Prólogo

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Hace muchos años, cuando los cuentos y los finales felices existían, hubo una vez una historia que no tuvo un final de cuentos. Ya que en ciertos años cuando los reyes recién iniciaban sus mandatos, un ser maligno se izaba entre la oscuridad.

Nadie sabía con exactitud de dónde salió pero su nombre rondaba por todos los rincones del continente Hogwarts, Lord Voldemort fue el sinónimo del mal y el caos por décadas, sus órdenes siempre eran una premonición de destrucción. Parecía ser indestructible ya que quien se opusiera a él o lo desafiaba terminaba muerto y con su cuerpo cortado en pedazos, no tenía misericordia ni piedad por las personas que suplicaban a sus pies, nunca vieron su rostro le gustaba llevar una máscara de plata con serpientes adornandola, su rostro era un misterio para los cuatro reinos.

Todos comentaban sobre su maldad y falta de piedad, los Mortífagos eran un grupo de personas que seguían sus órdenes por voluntad propia, era su ejército y tenía un escuadrón que era cercano a él, se llamaban Los Caballeros de Walpurgis y se rumoreaba que eran los únicos quienes vieron su rostro, eran igual de feroces que su líder.

Lord Voldemort no se metía en las batallas, a menos que se sintiera aburrido y quisiera divertirse, era ahí cuando los que combatían con los Mortífagos temblaban sabían la crueldad y la malicia que implementaba ese loco Lord cuando peleaba, los campos siempre se llenaban de sangre y extremidades de sus enemigos. Nunca pudieron combatir al monstruo que se paró sobre la cúspide del mundo, lo llamaban de muchos nombres de los cuales sólo le causaban gracia.

Así fue durante décadas, hasta que en uno de sus paseos nocturnos conoció a un campesino de las tierras del reino Gryffindor, en su mente nunca se le pasó la opción de matarlo ya que el joven se encontraba a la orilla de un lago murmurando por lo bajo. Sin saber que lo había impulsado se acercó, pensó que el joven gritaría de miedo cuando reconociera la máscara pero este solo parpadeó confundido a su dirección. El tiempo se detuvo cuando los ojos verdes se encontraron con los de color carmín, el chico se levantó y con una sonrisa tímida le dijo:

-¡Hola, me llamo Harry! ¿Me puedes ayudar? Es que me adentré al bosque y me perdí por lo que no encuentro la salida-

El Lord se sorprendió ante la pedida de auxilio, miró por el bosque encontrando que ese lugar estaba muy lejos del pueblo Gryffindor, lo ayudó a salir de ese lugar y en medio de la caminata el joven Harry comenzaba a parlotear sobre cómo se había perdido, ya que había querido ayudar a su padre buscando hierbas medicinales en el bosque, su padre se había enfermado porque trabajaba para tener dinero para las necesidades, le contó que vivía solo con su padre porque su madre falleció por una enfermedad y no pudieron comprarle medicamentos, desde entonces su padre se había encargado de salir adelante con él mientra Harry se encargaba de los quehaceres de la casa.

El muchacho parecía no tener más de 17 años pero tenía una cálida sonrisa a pesar de los problemas que pasaba, llegaron a una pequeña cabaña a las afueras del pueblo en donde una vela mantenía el interior iluminado. El padre del joven estaba dormido sobre la mesa con su ceño fruncido, al parecer preocupado por la ausencia de su hijo pero al estar débil no pudo hacer mucho. Harry se acercó a llamarlo, cuando abrió los ojos comenzó a llorar por encontrarlo bien y se alivio al ver que no estaba lastimado, el padre, que se presentó como James, agradeció al Lord por haber ayudado a su pobre hijo.

Le invitaron a comer como agradecimiento, aunque se negó la insistencia del par logro ganarle por lo que se sentó con ellos en la mesa, a pesar que no era una exquisitez como los de la realeza, encontró la comida deliciosa no sabia como estaba hecha la sopa pero la calidez que brindaban el par de padre e hijo hizo la comida amena, la máscara nunca fue quitada pero eso no causó preocupación en el par. El Lord fue convencido para quedarse a dormir, aunque no era necesario pero la hospitalidad de ellos lo hizo incapaz de negarse.

El tiempo paso y comenzó a ser un invitado frecuente para el par de padre e hijo, tanto que sus batallas y ataques anteriores dejaron de ser frecuentes. Ayudaba en la casa del par Potter, el cual supo cuando pregunto, eran un poco torpes y despistados pero muy amables, se sintió alguien más de esa familia.

Pero.....Los tiempos buenos nunca duraban.

Dos magos lo retaron para que peleará con ellos, el Lord no pudo más que aceptar el reto ya que podía poner en peligro al par Potter y a sus fieles seguidores. Los magos se llamaron Merlín y Morgana, quienes querían detener el reinado de terror del Lord Voldemort.

Para ese tiempo el Lord había comenzado una relación con el joven Potter y no pudo más que revelar sus orígenes al igual que desaparecer para poder combatir al par de magos formidables. El joven Harry no pudo más que llorar pero el Lord se había asegurado que no les faltara el dinero al irse, pero ese no era el problema, el chico estaba embarazado de un par de gemelos y su padre lo apoyo en todos momento. Mantuvieron el embarazo en secreto ya que no podían enterarse que eran los hijos del Lord más temido de todos los siglos, podían matarlos si se enteraban de ellos.

Los meses pasaron y el nacimiento de los gemelos se acercaba, la guerra de los magos y el Lord aún se mantenía en su apogeo. Nacieron un niño y una niña, quienes tenían un color extraño de ojos ya que el verde y el rojo parecían fusionarse en ellos. No tuvieron mucho que celebrar ya que enemigos del Lord los encontraron, huyeron con los niños hasta llegar a un convento del reino Gryffindor y dejar a los niños ahí, era peligroso si se los llevaban con ellos.

Lord Voldemort seguía en su lucha, no podía dejar que le ganarán a pesar que tuvo muchas bajas de sus Mortífagos. Hasta que cayendo en una trampa quedó sellado junto con su castillo y Los Caballeros de Walpurgis por siglos, los magos ganaron pero solo porque habían logrado distraer con éxito al Lord con una ilusión. En otra parte el par de padre e hijo se separaron en una turba que peleaba en una ciudad, James fue sellado dentro de un collar esmeralda y Harry desapareció para no ser visto más.

Los niños fueron separados en el convento, la niña llegó bajo la tutela del Rey Gryffindor y el niño fue a parar bajo la tutela del Rey Slytherin, siendo cuidados por ellos sin conocer sus verdaderos orígenes ni quienes fueron sus padres.

Algunos años después el sello que mantenía al Lord se había debilitado y su ira sería imposible de ocultar.

Y Morgana ocultaba un secreto que reveló después de la muerte de su compañero.

Caminos EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora