𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐮𝐣𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐢𝐝𝐚

La verdera respuesta.

El día en vez de empezar con el sol en su punto dejo reinar a las nubes y al frío; como si esto fuera un augurio de lo que pasaría dentro de unas horas.

Para Sakura que el sábado empezará de esta forma solo podía significar una cosa:
Algo grave pasaría.

-Dejad de preocuparos por el clima, no seas una mujer supersticiosa.- Hablo Sasuke mientras acomodaba las maletas de ambos. El no creía en esas cosas pero había descubierto que Sakura era muy crédula. -Después de todo te has preparado todos estos días, no va a ver nadie que iguale tus conocimientos, créeme.

Sakura nunca había estado mas nerviosa, temía decepcionar a Sasuke . Ella podía comparar este sentimiento como cuando la tímida luna se escondía para que el sol pudiera dar su espectáculo pero nunca desaparecía totalmente.

-Estoy muy asustada, Sasuke.
-No pasará nada si actuamos muy bien.
-¿Crees que este vestido se me ve bien?

El la inspeccionó, su cabello lucia atado en un moño dejando horquillas rosas alrededor de su cara. Su vestido blanco con flores rosas finamente dibujadas en la parte de la falda. Un escote que la hacía ver elegante y sensual al mismo tiempo y su cuello blanco adornado con una gargantilla con una flor. Para el Sakura es la mujer más bella que el ha visto en toda su vida la comparaba con esas estatuas qué hay en Grecia. Parecía que Afrodita y Persephone se habían puesto de acuerdo para entregarle algo de sus dones a esa pequeña mujer.

-Luces apropiada para la situación- Dijo el escondiendo el sonrojo de sus mejillas.

-Oh.

El hombre de cabellera oscura bajo la vista encontrándose con los pequeños pies de la mujer totalmente descalzos.

-¿Y tus tacones?
-Están en la mesa, es que me puse este vestido y se me hace difícil porque es muy pomposo.

Sasuke tomó su mano y la sentó en una silla. Con los tacones en mano se arrodilló frente a ella .

-S-Sasuke.

El tomo su pie y empecé a dar caricias a su pierna. Bajo la atenta mira de Sakura el llevó sus labios a su muslo y descendió besando su pierna.

-¡Ah!- Jadeo con asombro la pelirrosa.

El sonrió con orgullo y puso el tacón en su pie procediendo a hacer lo mismo con ella otra pierna.

-¡Sasuke Uchiha!- Exclamo la mujercita.

-Solo déjame- hablo el Uchiha para acercarse y besar sus labios con pasión. Sakura no puso resistencia alguna. Más bien abrió sus labios para dejar entrar la lengua del pelinegro. Así no eran los besos que su madre le había leído en cuentos de princesas. Aquellos eran adorables y estos eran más intimos. Cuando el mordió su labio inferior ella dio un gemido.
-¡Ah!
El volvió a atacar su boca abrazándola en el acto. Ella arrugó su camisa cuando apretó su pecho.
-Mhn.

Toc, toc, toc.

Los ruidos en la puerta hizo que Sasuke parara la acción.
-Sasuke si paras morire.- Expreso la chica que se había dejado llevar por el momento.

El acomodo las horquillas despeinadas de Sakura y luego acomodó su camisa arrugada. Con molestia abrió la puerta de la casa para encontrarse con figuras familiares.

-Mamá, papá, Itachi.

-Oh, Sasuke- Exclamo la mujer de cabellos azabaches y ojos negros.- Te extrañe demasiado- Lloriqueo la mujer en el pecho de esté.