesop se arregla miré en la cocina, mi hermano y yo tenemos la costumbre de tomar algo antes de salir, encontré de esos remedios que hacen dormir, metí una cucharadita en el agua y la revolví bien para que no se note, cuando mi hermano vino y se tomó su vaso, sonreí disimuladamente, tomé el mío con calma, cuando Aesop bajó....tenía puesto un traje azul, es hermoso, le di mi mano para ir saliendo de casa, él me la recibió de buena manera, me sentí calmado en ese momento, me alegro de que no se muestre enojado conmigo.

Joseph: Hermano, ¿te sientes bien?- se ve cansado, justo como quería, Aesop se preocupó un poco, pero cuando le acaricié la cabeza logré calmarlo un poco, eso es, solo debes pensar en mi, no en él.

Claude: No..me siento cansado, mejor vallan ustedes, yo estaré descansando- debía simular preocupación o mi hermano creerá que le hice algo, entre nosotros, cuando algo malo nos pasa siempre sospechamos del otro, desde que éramos muy pequeños.

 Y así hicimos, fuimos sin él, cuando llegamos vi que se puso nervioso, tomé su mano y traté de calmarlo, jamás lo aparté de mi lado, el lado bueno es que como somos jóvenes de 15 años, casi no hablan con nosotros, en el momento de la cena, comí junto a él, cuando llegó el momento del postre se emocionó, le dieron un postre de fresas, él comía y yo lo veía.

Aesop: Perdón, no lo resisto- se sonrojó, yo le sonreí y limpié su mejilla.

Joseph: Descuida, me gusta verte feliz- sonrió y seguimos comiendo, yo prefiero algo más suave, no es que no me guste el dulce, lo amo, pero no tengo tanta resistencia al azúcar como mi Aesop, cuando terminó la hora del postre hablé con él, no he logrado disculparme con él, porque no sé como, pero debo hallar una manera rápido, no quiero que esa pesadilla se haga realidad, no quiero perder al chico que ha hecho tanto por mí, y yo no....pero cambiaré las cosas, haré que me ames más Aesop.

Aesop: ¿Estás bien?- tomó mis mejillas y las acarició

Joseph: Si Aesop, estoy bien- tomé sus manos y las mantuve ahí un buen tiempo, cuando empezó a acariciarme las mejillas me dejé consentir, sus manos son tan frágiles, su piel es suave, él es perfecto, no quiero que te vallas, quédate conmigo...

Claude Desaulniers

Desperté pero aún me siento cansado, pensé en ir a la cocina y cuando me dio por mirar algo, la medicina estaba por fuera de los cajones, lo sabía, Joseph me hizo esto para estar solo con Aesop, sonreí, mi plan ya se cumplió, solo falta esperar a que esta noche todo salga bien, y esta vez siento que algo bueno va a pasar, ojalá sea a mi hermano.

Joseph siempre fue algo frío en demostrar su sentimientos, desde pequeño fue así, por ejemplo, él muy rara vez nos daba abrazos a mis padres y a mi, pero no nos preocupamos, después de todo hay gente que demuestra su afecto a los demás de tras maneras, Joseph era de esas personas, cuando dijeron que lo iban a comprometer, jamás lo había visto tan asustado, no sabía como tratar a alguien así, había noches en las que no dormía de los nervios que le dan, en ese momento me preocupé, y esperé que mi hermano tuviera a alguien que si lo amara de verdad, además, cuando mi hermano reveló que le gustaban los hombres, sorprendió a mis padres, pero se lo tomaron de la mejor manera.

Cuando Aesop llegó, pude apreciar como mi hermano se enamoraba por primera vez, se puso nervioso, cuando se dieron la mano, vi como se sonrojaba, en ese momento pensé que, de verdad mi hermano era muy afortunado, y lo es.

Aesop Carl

Cuando anunciaron el baile me sentí nervioso, sé bailar, pero entre tanta gente, me da nervios, Joseph supo ayudarme, logró calmarme y me acosté en su hombro para sentirme mejor, en muchas ocaciones pude sentir besos en mi cabeza, él me quiere, yo lo sé, le cuesta un poco demostrarlo, pero en el fondo lo sé.

Cuando el baile terminó salí un momento a uno de los balcones que daba al jardín, sentí la necesidad de tomar aire fresco, apenas la brisa fría entró en contacto con mi piel, me sentí mucho mejor, miré el cielo nocturno, se ve la luna llena pero hay un poco de nubes, ¿será que va a nevar?

Joseph: ¿Te sientes bien?- asentí con la cabeza y se hizo al lado mío- Aesop yo....yo....- le presté atención, sé que puedes decirlo Joseph- yo lamento mucho lo de la otra vez, dudé con respecto al beso y ....te lastimé al punto de hacerte llorar- no sé como lo supo, pero, de verdad se ve arrepentido- por favor perdóname- sonreí y tomé sus mejillas.

Aesop: Te perdono Joseph, sé que te cuesta expresarte- tomó mis manos y nos quedamos así un tiempo, cuando vi puntos blancos en su abrigo, miré hacia afuera...- está nevando- se ve hermoso....

Joseph me abrazó, lo abracé y me aferré bien a él, cuando nos miramos de nuevo, él bajó mi tapabocas y me besó, un beso suave, pero lleno de amor, juntamos nuestras frentes un momento y..yo lo besé, al principio era uno suave, pero cuando lo abracé por el cuello y él de mi cintura, lo profundizamos hasta quedarnos sin aire.

Joseph: Te amo Aesop, te amo- me escondí en su pecho y él acarició mi cabeza.

Aesop: Yo tambien te amo.

Hasta el próximo capítulo....


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