Cuadrante 0258, Altukcel. Ciudad de Tulja. Dos años cinco meses y 21 días antes del ataque de Nekron. 00:20 Hora local. Temperatura exterior: 100°c.
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El viejo Kit había dejado el "huevo cósmico" en un rincón de su taller sobre una mesa de trabajo. Procuró que estuviese limpio a su alrededor, vaciando la chatarra oxidada en otra parte y pasándole un trapo lleno de aceite negro para tratar de que su invitada estuviera cómoda; pero la verdad quizás así había empeorado las cosas.
Y el objeto verde brillante se quedó ahí, sin nada interesante que aportarle al ambiente; y su habitante dormida ni siquiera daba señales de vida. Fue fácil y liviana de subir allí, y no se movía un céntimo de su lugar asignado.
De vez en cuando, Kit la miraba, quizás porque estaba impresionado con su belleza, quizás porque no sabía de donde había sacado el valor para traerla consigo, o tal vez era que no podía creer que fuera real, o estaba expectante de que algo cambiara... Recordaba mirarla cuando entraba, recordaba mirarla cuando salía, la miraba de vez en cuando cuándo trabajaba o cuándo acarreaba cosas; pero nada sucedía, y los días pasaron, tiñiendo Tulja con los atardeceres anaranjados de Altukcel en una aparente calma. En todo ese tiempo decidió mejor no decirle nada a nadie, y venderlo de manera discreta como solía hacer con los objetos valiosos que encontraba en la basura.
En unos de esos días volvió tarde de su trabajo y ya se había acostumbrado a saludar a la criatura sin que esta contestase nada. —Buenas noches querida, lamento el retraso. Pero, tengo una excusa... —Cerró la puerta con toda la seguridad que podía aportarle su escasa economía. En Altukcel era comer o ser comido, pagar o ser incinerado. El exterior era un verdadero infierno cuando amanecía, sólo desde Kalia se podía suponer que el sol era hermoso —. ¡Ah! Niña curiosa... ¿Quieres saber qué pretexto voy a usar? Va a encantarte ¡Mira! ¡Mira lo que encontré! —dijo levantando un objeto extraño y muy pesado. —¿Qué? ¿No te gusta? ¿No sabes qué es? Es un vestido aspreldiano —señaló. La vestimenta, hecha por completo de algún tipo de metal, se asemejaba a una cota de malla de cuerpo enterizo. —Verás los aspreldianos son seres de luz y energía, muy hermosos. ¡Ah, no, no, no! ¡No son más bonitos que tú ni mucho menos! Pero aunque son muy bellos no pueden tener forma física —depositó el tejido metálico en el suelo con mucho esfuerzo mientras evaluaba sus daños y hablaba sólo—. La atmósfera de su planeta es sumamente densa, y su cuerpo es energía pura y polvo estelar; y cuando salen de ahí necesitan algo que los contenga si quieren caminar entre nosotros. ¡Sino se dispersarían en el aire! Encontrar uno de estos es muy raro... Y los de hembra se venden muy caros en el mercado negro. No, no, no ¿Por qué dices eso? ¡No lo robé, lo encontré tirado! Seguro la señorita se consiguió uno nuevo, y desechó éste en perfectas condiciones —¿Qué le habría pasado a la dueña de esa rara túnica? —¡Estamos de suerte! ¿No lo crees linda? ¡Con esto tendremos comida para doce o trece meses! —entonces murmuró— Y cuando te venda a ti, entonces no tendré que preocuparme por trabajar en mucho tiempo... —Podría mudarse de allí y tener una mejor vida. Para el viejo Kit este era el mejor golpe de suerte. Estaba viviendo una muy buena racha de cartas. ¿Quién sabía cuánto tiempo Kalia resistiría la atracción de Cus? Algún día ni la luna sería segura, aquellos que pudieran hacerlo abandonarían el planeta antes de que todo fuese absorbido por el Sol; y Kit, si Kit no tenía el dinero suficiente, moriría junto con Altukcel. Pero si podía huir, sería diferente... todavía le quedaban algunas décadas de vida, todavía tenía una esperanza.
Una gotera que derramaba un líquido aceitoso y amarillo hacía un eco en el silencio, la única respuesta que Kit tenía. Pero de todas formas y con su silente compañera, al menos tenía excusa para charlar sólo. Sus amigos habían dejado de hablarle cuando dejó de ir a buscarlos al bar, y desde que la tenía a ella ahí, por alguna razón no se le antojaba beber. Quizás era que tenía un poco de optimismo por el futuro gracias a ella.
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Héroes anónimos. (The Darknes Night retaled)
FanfictionPorque no nos conformamos con un no. Fanfiction. Green Lantern. *Imágenes extraídas de Pinterest (créditos al autor que corresponda), las fotografías son publicaciones oficiales de la N.A.S.A.. Portada hecha por canvas. #Los personajes de está ada...