A la mañana siguiente me desperté y me coloque una camisa de mangas largas y una pantalón. Peine mi cabello en una coleta alta y me ví en el espejo.
-Algo, es algo.
Mire el hermoso vestido que Hinata me había regalado y lo guarde en la valija. Bajé las escaleras y me encontré a la pareja en la sala.
-Te amo Naruto.
-Yo igual Hinata- contesto él dándole un beso en los labios.
Que incómodo.
-¡Chicos es hora!- Exclamé para que dejarán de besarse y emprendieramos camino.
Naruto me dió una gran sonrisa y abrió la puerta.
-Las damas primero.
Hinata se ruborizó y camino directo al carruaje. Yo la seguí y me senté a su lado.
Naruto se sentó con nosotras y el chófer empredio camino.
-¿Cómo es él?
-¿Quién?- Pregunto Naruto.
-Uchiha, su amigo.
-Ah, el teme es un hombre amargado y gris. Es totalmente solitario y siempre tiene una expresión de pocos amigos.
Yo lo miré interesada.
-Justo cómo me lo imaginé al leer tus escritos Naruto. Solías escribir sus azañas, ¿no?
-Si. No es bueno con las palabras y tiene poca paciencia. Trato de escribirlas él mismo pero al escribir tan rápido la letra era ilegible. Al final decidimos que yo escribiría.
-Amor, nunca te pregunté algo... ¿Cuál fue la razón para que pararan de resolver crímenes?-Pregunto Hinata con timidez.
-Eso solo lo sabe él.
Escuché intrigada eso. ¡Claro que estúpida he sido! Uchiha no me ayudara así de fácil.
Saque de mi valija algunos dólares.
-¿Qué buscas,Sakura Chan?.
- ¿Que dijiste?
-Te dije, ¿Qué buscas, Sakura?
Mire rápidamente al rubio. Juro haber escuchado algo que me suena muy conocido.
-Oh, lo siento, estaba distraída.
-No importa querida Saku. Nos pasa a todos.- Respondió Hinata.
Estuvimos hablando todo el transcurso del viaje. El cochero se detuvo dando a entender que llegamos.
Bajé del carruaje encontrándome con una casa a la cual le faltaba mantenimiento. Las flores, plantas del jardín estaban totalmente marchitas. Le faltaba pintura a la gran casa.
Naruto abrió la cerca y entramos.
Tocó la puerta ocho veces en total.
-¡Ya voy Naruto!- Grito una voz ronca.
Se escuchó como muchos seguros se abrieron. Al abrirse la puerta un hombre salió.
Él tenía cabellos negros y despeinados. Sus ojos eran profundos y oscuros. Tenía un poco de barba sin afeitar. Bajo de sus ojos habían bolsas negras. Llevaba puesto una bata de color azul.
-¡Teme!- Exclamó Naruto para darle un abrazo.
-Alejate de mí. Pesas mucho.- Respondió el empujándolo.
Hinata que parecía ya acostumbrada empezó a reír en pequeñas risitas.
-Oh, Hyuga. Buenos días.
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𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐢𝐝𝐚
LosoweLondres, una ciudad que debajo de la ilusión de su belleza yacen crímenes en su centro. Cuando la policía muestra su incompetencia ahí estará Uchiha para averiguar y resolver el crimen. Sakura Haruno no ha visto a su madre desde hace meses. La polic...