Represalias.

El destino.

Las bonancibles calles del barrio de Fillmore District, la zona más tradicional de San Francisco, travesías enteras de gente adinerada y muy convencional. Infinidad de establecimientos de todo tipo de géneros. Era el barrio perfecto para pasar, sin duda, desapercibido.
En Fillmore también se podían hallar cientos de edificios históricos. Entre ellos estaba mi lugar favorito, la Biblioteca Pública de San Francisco. Main Library, del mismo barrio.
Pasaba gran parte del tiempo en ese lugar, leyendo alguno de mis escritores favoritos cómo Frederich Nietzsche, Platón, William Shakespeare y cómo olvidar a nuestro queridísimo Miquel de Cervantes. Lugar idóneo para olvidar esta aristocracia tan repulsiva.

Estaba en el pasillo del sector de Filosofía, ojeando un libro que se titulaba: "Ulises" de James Joyce. Habían aproximadamente unas 6 personas en la misma sección, dado que es la menos vista por la gente de hoy en día. Cuando de pronto me pareció ver a la misma mujer del día anterior, husmeando por estanterías horizontales.

- ¿Que haces tú aquí?

Me preguntaba eso en mi cabeza. Sin duda no me esperaba que la chica deleitosa de la fiesta, la que le encantaba llamar la atención, estuviera aquí, en un lugar tan poco convencional.

Empecé a moverme por los pasillos para confirmar que no estaba loco.
Y entre búsquedas interminables, ahí estabas. Parada mirando, si no vi mal, un libro de Virginia Woolf.

- Gran elección.- Pensé.

Todo fue excelente hasta que me percaté de que caminabas hacia mi.

- Eres el chico de la fiesta, ¿Verdad?

Dios no sabe lo bien que olías. Llevas el pelo suelto y un collar que a juzgar por lo que veo, seguramente sea una reliquia familiar.
Desprendes una inusual confianza y carisma. Tenía razón, te encanta llamar la atención.

- Correcto, tu debes ser Elizabeth Gallagher, ¿Estoy en lo cierto?

No me juzguéis, se que es ella, pero me complace hacerme de rogar.

- Correcto- sonrió- ¿Puedo saber que haces por aquí? No me esperaba a un hombre cómo tú en un lugar cómo este.

¿Un hombre cómo yo? Soy cómo un Reinaldo Arenas Fuentes en pleno siglo XXI, incluso mejor se podría decir.

- Aquí todos me han visto alguna vez- contesté- prácticamente parece que vivo aquí.

- ¿Y tu nombre es...?

- Elliot Winter.

Pareció sorprenderle mi nombre, no es de extrañar, tengo un nombre sencillamente dadivoso.

- Pues ya que conoces esto, ¿Porque no me ayudas a buscar un buen libro de Virginia Woolf?

¿Estás ligando conmigo? Me pregunté para mis adentros.

- Claro.

Sin pensarlo me encontraba entre libros buscando a la autora.

- ¿Que te parece "Al Faro"?

Al faro es la quinta novela de Virginia Woolf, publicada el 5 de mayo de 1927. Esta novela es un hito del alto modernismo. Manipula hábilmente el tiempo y la exploración, un clásico.

- ¿Me lees la mente?- sonrió y automáticamente bajó la mirada al libro.- pues si me lo recomiendas tú, será bueno.

Sin duda estaba ligando conmigo.

- Bueno, gracias por tu ayuda, debo irme, mis amigas me están esperando.- extendió su brazo para estrechar su mano con la mía.- Encantada, Elliot Winter.

No sé vosotros pero... Esta chica tiene algo.

- El placer es mío, Elizabeth Gallagher.

Sonreí, un tanto pretencioso. Acto seguido sonrió y dió media vuelta para bajar a recepción.

Me limité a dar vueltas con el libro de "Ulises" en la mano, cuando de pronto, un trabajador de la biblioteca llamado Bryce Harper, un hombre no muy alto y doncel, y que me conoce desde que trabaja aquí, decidió sobresaltarme por detrás.

- Te estaba tirando las fichas tronco.

Su mirada de alelamiento dejaba mucho que desear.

- No Bryce, solo le he ayudado a encontrar un libro, no supongas tanto.

- Tienes su nombre, ¿No es así? - preguntó con una sonrisa de oreja a oreja- Puedes buscarla.

Empecé a caminar hacia el ventanal mientras seguía sonando la intratable voz de Bryce y vi a Elizabeth cruzar la calle.
La gente siempre decepciona, ¿Verdad?
Pero, y que hay de tí Elizabeth, ¿Tú eres igual que toda esta muchedumbre?