Algo Oculto - Parte IX

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Para las 20.00 hrs Zafer Amca y Belma hanim ya estaban en la puerta con un vino de por medio, a los minutos las tías de Ada con sus parejas y la mamá de Selin, la señora Doğu  fue la última en llegar.

La cena transcurrió tranquila, tantos las familias Doğrusöz y Doğu se ponían al día de sus aventuras, todo marchaba bien, algo bulliciosos pero bien. Ali y Selin se miraban continuamente, ninguno sabía cómo interrumpir las respectivas charlas, tanto que Zafer Amca lo notó y decidió intervenir por su amado sobrino.

- Querida familia - interviene Zafer acma - siempre es un honor verlos a todos en casa, pero esta vez Ali nos convocó para comentarnos algo, ¿o me equivoco, hijo mío? - le cede la palabra, Ali agradeció

- Gracias tío querido, en efecto yo... digo, Selin y yo tenemos algo que contarles - ambos se tomaron de la mano y sonrieron - Hanife, si nos permites los regalos por favor - pidió y en ese momento Hanife ingresó con una bandeja y cajitas pequeñas, que se les entregó a cada uno. Mientras las abrían, Ali y Selin se pusieron de pie para contarles en una sola frase

- Estamos embarazados - dijeron con emoción y se abrazaron

En ese momento todos celebraron, qué emoción un nuevo miembro a la familia. Las mujeres por un lado corrieron a abrazar a Selin y los hombres y sus rituales solamente optaron por levantar la copa de whisky y decir: en hora buena Doğrusöz.

Los hombres pasaron al estudio y las mujeres se quedaron en la sala, cada grupo disfrutaba a su manera la buena nueva. Hasta que Ada vio los ojitos cansados de Elif que sirvió de excusa para ir a descansar. Ali y Selin se ofrecieron a llevar a las tías de regreso al departamento, mientras que Zafer Amca y Belma hanim retomaron sus habitaciones.

Ada se quedó pendiente de los sueños de Elif, luego de arroparla y trabajaba en el dormitorio de alado, otra vez sin saberlo la hora pasó volando y ella sin sentirlo se quedó dormida en el escritorio, fue ahí donde Bora la encontró.

- aşkım (mi amor) - trató de despertarla, pero ella siguió media dormida, él la miró con ternura y la levantó en brazos a su habitación.

- Bora.. - dijo entre sueños cuando la deposito en la cama, abrió los ojos poco a poco y lo encontró a su lado - ¿me quede dormida de nuevo, no? - pregunta desperezando un poco, él se ríe - Asi es mi vida - ¿necesitas ayuda? - ella negó.

-Solo necesito un baño y descansar - balbuceo, él sonríe - tengo una idea - dice sugerente, la levanta y se dirigen juntos al baño. Bora, antes de buscarla, con la esperanza de retomar lo que dejaron pendiente en la oficina, preparó el jacuzzi con los aceites y rosas favoritos de ella, hoy quería mimarla.

- Bora...- se voltea a verlo - eres el mejor hombre del mundo - lo abraza, él se ríe - Soy tu esposo, no lo olvides - le guiña el ojo.

Y era verdad, solo que no todos lo sabían. Para lograr la tutela de Elif, el abogado que llevaba su caso en Servicios Sociales, sugirió que fuesen una pareja casada, por lo que con algo de negociación y trampa, Bora y Ada acordaron casarse por lo civil para obtener la aprobación de la tutela. 

Nadie lo sabía, salvo Selin y Ali, quienes fueron sus padrinos y testigos y Zafer Amca, a quién le contaron después, porque no estaba de acuerdo con que Bora y Ada vivan juntos sin casarse, lo hacía por el honor de Ada, a quién consideraba una hija más.

Para el resto, como las tías de Ada y el equipo de Bizde Boyle y la 'sociedad', Ada y Bora estaban comprometidos, Ada vivía en la casa de los Doğrusöz para tranquilidad de Elif y en cuartos separados (o al menos eso creían sus tías) y seguían en negociaciones de cuándo celebrarían la boda. Entre bromas internas y algunos besos, Ada y Bora disfrutaban de la intimidad del jacuzzi y la tranquilidad de estar ambos, solos, por lo menos ese momento.

- ¿Estas mejor, aşkım? - le dice besándole el cuello para provocarla, ella se ríe

- Me gane la lotería contigo - le responde mientras juega con sus manos y dedos entrelazados, él la abraza - amo tanto tenerte conmigo - le vuelve a besar el cuello, esa era su adición y debilidad, ella lo mira sobre su cuello y se da la vuelta, quedando en su regazo.

- Ámame, mímame Boram...- le dice seductoramente.

Él, aún con delicadeza como el primer día, la toma con cuidado de su regazo y la acomoda para ser uno. Ella cruza sus manos sobre su cuello y lo besa, se besan lento, con delicadeza, la misma forma en la que hacían el amor.

A veces dulce, a veces lento, muchas veces salvaje.

Esta noche era para amarse, se tomaron su tiempo y entre orgasmos y sonrisas, salieron de la tina a la ducha para finalizar su delirio. Bora continuaba mimándola, pasó a lavarle el pelo, ella a jabonarlo o mejor dicho a utilizar el jabón de excusa para seguir tocándolo, él disfrutaba, claramente, de su tacto.

Salieron, él le pasa el albornoz/ bata y continúa su jornada de esposo responsable, decide secarle el pelo mientras recuerdan los días que iniciaron a conversar en ese baño en particular. Cuando terminan, ambos toman sus respectivas pijamas y duermen abrazados. Hubiesen dormido desnudos, como la pareja que son, pero con Elif cerca de su habitación, habían aprendido que necesitaban o aprender a vestirse rápido o cerrar la puerta con llave y enseñarle a tocar antes de entrar, a su pequeña.

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Mi destino eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora