Todos conocen lo que está escrito en el libro Historia de la Magia, los cuatro fundadores.
Godric Gryffindor, Helga Hufflepuff, Rowena Ravenclaw y Salazar Slytherin.
Cuatro casas, con valores para poder ser calificados en aquella que más representa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Año 915. Hanns POV.
⇢
¿Cómo había llegado a esto? Realmente no tenía la más mínima idea. Eran las vacaciones de verano y no había ningún alma.
Bueno, aparte de los elfos domésticos. Rowena, Helga, Godric y Salazar. Escuché una estruendosa risa a mi izquierda donde estaban Godric y Rowena.
Cierto, lo olvidaba, también estaba Merlín con nosotros.
¿En qué estaba pensando cuándo dejé que esa serpiente escurridiza me persuadiera con que él podría ser un Profesor más del castillo?
Ah claro, en que los niños podrían aprender sobre Runas Antiguas. Por la Magia, que horrible dejarme influenciar por un niño.
—Oh, vamos Hanns. Sabes que amas tenerme aquí.— Habló a mi izquierda con la burla palpante en su tono de voz y juraba que estaba riendo el imbecil.
Cerré los ojos intentando mantener la calma, debía recordar porque había dejado que ese maldito humano me había convencido para quedarse en Hogwarts a trabajar.
Recordaba la graduación, justo como si hubiera sido ayer. Luego llegaron las vacaciones de verano y solo estaban los Fundadores junto a sus parejas, hasta que dos semanas después, llegó él.
Entro por las puertas del Gran Comedor abriendolas de par en par, prácticamente había corrido hacia mi con un pergamino en mano y lo había puesto prácticamente sobre mí cara. Y al leer el pergamino, de trataba de una propuesta de trabajo de Merlín hacia él.
Ese mago humano quería ser el maestro de Runas Antiguas de Hogwarts, al principio –por ser la mañana– había dejado que se quedara a almorzar mientras hablábamos de eso, y de un momento era el maestro de Runas Antiguas.
Volví a suspirar. Llevaba alrededor de seis años ya trabajando como Profesor aquí en Hogwarts, había inventado muchos hechizos junto a Rowena, descubrió nuevas plantas junto a Helga y había descubierto Pociones peligrosas con su antiguo Jefe de Casa, Salazar.
El único con quien aún no había tenido el honor de ir de aventura, era con Godric.
Aunque pareciera que ninguno de los dos tenía ánimos de quedarse a solas y hacerse amigos. No entendía en absoluto a Godric Gryffindor.
❝Godric. ¿Podrías permitirme hacerte una pequeña pregunta personal?❞
Mis palabras sonaron en mi consciencia y en la de Godric. Éste detuvo su mano tomando una porción de su almuerzo y dando un leve asentimiento, imperceptible para los demás.
