𝑒𝑟𝑜𝑠

конец

[final]

no darás falso testimonio ni mentiras...

la religión suele encadenar a la gente, en un mundo lleno de hipocresía barata, lucrandose de creencias que al menos para Dazai no tenían ningún sentido ni ahora ni nunca.

Fyodor Dostoyevsky se había ido, ni siquiera había sido capaz de verle por última vez ni hablar con el para expresar sus sentimientos, pero sinceramente ¿hubiera sido capaz? no, claro que no.... eso era lo que mas le molestaba de sí mismo, su misma hipocresía; había salido de la iglesia, caminaba por las calles de aquel pueblo silencioso, frío y solitario... probablemente un frente frío se acercaría muy pronto, sin duda

buscar a Fyodor le parecía ridículo y sin razón justificable, después de todo ciertamente lo que le habían dicho sus amigos parecía tener sentido, Chuuya dijo que seguramente el era un juego para él joven ruso, experimentar sexualidad humana... era tan evidente –Si tan solo estuvieras aquí... Odasaku– sonrió un poco mientras miraba sus pies cubiertos de la blanca nieve que caía del cielo –todo lo que quiero me sale mal... todo lo que amó pierdo, es tan ridículo, Akutagawa tiene razón... el amor es un sentimiento estúpido que solo sirve para dañar, el amor es una debilidad– murmuró para sí mismo mientras caminaba sobre las frías calles, sin embargo al pasar cerca de un lago escucha un particular sonido, cuchillas raspando el hielo...

ese sentimiento.. se llamaba esperanza, un sentimiento cruel y despiadado que solo provoca falsas ilusiones en un mundo falso y podrido.

caminó rápido hasta llegar hasta el lago, ahí lo miró, patinando mientras traía un gorro blanco y ropa abrigada; Fyodor aún no lo podía ver, estaba demasiado concentrado en sus propios movimientos que ignoraba todo a su alrededor -¿que debería hacer?- se preguntó a sí mismo

-habla con él-

escuchó detrás suyo, al voltear se encontró con el albino quien lo había estado siguiendo desde que salió de su casa -Astushi...- musitó; el mencionado bajo la mirada por unos segundos -Dazai yo..

-¿porque le dijiste eso al sacerdote?- preguntó interrumpiendo las palabras del menor, quien jugó con sus manos por unos instantes -escucha... desde que te conocí yo he estado enamorado de tí, pero Odasaku ya estaba contigo.. te juró que yo no tuve nada que ver con su muerte, ustedes eran tan discretos que para mí fue muy extraño y reaccione así.. lamento lo que pasó ese día ¡de verdad yo jamás quise que mirarás como lo asesinaban! sí ¡estoy enamorado! pero no sería capaz de eso... Luego de su muerte tú te alejaste de todos nosotros y después te reuniste con Fyodor, esta vez yo... le dije lo suyo al sacerdote por.. por.... celos, envidia... ustedes dos ni siquiera tenían algún futuro

-callate- interrumpió de nueva cuenta el castaño a todas aquellas palabras, Astushi suspiró resignado a que el castaño no cambiaría de idea -lo siento Dazai... ¡de verdad lo siento!- el menor comenzó a derramar lágrimas frente al castaño, quién por un momento sintió lastima

sin embargo...
miro nuevamente a aquella laguna donde aun se encontraba el ruso patinando sobre el hielo -Tienes razón Astushi, yo y Fyodor jamás hubiéramos podido estar juntos, pero... ¿que te hace creer que me interesas?- hablo sin ningún tipo de anestesia, simplemente lo había soltado sin mas, fríamente, ignorando como de los ojos del menor caían lagrimas por aquellas crueles palabras.

-¿que forma de hablar es esa? no tienes ni el mas mínimo tacto-

el castaño suspiró, mirándo hacía atrás donde se encontraba el sacerdote, en ese momento... era su oportunidad ¿que debería decirle? "Te amo de forma incondicional, espera por mí, hagamos una vida juntos... eres simplemente mi ágape; renuncia a todo por mí así como yo renunciaré a todo por ti" eso quería, eso ansiaba expresar con sus palabras... pero por alguna razón que desconocía su boca había dicho -¿te importa? creí que te habías ido a otro estado, pero veo que sigues aquí- para estas alturas el albino simplemente se había ido del lugar completamente decepcionado y con el corazón roto realmente.

el sacerdote observó el rostro del castaño frente a él, podía percibir aquella agonía y dolor... sabía que así como él estaba ocultando lo que de verdad sentía, cambiando esos sentimientos por desinterés por el otro ¿Pero por qué lo hacía? ni siquiera él era capaz de comprenderlo, si ambos se amaban ¿cuál era el problema? ¿porque no podían intentarlo al menos?

es sencillo.

"amarás a Dios sobre todas las cosas"

-Quise patinar antes de irme- eso salió de la boca del ruso, sin embargo realmente quería decir "ansiaba verte al menos por una última vez, antes de irme.. pero si me dices te amo podría renunciar a todo de una vez por todas"

-ya veo, ni siquiera te despediste de mi antes de irte; pensé que eramos amigos- habló con un pesar "fingido" cosa que no era. Fyodor suspiró mirándole directamente, tanto que Dazai retrocedió por instinto -sabes que esto no tiene sentido, es mejor así, lo que pasamos juntos debe quedar en el olvido, se que lo sabés- contestó y después tomo el mentón del japonés alzando su rostro, acariciando su cabello con suavidad -tienes razón- contestó Osamu con una ligera sonrisa torcida, agregando poco después -besame una última vez- pidió y como si Fyodor hubiese estado esperando esas palabras beso al castaño, uniendo sus labios en un beso y no uno cualquiera, ese era un beso de despedida.

y sin marcha atrás

muchas veces, aquellos encuentros, esas caricias, esos sentimientos que estuvieron ocultos en el alma jamás saldrán... el rechazó mutuo duele pero, eventualmente sanas tarde o temprano, ellos estaban dispuestos a olvidarse y pretender que simplemente no existían; el amor de la vida real no triunfa, a menos que simplemente sea Eros.