dos

146 19 1
                                    

Ya había pasado una semana y ahora Takashi comía todos los días con Kyomi, aún que esta apenas hablaba.
Ella no lo admitía, pero a pesar de ser una persona a la que le agradaba estar sola, no estaba mal estar en compañía de vez en cuando.

Ese día Mitsuya no había asistido a clases por lo que la mayor de los Kimura decidió quedarse a almorzar en su aula. Siempre había estado sola, pero por alguna razón, después de estar tantos días en compañía del peli-lila se le hacía raro no estar con él en el descanso.

Cuando terminó su comida fue a los baños antes de tener que volver a dar clases.
Solo habían dos chicas en el lavabo, una rubia sentada encima del mármol y una castaña apoyada en este mismo.

Ingresó en uno de los cubículos y antes de salir después de hacer sus necesidades escuchó las dos voces femeninas hablando.

ー Sí, y entonces Kimura le entregó una carta a Miwa y le dijo que le gustaba. ¿Te lo puedes creer? Como si ella fuera a corresponder los sentimientos de ese don nadie– ambas se rieron.

¿Estaban hablando de su hermano?

Decidió seguir escuchando antes de hacer algo.

ー Pobre Miwa, debió de ser vergonzoso– la otra chica habló– ¿Enserio pensó que tendría posibilidades con ella?

Kyomi decidió que ese era el momento de salir, así que lo hizo dando un portazo haciendo que las otras dos se sobresalten.

ー Perdonar, ¿estais hablando de Kimura Shuntarō?– preguntó intentando mantener la calma.

ー Sí. ¿Por qué la pregunta?– contestó la rubia bajandose de dónde estaba sentada.

ー Oh, porque es mi hermano, y no pienso dejar que nadie se ría de el– dijo empezando a fruncir el ceño– ¿Pensáis disculparos?

ー No tenemos por qué disculparnos, el no ha oído nada y es nuestra palabra contra la tuya– sonrió con sorna.

La rubia le seguía contestando a Kyomi mientras que la castaña miraba la escena con un poco de temor.

ーAdemás, viéndote a tí, lo de feo viene de famila. Si ellos son así no me quiero ni imaginar los padres.

« tranquilízate Kyomi, mantén la calma »

ー No hables así de mi familia. Y déjame decirte que para criticar a los demás primero debes mirarte al espejo y cuestionarte a ti misma, ¿o es que acaso eres tan insegura que tienes que hablar mal de los demás para sentirte más que ellos? Que patético.

ーTu hermano sí que es patético. ¡El y su estúpida declaración a la estúpida de Miwa lo han arruinado todo! ¡Cómo siempre el inútil de Shuntarō se mete en todo y lo estropea! No es más que un estorbo.

ーKaede, creo que deberías calmarte...– la intentó apaciguar su amiga.

ーNO, es que parece ser que la estúpida hermana del inútil de Shuntarō no entende nada. Porque al parecer su familia tiene el gen de la idiotez, porque eso es lo que sois. ¡Unos estúpidos don nadies fracasados!

El puño de Kimura impactó contra la cara de la rubia, así dejándole un ojo morado.

. . .

Dios mío Kyomi, ¿cómo vas a pegar a alguien? Encima menor que tú. ¿No ves que te pueden expulsar?– Mai regañó a su hija.

ー Pero mamá, estaban hablando mal de Shun. No iba a dejar que se fueran de rositas– reprochó.

ー Entiendo perfectamente que quisieras defender a tu hermano, pero no hace falta llegar a ese extremo. ¿Enserio te es tan difícil controlar tus impulsos?

ー Pues sí mamá, se me hace difícil. Ya sabes que pierdo el control y no sé gestionar bien mis emociones ni mis actos– dijo empezando a frustrarse– Sé que eso no justifica lo que hice, no debí recurrir a la violencia. Pero tal vez si tú y papá intentarais ayudarme o por lo menos interesaros más por mi, yo sabría cómo actuar bien en estas situaciones y podría llevar el control sobre mí misma.

ー Me da igual, aprende a controlarte o si no tendremos serios problemas, ya eres lo suficientemente mayor– Kyomi decidió ir a su cuarto para calmarse antes de decir cualquier cosa de la que después arrepentiría.

Se tiró bocabajo en la cama y ahogó sus gritos en un cojín, desahogandose.

La puerta fue tocada tres veces. Se enderezó y se sentó en forma de indio sobre la cama mientras murmuraba un "pasa".

ー Muchas gracias por haberme defendido– el menor se asomó por la puerta. Le hizo una seña para que entrara.

Cerró la puerta detrás de él y se acercó sentándose de igual manera que Kyomi en el colchón. Tenía cara de cachorrito mojado.

ー No tienes que darme las gracias, nunca dejaré que te pase nada malo– Kyomi sonrió.

ー Ya, pero por mi culpa mamá te regañó– hizo un puchero y lo rodeó con sus brazos.

ー Shun, eres mi hermanito pequeño, haré todo lo que sea por tí, ¿si?

ー Ey, no soy tan pequeño. Me sacas solo dos años– ambos hermanos rieron.

 Me sacas solo dos años– ambos hermanos rieron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

capítulo editado.

– dita ⋆

𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝘁 ⋆ 𝗍𝖺𝗄𝖺𝗌𝗁𝗂 𝗆𝗂𝗍𝗌𝗎𝗒𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora