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Delphini soltó un gruñido cuando un hechizo voló sobre su cabeza, miró con ira a la mujer que los seguía junto a sus secuaces. Los reyes también apretaron los dientes de impotencia, apenas lograron crear una distracción para escapar a lo profundo del bosque, pero al parecer no fue de mucha ayuda ya que Morgana los siguió a los minutos.

-¡Hay que adentrarnos más!- exclamó Godric corriendo detrás de los jóvenes para evitar un accidente de ellos.

-¡Estas loco!¡Si llegamos más profundo nos pondremos en peligro!- gruñó Salazar preocupado.

-¡Pues elige!¡Las bestias o Morgana!- se desespero el Gryffindor.

Sus amigas se mostraron indecisas, pero la flecha que llegó a un lado de ellas hicieron que estuvieran de acuerdo. Jade apretó los dientes mientras sostenía la mano de Hermione para que no se quedara atrás, Delphini sostenía a Neville, el cual estaba mostrando rastros de fatiga y una expresión confusa.

-¡Atrapenlos!- ordeno Morgana molesta, quería matar a esos tipos cuanto antes.

Al tener ese pensamiento presente no se dio cuenta que el camino que eligieron los monarcas y los herederos era familiar. Estaba más ansiosa de asesinarlos que pensar sobre el molesto presentimiento que tenía.

Delphini miraba entre los árboles tratando de encontrar una salida a tan desfavorable situación, sobre las hojas notó una estructura que no reconoció pero que supuso podría ser una guarida, así que se desvió a esa dirección con sus maestros y amigos a pesar que se confundieron un poco ante el abrupto cambio en su camino.

-¿Delphini?- cuestionó Jade cansado, sus piernas estaban empezando a doler.

La chica no le respondió, siguió corriendo hasta que pudo ver que se trataba de un escalofriante castillo sobre un acantilado. Los reyes notaron el castillo y supieron que era una mala decisión entrar a ese lugar.

-¡Chicos!- llamaron los monarcas sosteniendo las manos de sus respectivos estudiantes.

Pero no contaron con que Morgana lanzará un hechizo explosivo que los mandara volando dentro de los límites del lugar. El grito de las ocho personas se escucho con fuerza y uno más que no sabían de donde salió, los monarcas y los herederos giraron su cabeza al momento que cayeron frente a la puerta del castillo, solo para ver la figura de un hombre castaño golpear la puerta principal y lograr abrirla para sorpresa de todos.

Morgana se detuvo justo a tiempo después de reconocer el lugar y casi chocar contra la barrera, que sabía, rodeaba la infraestructura con gran fuerza.

-Chicos- llamo Godric a los jóvenes cuando vio al hombre levantarse del suelo mientras se quejaba.

Salazar apunto con su bastón al tipo y sus amigas se pusieron a la defensiva, el problema de Morgana podía ser evitado momentáneamente ya que la vieron luchar contra una barrera invisible. Su preocupación era saber quien era el hombre que había aparecido de la nada.

El hombre se giro confundido y admirando sus alrededores, hasta dar con las personas que lo apuntaban amenazadoramente.

-¡¿Quiénes son?!- chilló asustado y retrocediendo unos centímetros.

Los monarcas vieron con claridad los rasgos del tipo, era de piel acanelada y unos ojos color avellana, su pelo revoltoso era castaño y parecía tener unos 30 años de edad. A Godric pareció ver cierta familiaridad en el hombre.

-¿Quién eres?- cuestionó Salazar sin inmutarse ante el actuar del castaño.

-Soy....soy James Potter, un ciudadano de Gryffindor- respondió titubeante ante las intimidantes presencias de los adultos.

Caminos EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora