ASHLEIGH
La primera vez que me encontré con Blake, no fue en las mejores circunstancias, el estaba dañado física y mentalmente, ambos estábamos perdido en un mundo fuera de si que nos llevaron a convertirnos en lo que éramos en ese momento, dos jóvenes -adultos lejos de volver a querer soñar, de vivir; y que incluso, la única salida que teníamos, era la soledad. Pero, sin embargo, el destino nos unió siendo ambos diferentes, él era inestable, y yo aquella chica débil, que saco fuerzas para estabilizarlo. Incluso en sus peores momentos para permanecer juntos. Donde él era aquella oscuridad llena de misterio y melancolía, que recurría a las drogas para evadir la vida tan solitaria que llevaba. ¿Qué tan dañado estabas, Blake? ¿Por qué recurrir hasta aquel camino para olvidar lo que te hizo volver tan frio y depresivo? Yo no sabía que tan difícil seria mi vida, hasta que te conocí.
Y camine hasta a ti como un imán, porque a pesar de que sabia lo peligroso que eras, no me importo y fui hasta a ti. Porque después de todo, ambos pertenecíamos en un mismo mundo. No fue un amor como en aquellas telenovelas que solíamos ver de pequeños con aquel romance apasionado, no, el de nosotros fue un amor más profundo y lleno de posesiones, que tú y yo definimos a nuestra manera, que creamos un lugar para cuando quisiéramos olvidarnos de nuestros problemas, y que lugar más perfecto que tú y yo. Donde para conseguir estabilidad tuvimos que arriesgarnos a tal punto de debilitarnos y acabar con aquel romance fuera de lo común.
BLAKE.
No puedo decirte que te amo porque no se si esto lo sea, solo quiero dejarte claro que eres mía y que daría mi vida por ti.
Podrían llamarme loco o psicópata. ¿Aunque. Que mas daba si después de todo eso era? La gente me catalogaba como eso y no la juzgaba, siempre había sido eso. Muchos me decían que mi forma de amar a las personas era retorcida ¿y porque no darle ese toque de locura a todo? ¿Por qué eso era loco, no? Recuerdo que en mi niñez nunca fui compartido con mis cosas, a mi madre no le gustaba mi forma de demostrar que lo era que mío, por ende me pertenecía solo a mi y que nadie debía tocarlo. ¿y porque no? No compartes lo que mas te gusta con cualquier persona. Lo cuidas como a nadie y tratas de mantenerlo en lugar seguro: donde los enemigos no puedan entrar. Y eso estaba bien.
Así crecí, dejando claro que lo que era mío no se tocaba, en especial eso que consideraba super valioso. Aplique eso en mi vida incluso con las novias que llegue a tener antes de ella, muchas huían despavoridas por mi actitud, recuerdo que una vez los padres me mandaron orden de alejamiento, pero no me importaba, esa era mi forma de ser. Era mi forma de demostrar mi amor. Hasta que llego ella: Ashleigh. Mi Ashleig.
Ella estaba dañada al igual que yo—o eso creí—ella también amaba de esa forma retorcida que la gente odiaba, incluso me demostró su amor como nadie lo había hecho antes, y me sentía bien con ella, supe que Ashleigh era la chica que estuve buscando.
Amaba cada parte de ella, desde los rasgos de su rostro, su forma de ser hasta cada linea que adornaba su cuerpo, donde la hacen lucir perfecta, ella lo es, siempre lo ha sido. Admiraba la capacidad que tenia para amar a los seres que le importaban, y por eso me enamore de ella. Por eso y mucho mas.
Ashleigh era mía y por eso había decidido tenerla solo para mi. Por eso había decidió encerrarla y poder hacerla mía cada vez que me plazca, porque ella era buena y sabia que no tendría problemas en complacerme con tal de verme bien.
Amaba a Ashleigh y siempre lo haría. Seria capaz de matar a cualquier persona que quisiera arrebatármela. Y aunque el mundo no lo entendería y me tildara de loco, jamás la dejaría.
Fue tan fácil traerla hacia a mi....Ella estaba tan mal.
E iba amarme.
Aunque eso le costara la vida...
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Weak ©
Teen FictionAshleigh tiene grietas ocultas que le da miedo mostrar por miedo a ser juzgada o rechazada. Pero que sin embargó lucha cada día por ser la chica "perfecta" ante los ojos de sus padres y de la sociedad mientras batalla con los demonios de su interior...