¿estoy... perdonada?

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Ya mas o menos estaba en condiciones para empezar ha hacer cosas y la verdad es que eso era una gran noticia para todos ya que ahora que ya se había terminado el torneo de futbol frontier internacional, realmente no teníamos ninguna razón para permanecer en la isla mas de un par de días y no quería quedarme sola mas del tiempo necesario porque, sinceramente, dudaba mucho de que me hubiesen dejado salir en las condiciones que estaba del hospital simplemente porque el resto del equipo tuviese que volver. 

Por otra parte, durante toda la noche no pude hacer otra cosa mas que darle mil vueltas a la conversación que había tenido con Paolo. La verdad es que obviamente no estaba orgullosa de las actitudes que había tomado estos últimos dos años prácticamente pero el haber "asumido" y dicho en voz alta que los del equipo japonés ya no eran mis amigos (porque realmente si que lo fueron, y unos muy buenos) me dolía mas de lo que me gustaría admitir y no pude evitar pensar si realmente estaba tomando la decisión correcta al cerrar este capitulo de mi vida de esta manera (porque que tendría que volver a Italia lo tenia claro desde el primer día).

Hay muchas cosas que todavía no he aclarado, muchas cosas de las que les quiero hablar todavía y muchas personas con las que tengo que hablar y aunque no ,e gusta dejar las cosas a medias ahora mismo tampoco me parece la mejor decisión ir a aclarar todo eso, es mejor darle algo de tiempo pero el problema es que yo no tengo ese tiempo porque posiblemente después de que vuelva a Italia no los volveré a ver nunca mas. Puede que suene algo pesimista pero a mi siempre me ha gustado ser realista y la verdad es que lo mas probable es que pase esto ultimo y no que dentro de unos años nos reencontremos y hagamos como si nada hubiese pasado por que el destino así lo quiso o yo que se. De hecho, siendo completamente sincera, al ya haber pasado un día no sabia ni siquiera si los japoneses ya se habían ido de la isla o no, y en caso de que hubiese pasado lo primero, desde luego que ya no tendría oportunidad ninguna de ir a arreglar nada. 

Como ya he dicho, llevo toda la noche sin dormir por sobre pensar demasiado las cosas por lo que ahora mismo apenas estaba amaneciendo ya que eran las 7:30 de la mañana mas o menos. Aun así, desde mucho antes ya había movimiento en el hospital por lo que no me sorprendía que a estas horas entrase una enfermera a mi habitación. Lo que si me sorprendió fue cuando me empezó a quitar la intravenosa y me dejo ropa limpia encima de la cama ya que eso solo podía significar una cosa, por fin nos iríamos a casa. Nada mas salir la enfermera entro Nakata a mi habitación confirmando lo que ya para mi era muy obvio por lo que en unas 4 horas estaríamos volando de vuelta a Italia.

En apenas media hora ya estábamos fuera del hospital ya que mientras yo me preparaba el estuvo haciendo el papeleo para que pudiese salir de este horrible y tan necesario edificio. Por lo poco que había logrado oír de la conversación que tuvo con el medico fue que tendría que estar unas cuantas semanas mas con la escayola y andando con muletas hasta que mi pierna estuviese en mejores condiciones y que después tendría que asistir a rehabilitación ya que por suerte, comparando con el estado en el que llegue, había mejorado rápidamente y lo mas probable era que no se me quedaran secuelas irreversibles pero aun y las "buenas noticias" todavía no había ni rastro de mi voz.

Al salir del hospital, en la puerta, me encontré con todo el equipo Italiano cosa que debí esperarme ya que era obvio que Paolo no iba a ser capaz de estarse callado. Las reacciones que hubieron fueron muy variadas, desde Angelo que no hacia mas que preguntar si estaba bien hasta Gigi que me estuvo echando una media bronca por mas de veinte minutos, pero al final, me alegro saber que todos y cada uno de ellos me siguiesen considerando una mas del equipo. Por lo poco que había "hablado" con mi hermano, me había enterado de que mi maleta y todo lo necesario ya estaba hecho por lo que lo único que nos quedaba ahora era aprovechar nuestras ultimas horas en esta maravillosa isla (aunque lo que había pasado en ella no fuese tan maravilloso), o eso es lo que yo pensaba hasta que al salir del recinto del hospital me encontré de cara con mas de la mitad del equipo japonés.

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