A moment of hope - pt 19

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Después del pequeño incidente de Ebru hanım, la tensión desapareció, cada uno de los inversores estaba muy contentos con los resultados y esperaba con ansias la primera celebración anual en unos meses.

De igual manera a Faruk bey, quién era uno de los grandes hombres en la agronomía turca, con sede en Estambul solicitó reunirse nuevamente con la pareja, estaba vez querían diseñar juntos un proyecto que ayude a lograr que la ganadería fuese sostenible, si bien provoca un gran daño al medio ambiente, su misión para este año era lograr que los procesos sean por lo menos más amigables y con ello generar nuevas fuentes de empleo a los agrónomos y campesinos. 

La velada pasó muy rápido, luego de la despedida con reuniones agendadas, Ada y Bora, fuera del restaurante, esperando el vehículo, pudieron respirar con tranquilidad.  

- ¿aşkım, İyisin? (estás bien) - le pregunta en un susurro

- iyiyim (estoy bien)

- ¿quieres que vayamos al doctor?, ¿te sientes mal, todavía?

- No, no te preocupes, me pasó a los minutos

- ¿Estás segura, aşkım?

- çok - pone sus manitos sobre el cuello de su camisa - entonces...

- ¿Entonces...? - la mira curioso, estaba un poco confundido sobre cómo ella reaccionaría con el incidente de Ebru hanım - ¿Todo bien con la reunión? - lo mira a los ojos, él sonríe

- Yani... - se encoge de hombros - si, salvo una persona, creo que vamos por buen camino

- ¿No te... - oculta su rostro en el pecho - no te molesta mi actitud con ella? - pregunta avergonzada - él le besa la cabeza y la abraza

-  Ada, hayatım - ella levanta la mirada - nadie tiene que hacerte sentir mal, mucho menos yo, de hecho me disculpo por la actitud de Pis Maço, Insan bozuntusu, Sığır, Kaba Adam, ... creo que esos fueron todos los insultos, ¿cierto? - ella lo miraba boca abierta y un poco avergonzada, claro que se acordaba, se oculta en su pecho de nuevo

- Allah Allah ¿te acuerdas? - murmura bajito 

- Jamás me olvidaría - sonríe encantado y juega con su nariz - ese día no se si fueron tus insultos,  tus ojos en llamas o solo tú misma, me dejaron de rodillas - dice sugerente -  Aman aman aman, puras promesas - lo molesta, él no duda en romper en carcajadas, pone las manos en sus caderas y la atrae hacia él

- Promesas dices, Ada hanım - le besa el hombro, ella se sonroja - no tenemos nada para mañana... Elif está con sus abuelos... 

- oh ¿y tienes algun plan Ada hanım? - provocándola, en ese momento su valet parking se acerca, ellos se separan con una sonrisa cómplice.

Cuando llegaron a casa, sus planes no se hicieron esperar, tan pronto cruzaron la puerta, Bora la toma de sus caderas y como si fuera un pequeño koala se va con ella al dormitorio, cumpliendo cada uno de sus votos matrimoniales.

Al día siguiente, cuando Ada despertó, era un hermoso desastre, se dijo, aún sin abrir los ojos tanteó buscando a su marido y no estaba, hizo un pequeño puchero en queja. Abrí los ojos y en efecto no estaba, solo ella rodeada de muchas almohadas. Se quedó un momento más en la cama, para estirarse, esperando que Bora volviera pero no. Así que optó por levantarse, encontró la camisa que él usaba ayer y se la puso encima. Pasó unos minutos al baño, se aseó y salió en ese outfit particular.

Cuando llegó a la cocina, ahí estaba Bora, peligrosamente desvestido, salvo por su buzo negro. Su espalda marcada le daba más que la bienvenida y él cocinando la tenía embobada, se quedó unos minutos más disfrutando las vistas, y después optó por sorprenderlo, lo abrazó por la cintura y él sonrío, depositando un beso en su cabeza.

Buen día aşkım

- Buen día ¿qué haces?

- Te va a encantar, tenía un deseo de comer algo rico

- Allah Allah, Bora Doğrusöz con antojos matutinos - lo molestó, él no tardó en abrazarla y hacerle cosquillas - Aman Aman Aman, no te puedo sorprender - seguía haciéndole cosquillas

- Bora, dür - se reía - dur - él continuaba, hasta que empezó a olor a quemado, ambos se soltaron y corrieron enseguida a apagar la hornilla - Allah Kahretsin - maldijo, Ada se mataba de la risa - bueno puede que el desayuno demore un poco más, por obvias razones - sacó la tostada francesa quemada del sartén

Unos minutos más tardes y sin problemas de cocina de por medio el joven matrimonio estaba desayunando, libre y sin preocupaciones, conversando poco a poco las actividades de la semana y los avances para la fundación. Además de ello, Ada se preparaba mentalmente para empezar la próxima semana sin Selin, ya que entrando al último mes de embarazo, lo más seguro era estar en casa, de igual manera Bora, con Selin en casa, Ali no saldría ni a la esquina, se quejó. 

Ordenaron el desastre de la cocina y como si disfrutaran de unas breves vacaciones se quedaron en la sala viendo películas, ella a los minutos se quedó dormida en su pecho y él no dudó en abrazarla, a los minutos ambos dormían en el sofá. 

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see ya!

Mi destino eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora