𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓!| You and I, we can fly.
- Zodíaco, reactions y otro tipo de stuff del grupo bajo BELIFT Ent. formado en I-land: Enhypen.
- Pedidos CERRADOS. - Reactions, one shot y zodíaco-, si me llega algún pedido en este periodo de tiempo, puedo re...
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Heeseung me citó en el parque de noche, proponiéndome así una cita. Mis sentimientos hacia él eran notorios desde hacía un tiempo y podía notar una conexión, estaba casi segura de ser correspondida.
Con un pequeño vestido sencillo y unas botas, me encaminé hasta el lugar citado, viendo cómo estaba desierto. El único ser notable era Heeseung sobre una manta de cuadros, sencilla y típica de película. Sentía que me encaminaba hacia un lugar de ensueño. Entre dos grandes árboles que formaban un tierno hueco en medio, se encontraba él.
Fui hasta allí contenta y me senté, dándole un pequeño susto, me esperaba con sus auriculares puestos y mordiendo sus uñas, parecía nervioso.
– Hola... – Le sonreí tímida mientras dejaba mis cosas frente a nosotros
– Hola. – Respondió igual, rascando su nuca – Lo siento, es que estaba un poco nervioso y quería ver si escuchando música me despejaba de mis pensamientos. Pero... No he podido parar de pensar en tí. – Sonrió, como diciendo "¿Qué se le va a hacer?"
– No es nada, yo también estaba nerviosa de todas formas. – le correspondí – Aunque debo decir que sigo estándolo.
Heeseung rió levemente y se acercó un poco hasta mí, pasó su brazo por detrás mía preguntando con la mirada si estaba bien, a lo que asentí.
Sus ojos brillaban con la luz de la luna, más que de lo habitual. Sus labios se veían carnosos, como si hubiera estado usando bálsamo labial desde que planeamos la cita hasta el día de ella. Con su mirada fija en mis ojos, tímido pero insistente, hablaba conmigo.
No podía evitar que mi vista se fuera de vez en cuando por el nerviosismo y timidez que me proporcionaba, sin embargo su mirada era tan bella que siempre volvía a mirarla.
Viendo unos capítulos de una serie, acurrucados con la pantalla de su tablet frente a nosotros. Nos encontrábamos apoyados en uno de los árboles y comenzaba a darme frío a pesar de estar con su calor.
Tiritaba y lo notó, me miró preocupado y lentamente se acercó hasta la pantalla, pausó la serie. Se acercó hasta mí de nuevo y sacó una manta de su mochila, siempre estaba preparado. La puso sobre nuestras espaldas y la acomodó para que cubriera todos mis hombros.
– No sabía que haría este frío, de haberlo sabido habría traído una más gruesa. – Dijo a modo de disculpa
