El Dulce Sabor De La Pertenencia

♢♢CAPÍTULO 1

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EL DÍA DEL ENCUENTRO

-TH: mucho gusto mi nombre es Kim Teahyung es un placer conocerlos~!

Expreso el peño niño en una gran sonrisa con dos dientes faltantes, estaba sujeto firmemente de la mano de su madre la cual lo había criado sola desde que este nació, en un restorán lujoso la mirada inocente no se fijaba en las hermosas decoraciones, en la vajilla ostentosa o el los pilares ortodoxos de aquel sitio sino en el adolescente de mirada fría y poco interesada, estaba observando curioso al muchacho que se convertiría en su hermanastro que a pesar de mostrar un rostro serio sabía que podía ser tan agradable y abrazable como un gatito.

-◇: puedo ver que Taehyung es un niño bien portado, tu madre te ha criado bien

-TH: mami es la mejor~, es buena y siempre me da premios cuando hago mis tareas~

-◇: pues ahora no solo tu madre lo ara sino también mi persona, no debemos esperar a que la boda sea celebrada para que te sientas en familia ya que desde ahora yo seré tu padre y este muchacho será tu hermano mayor.

El peli negro suspiro en sus adentros tratando de tragarse sus palabras y ¿Cómo no? Yoongi estaba en una edad donde todo le estorbaba así que no tomaba muy bien la idea de que su padre esté reemplazando con otra mujer el lugar de su madre, pero a pesar de ello lo respeto y acepto la decisión de quien cuidaba de él, después de todo su padre había respetado su luto por años así que se merecía ser feliz y solo por esa gran razón trato de sonreír, fijo su mirada en la mujer, hizo una reverencia y después de mostrar sus respetos hablo de manera amable.

-YG: soy Min Yoongi es un gusto el poder por fin conocerla señora y lo mismo a ti Taehyung, espero nos podamos llevar bien

-TH: waaaa mami~ la voz de hyung es gruesa, casi como la de mi profesor de canto

-○: pero que dices jaja lo siento tanto, ya saben cómo son de sinceros los niños de ahora

-YG: está bien madre, no tiene por qué disculparse

-○: o vaya me llamaste madre, eso en verdad me hace muy feliz

-◇: bueno querida después de todo parece ser que nos preocupamos demasiado

-○: así es cariño, me alegra que las cosas vayan por buen camino

-TH: geniaaal y yo puedo decirle papá? Y a ti hermano?

-◇: claro que puedes hijo, todo lo que tú quieras

Hablo aquel hombre maduro mientras despeinaba al pequeño niño que sonreía feliz, para aquellas personas desconocidas el escenario era tierno pero para el adolescente no, estaba mirando como su padre le daba atención y mimos a un niño totalmente desconocido, en su mente rodeaban las preguntas del ¿Por qué está pasando esto? ¿Por qué debo soportarlo? ¿Por qué mi padre no hacía ello conmigo? Y entre tantas cuestiones cayó en cuenta que por ser el mayor y el heredero ése era su papel, su padre lo estaba criando como cerdo para el matadero, sin amor, sin atención haciendo que se centre solo en estudiar para que en un futuro su trabajo en la empresa sea nítido y próspero. El adolescente mordió su labio y empuño una de sus manos, era lo único que podía hacer ante su furia misma que fue opacada cuando dos pequeños bracitos rodearon sus piernas.

-TH: hyung ¿Comemos gelatina juntos? Mami dice que en momentos especiales la gelatina alegra aún más el corazón

El peli negro pestañeo un par de veces y acaricio sutil la mejilla del pequeño niño para sonreírle mientras asentía, esa era la vida que le había tocado vivir y a sus 16 años simplemente se había echo al dolor de que sería el heredero de la compañía y de que aquel dulce niño seria su nuevo hermano. Sus mundos siempre serían diferentes, el más grande crecerá para ser uno de los magnates más prósperos del país y el menor vivirá una vida normal que aunque con lujos tendrá todo el amor y atención de sus padres.