Kyomi caminaba por los pasillos vacíos de aquella estancia. El eco de sus zapatos resonaba en las paredes mientras estos iban vagando sin destino fijo.
Se estaba saltando la clase de historia, no pensaba volver a ver a aquella mujer que la humilló frente a toda la clase.
Pasó delante del aula con cautela de que no la descubrieran, cosa que hubiera funcionado a no ser de que Mitsuya si que logró verla.
ー¿Puedo ir al aseo?– pidió permiso el peli-lila a su maestra y está se lo concedió.
Se apuró en salir del aula para ir con la fémina. Al llegar a su lado la agarró de la muñeca deteniendo su andar.
ー¿Qué haces?– preguntó Kyomi.
ー¿Qué haces tú? ¿Por qué te saltas la clase y caminas por los pasillos como si nada? Te pueden sancionar– interrogó Takashi.
Ambos escucharon los pasos de una persona acercándose, por lo que Mitsuya se metió al armario del conserje arrastrando consigo a la chica.
ー¿Y ahora qué haces?– volvió a pregunta Kyomi y solo recibió un gesto de silencio por parte de su acompañante.
Los pasos se hacían cada vez más lejanos por lo que Mitsuya suspiró aliviado.
ー¿Me vas a responder o nos vamos a quedar aquí callados para siempre?– la fémina golpeaba su pie contra el suelo con nerviosismo repetitivamente.
ー¿Es que acaso no oíste que venía alguien? Mira, no sé tu, pero yo no voy a dejar que nos sancionen a ninguno de los dos– se atrevió a contestar.
ーBueno, vale– Kyomi rodó los ojos– Entonces, ¿te estás saltando la clase solo por mí?– se acercó peligrosamente a el con el propósito de ponerlo nervioso.
ー¿Qué? No, bueno sí. A ver, te vi pasando frente a la clase y se me ocurrió seguirte– explicó con rapidez–, pero no en modo acosador ni nada, no pienses eso de mi– la risa de Kimura interrumpió a Takashi.
ーEstá bien, lo entiendo.
Después de esa contestación, ambos se quedaron en un silencio incómodo.
En ese corto rato Kyomi se quedó pensando si debía de darle las gracias o no. Al fin de al cabo, Mitsuya le había salvado de ser sancionada
ーSupongo que está bien que hayas hecho eso– habló por fin la pelinegra.
ー¿Qué?– contestó el chico confundido.
ーQue está bien que me hayas arrastrado hasta el armario del conserje para que no me descubran.
ーOh, ¿estás intentando darme las gracias?– preguntó Takashi con una sonrisa divertida, haciendo sonrojar a Kyomi– Mira, repite conmigo: "Gra-ci-as". Vamos, sé que puedes.
Kyomi entrecerró sus ojos dándole una mirada amenazante a su acompañante ante las burlas que estaba recibiendo de el.
ーEres tonto– espetó antes de salir del armario.
ーOh, vamos, no te enfades de nuevo, gruñona– Mitsuya fué detrás suya.
ー¿Gruñona? ¿Ahora soy una gruñona?
ーBueno, un poco sí– sonrió ampliamente– Me temo que ya debo volver a clase...– dijo caminando de espaldas mientras metía ambas manos en los bolsillos de su pantalón– gruñona.
. . .
Una avalancha de adolescentes salían corriendo de la institución para irse a su casa en el instante en que la campana sonó indicando el final de las clases. Kyomi esperaba tranquilamente a que su hermano menor saliera para irse juntos a casa.
Por otro lado, Mitsuya iba hablando con Pehyan, o así fue hasta que vio una cabellera azabache con reflejos violetas. Despidiéndose así de su amigo se encaminó en dirección a la chica.
ーHey Kimura, ¿quieres que te lleve a tu casa?– preguntó enseñándole las llaves de su motocicleta.
ーYa te dije que me llamaras Kyomi, no por mi apellido– se quejó ella.
ーPues en ese entonces; tu llámame a mi por mi nombre también. Así estamos mano a mano, ¿qué te parece?
ーMe parece justo, Takashi.
El de cabellos lilas sintió una extraña sensación al oír esa dulce voz pronunciar su nombre.
ーY respondiendo a lo de llevarme a casa; no gracias, estoy esperando a mi hermano para irmos juntos.
ーEstá bien, entonces te acompaño esperándolo.
ー¿Estás seguro? Este niño es muy lento y puede llegar a tardar mucho en salir.
ーNo hay problema, no tengo prisa alguna– se encogió de hombros despreocupadamente.
Y después de esperar cinco minutos más entre charlas triviales, Shuntarō Kimura salió del centro educativo.
ー¡Por fin sales!– exclamó la hermana mayor– de verdad que no sé cómo puedes vivir a ese ritmo de tortuga.
ーRelajate hermanita, que no es para tanto– dijo con calma– Hola, soy Kimura Shuntarō. El hermano menor de este desastre– se presentó ante Mitsuya.
ー¿Perdona? Aquí el único desastre que hay eres tú– contraatacó Kyomi.
ーYa, pues me temo tu habitación no opina lo mismo. De verdad, deberías verla, es un completo asco– se dirigió al pelimorado al decir lo último.
Takashi miraba la interacción entre ambos hermanos con diversión y entretenimiento.
ーQue más da eso. Shuntarō, este es Mitsuya Takashi; mi amigo.
Espera, ¿amigo? ¿Acaso Kyomi acababa de decir que eran amigos? Sin duda, esto era algo que no se esperaba.
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holaa :) estoy de vuelta, y esta vez tengo intenciones de estar más activa.
me gustaría ir informandoos de que días actualizaré y cosas así, así que había pensado en abrirme una cuenta de twitter, ¿qué opinais? ¿os parece buena idea?
también podría ir dando adelantos y pediron opinión en algunas cosas.
