Das Erwecken

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🦊 ¡¡¡Lalihooo!!! ¿¡Me echaron de menos!? Pues yo si jeje 😺, aquí vuelvo con el siguiente capítulo, primero gomen nasai por la espera, pero tardo más de lo que esperaba, la recompensa... el capítulo es larguísimo 😻 Lo podía haber cortado en dos y hacer 2 capítulos, pero quería que llegara hasta ese punto... ¡¡más para leer!! 😽


Otra vez mil gracias a mis queridos comentaristas que tanto me animan.


Si hay alguna falta de ortografía pues lo siento, intente corregirlas todas, pero el capítulo me salió tan largo que puede que se me haya escapado alguna. De mi parte nada más....esto va dedicado a mis lectores y especialmente a mis queridos comentaristas...¡¡¡A disfrutar todo el mundo!!! 😽😽
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Era tarde noche, tan solo la luz de la luna entraba por los grandes ventanales, iluminando lo poco que había en esa inmensa habitación, formando siluetas de sombras. Zero que se encontraba acostado en la gran cama aguardando el sueño profundo de su hijo, al contrario que él, el pequeño había conciliado el sueño de manera rápida, seguro que era debido al cansancio y aunque él también estaba cansado de sobremanera no pudo cerrar los ojos, muchos pensamientos rondaban en su cabeza. Miro a su hijo, acariciando uno de los mechones que tenía en la cara. Eita no pronuncio palabra ninguna durante toda la noche, no había comido apenas y se fue a dormir sin rechistar, parece ser la reacción normal de un niño al que le ha sido arrebatado su forma de vida en menos de tres días. Zero se acordó de su propia reacción al ser entregado en las manos de Cross, pero esto no tenía ni comparación ya que lo suyo fue en circunstancias extremas y más traumáticas, así que solo esperaba que Eita se adapte pronto. Ichiru seguía muy enfadado, tampoco había comido mucho e insistió en dormir con ellos en la cama, aunque se le haya asignado su propio cuarto, que se encontraba a dos puertas de la suya. Zero miro hacia su hermano, que también estaba profundamente dormido... al menos alguien podía conciliar el sueño.


Se giró, mirando ahora al techo. Yuuki al enterarse de que Eita era hijo de Kaname estaba sorprendida, pero al contrario de lo pensado se lo había tomado muy bien, de hecho... parecía estar feliz por ello, en Kaname parecía brotar furia al ver la reacción de la chica... era algo que saltaba a la vista...parecía que entre los dos Kuran seguía una brecha bien abierta. Yuuki había prometido hablar con él mañana ya que había sido muy tarde para poder mantener una conversación y todos estaban muy cansados.


Cross parecía estar de viaje por unos negocios, por eso no lo había visto todavía, seguro que tendría que escuchar un sermón de lo más grande cuando lo volvería a ver.


Llevaba ya varias horas dando vueltas. Resignado se levantó, necesitaba un vaso de agua para tranquilizar su mente. Salió del cuarto y camino por el pasillo hacia la escalera que daba con el primer piso, ¿para qué quería Kuran tanto espacio? ¡La casa era demasiado grande!, solo esperaba no perderse en el camino de vuelta. Algo llamo su atención, justo antes de las escaleras había un cuarto que tenía la puerta ligeramente abierta y la luz prendida, algo curioso por saber quién se encontraría a esas altas horas de la noche despierto miro por el filo para dentro y su sorpresa... o decepción, fue ver al rey Kuran sentado ahí, parecía ser su despacho ya que lo único que alcanzo ver por la puerta ligeramente abierta era una mesa llena de papales y Kuran sentado delante de ella, parecía muy cansado.


-En vez de espiarme ¿porque no entras?- Zero dio un leve respingón al escuchar al mayor, casi se había olvidado que era un sangre pura.


Abrió a medias la puerta, sin entrar completamente dentro de aquel despacho -No era mi intención molestarte, solo iba a por un vaso de agua- decía en su defensa.


Kaname alzo la vista y Zero vio enseguida las ojeras que tenía el mayor debajo de sus ojos ¿podía ser que aparte del trabajo tenía otras preocupaciones? Zero no sabía porque ese sentimiento de preocupación hacia el vampiro, debería odiarlo en todos los sentidos, puede que haber sido padre le haya cambiado su manera de ver las cosas y ahora se preocupaba más por el bienestar de la gente, aunque Kuran en su punto de vista no se lo merecía.

Weisser SchneeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora