un ángel.

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Se puede poner un final feliz cuando crees que la historia ya terminó?.

Park miraba la calle mientras sus lagrimas brotaban, su manitas estaban decaídas, y su mundo parecía explotar en cualquier momento. ¿cómo pudo creer en cosas banas?, ¿tan desesperado estaba por tener a alguien que le diera cariño, que permitió terminar en la soledad y con un bebe en camino?.

-fui un tonto, ¡un tonto!-se decía golpeando su cabeza. No podía olvidar el rostro del chico que amo, que le enamoró diciéndole qué el sería su única vida, su esperanza y su ilusión. Se sentía asqueroso, su cuerpo temblaba por sus lágrimas, su corazón se había destrozado. Ahora solo faltaba llegar a casa y enfrentar a sus padres, temiendo lo peor.

¿podrían sus padres apoyarlo cierto? El no estaría solo, y cuidaría a su bebé, fuese como fuese.

Desconsolado llego a su casa, afortunadamente solo estaba su madre, la cual tomaban un café en la comodidad de la sala. La señora Park se notaba tranquila, una mujer seria pero dulce, su hijo pensó que ella entendería y le daría su ayuda. Que equivocado estaba.

-¡madre podemos hablar!-estaba temblando y los nervios no daban.

La mujer a pesar de no poner su mirada sobre el solo asintió esperando a que su hijo hablase.

-Madre, puedes poner atención por favor.

-te estoy escuchando Jimin, ¿dime que pasa y por qué estás aquí cuando deberías estar en tu facultades?-preguntó la mujer elevando una ceja y ponerle suma atención.

El castaño suspiro, su madre no aparto la mirada.

-¿mamá tu me amas?-fue lo único que murmuró.

-claro que te amo cariño ¿Por qué me preguntas eso?-sonrió confusa. En ese momento ya había acaparado toda su atención en el.-Jimin me estás asustando y en serio necesito saber que te pasa.

El menor tomó aire dejando salir sus lágrimas asustando a su madre.

-¿Qué te ocurrió, que te paso hijo?-pregunto ella asustada. Jimin intento no llorar, pero era duro para el y temía lo peor.

-m-mamá. E-estoy preñado-los ojos de la mujer se abrieron en grande, el chico esperaba una respuesta, pero parecía que su madre estaba en shock, como una piedra.-¿madre?-una cachetada resonó por toda la sala. Jimin sobo su mejilla entre sus lágrimas, lo sabia ni el amor tan grande de una madre puede ayudarle.

-¡¡Cómo pudiste, como pudiste meterte con un desgraciado en ese lugar de bestias, como pudiste dejarte tocar. Eres una puta!!-Gritó la mujer colérica.

-m-mamá, por favor perdóname Y-yo!-la mujer negó, la revista cayó al piso con impotencia. La castaña daba vueltas en la sala, estaba furiosa como una leona enjaulada.

-¿Dime quien fue?. ¿DIME QUIÉN FUE EL MALDITO QUE TE TOCÓ?.-le sujetó de los brazos.

-mamá me lastimas-sollozó el menor, jamás había visto a su madre a si.

-no me importa ¡DIME!-exigió la mayor desesperada. El menor bajó la cabeza entre sus lágrimas.

-J-jeon, Jeon Jungkook-oh! Y claro que ella sabía quién era Jeon Jungkook. El hijo del jefe de su esposo. El joven y atractivo maknate de las compañías Jeon.

La mujer se alejó de su hijo tomando aire, necesitaba respirar. Jimin sollozaba. No podía soportar la ira de su madre. ¿su padre, también le trataría como una puta?.

-¡escucha Jimin, irás con el padre de ese bebé, y le dirás que se haga cargo!-le apunto más molesta.-yo no dejaré que el futuro que tenía para ti, se vaya a la basura por tus piernas calientes. Estoy decepcionada-el menor seguía pequeño en su asiento soltando sus lágrimas.-será mejor que vallas ahora, por qué cuando tu padre venga, el no será ni lo negro que fui yo, el te matará.

¿Appi quien es mi papà?.  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora