¿Appi quien es mi papà?. Kookmin

Promeblas inciertos.

Jungkook entró a la mansión Jeon, dejando el maletín tirado en le piso; su mirada buscaba a su madre la cual estaba en el sofá, sentada con una mirada que jamás había visto de ella, esperando lo.

—madre, ¿por qué no me dijiste que saldrías?, Tuve juego está tarde y no pude verte…

Su madre se levantó caminando asta él, Jeon seguía hablando asta que una pequeña pero perfecta cachetada le volteó el rostro. Él menor no musitó ninguna palabra, su madre elevó su mentón con sus lágrimas, moviendo sus dedos ante el ardor de ellos por tocar la piel de su hijo.

—¡estoy tan decepcionada de ti, jamás creí que fueras un imbécil!.

Jungkook agachó la mirada, empujando su lengua contra su mejilla. Jamás había escuchado la desesperación y dolor de su madre en cada palabra.

—dime, tu padre y yo te faltamos en algo?, tan poca cosa crees que es nuestro esfuerzo para que tú, solo uses a la personas, ¿dime es está la manera en la que yo té eduqué?. Te eh mostrado valores, te enseñe que una familia se respeta. ¡POR QUÉ PARECES QUE FUERAS UN DON NADIE PREÑANDO A DONCELES?.—gritó su nudo en su garganta.

Jungkook chasqueo su lengua, soltando una risa irónica.

—eres santa madre?.

La mujer abrió sus ojos con desdén.

—¿dime? Lo Heres? Por que si es a si, en este mismo instante quiero que me grites como una santa que eres. O es que a caso quieres que te recuerde qué ¡YOONGI NO ES DE MI PADRE!—una nueva cachetada dio en su mejilla derecha. La mujer temblaba de la furia y el dolor de las palabras de su hijo.

—eres patético Jungkook—ambos elevaron sus miradas hacía las escaleras donde un rubio, bajaba cada escalón con su rostro impasible.—sigues siendo un niño inmaduro cuando pronto tendrás veinte años.—el menor frunció su entrecejo apretando sus puños.—madre, puedes calmarte, padre no te odia por tus inseguridades—dijo el pálido mirando a su hermano frente a frente. Jungkook no se intimidaría  ante la mirada imponente de su hermano mayor.

Hania tomó asiento, respirando para calmar sus nervios y furia.

—Taehyung no está, sus cosas no están por igual, y yo me preguntó….¿por qué?—miró a su madre, esperando una explicación.

—esta con una puta—dijo Jungkook con odio.

—¡JUNGKOOK!, no te permito que digas eso!!—exigió la señora Jeon. Él menor le miró con sus ojos dilatados de la furia.

—me importa una mierda—decía subiendo las escaleras.—por mí que todos se vallan al carajo, ¡TODOS!.

La mayor cayó en el sofá sollozando. Yoongi suspiró sentándose con su madre, abrazándola. La señora Jeon apretó el traje de su hijo, desahogando sus penas.

—quiero conocerlo.

—lo intentaré, te llevaré con el, pero antes tengo que decirte la verdad.

El pálido asintió, escuchando a su madre.

—hace unos años, cuando estaba embarazada de ti, mí hermana estaba enferma, tenía cáncer

—tía Hyuna?—la mujer asintió, limpiando sus lágrimas.—la interne en los mejores hospitales. Gong a pesar de todo, tu padre…

El pálido sonrió entendiendo; la vida no es perfecta, y en cuanto más se ama a esa persona, a si es como una familia se perdona, Hania había cometido el error, aún que en verdad el destino le golpeó duramente, ya que la violación que sufrió, le hizo caer en depresión y su prometido, Gong en esa época, le dijo qué le ayudaría, estaría con ella y ese bebé en su vientre sería su hijo; por eso Yoongi tenía el apellido Jeon, por que nació en el matrimonio. Hania había visto el mismo dolor en Jimin, la historia estaba repitiéndose, y eso le comía el alma.