002

1.9K 232 56
                                    

Minho despertó abriendo sus ojos lentamente, estiró su mano en busca de la bolita que debía estar durmiendo a su lado pero no encontró nada. Se giró frunciendo el ceño.

Había decidido estudiar arquitectura al igual que su padre, era un trabajo que le apasionaba más cuando podía trabajar a lado de Changbin, quien había sido su ejemplo a seguir desde que era un adolescente. Su bolita en cambio se había decidido por estudiar informática, estaba muy orgulloso por el excelente trabajador que era.

— Hannie ¿Dónde estás? — lo llamó sin recibir una respuesta — Bolita, respóndeme — Se levantó de la cama dispuesto a buscar al chico que había logrado enamorarlo y que aún continuaba enamorado — Jisung, bebé, estoy hablando en serio.

— ¡Me puedes poner un radar para la próxima! — escuchó como el pelirrojo gritaba desde la cocina. Sonrió y comenzó a caminar en su dirección. Su bolita se encontraba sentado mientras comía, su hermosa gata llamada Afrodita estaba sobre sus piernas mientras ronroneaba.

Tadeo, el gato gordo, había fallecido hace un par de años lo que había puesto muy triste al pelirrojo, luego de pensarlo Minho decidió regalarle un gato aunque no fuera muy fan de los animales. Afrodita era una gata enorme de pelaje gris, a veces solía ignorarlo pero mientras fuera Jisung esa gata hacia lo que fuera. Después de que se le escapara y no volviera hasta tres días después, se enteraron que estaba preñada y así fue como Jisung convenció a Changbin que dejara a Seungmin tener una gata. Y como el rubio tenía una fascinación con su bebé le había permitido rápidamente, además de que al parecer quería a Jisung más de lo que demostraba.

— Me dió hambre y tú no despertabas, tuve que patearte para que me soltaras, desde ahora no te dejaré hacerme cucharita mientras dormimos porque después no me sueltas — comenzó a hablar apenas lo vio. El más alto se acercó para dejarle un pequeño beso sobre sus labios rojos.

— Hola, mi amor — le sonrió.

Changbin siempre solía hacer bromas sobre que Jisung había logrado domarlo ya que ahora era mucho más tranquilo y cariñoso, ahora él era la garrapata de su relación.

— Hola ¿Quieres que te prepare el desayuno? — preguntó sonriendo. Sus pecas seguían exactamente iguales, como estrellas repartidas sobre su preciosa piel.

— Yo lo hago, no te preocupes — le respondió alejándose para hacerse el desayuno.

— Me gusta que nos tomemos algunos días libres, no soporto tener que verte poco tiempo. Antes pasábamos siempre juntos, en clases, en los recreos y luego en tu casa o en la mía — hizo un puchero haciéndolo reír — Tenemos que visitar a tus padres porque Changbin me llamó.

— Al parecer a mi papá le está pegando fuerte la vejez — le respondió sentándose a su lado.

— No seas así, yo lo comprendo, no debe ser fácil dejar ir a un hijo. Mírame a mí que llore todo un día cuando tuve que dar en adopción a los bebés de Afrodita — le recordó. Sus conversaciones seguían siendo así, Jisung bombardeando información y él respondiendo algunas palabras. Minho no era una persona muy habladora así que amaba que su novio no tuviera cansancio para hablar.

— Menos mal la esterilizamos, ya no quería más gatos pequeños y llorones — se quejó arrugando su nariz.

— ¡Eran maravillosos! Mis cositas pequeñas — se quejó golpeando su brazo levemente.

Minho sintió como su celular sonaba avisando sobre una nueva llamada. Al ver la pantalla sonrió.

— ¿Qué pasa, papá? ¿Quieres que te visitemos ahora? — bromeó.

— No. Bueno, si quiero que me visiten pero no es para lo que te estoy llamando. Y primero que nada buenos días ¿Así te eduqué? ¿Dónde están tus modales? Al parecer los perdiste todos cuando te fuiste de la casa.

Padres 2 !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora