Se dice que muchas personas tienen momentos claves, estos empiezan desde que naces y traes alegría a tu hogar, cuando tus padres se tardan meses para elegir un bello nombre para ti, cuando das tus primeros pasos o dices tu primera palabra y eres la felicidad del hogar o cuando haces tu primer dibujo, dibujo que se queda pegado en el refrigerador y te conviertes en el orgullo de la familia aun que esa cosa ni forma tenga.
Momentos que seguro ni recuerdas, pero traen felicidad a cualquier persona que los pasa contigo suelen ser muchos y eso da un comienzo a tu vida fantástica llena de diversión y alegría rodeada de personas que te quieren.
Mis momentos clave son muy pocos, cuando nací no traje felicidad a mi hogar ni siquiera se podría llamar hogar a la casa llena de drogas y alcoholismo con dos señores que lo único que querían era deshacerse de mí, ¿mi nombre? Creo que les jodí demasiado la vida como para que de nombre me pusieran Lucia Fernanda que su abreviación es Lucifer, mis primeros pasos los di 3 días después de nacer para poder sobrevivir, mi primer dibujo fue tirado a la basura segundos después de que se lo diera a mi progenitora.
Mi vida no fue como la de muchos sin duda, gracias eso me dio el coraje e inteligencia que muchos a esa edad no tienen.
Me escapé de esa pocilga a los 8 años para hospedarme en un orfanato que tampoco era muy colorido y alegre, pero al menos no me pegaban cada 5 segundos por el simple hecho de haber nacido.
Allí viví 2 años de mi vida hasta que tuve la suerte de ser adoptada por Susana y Mauricio ellos me acogieron y me dieron por primera vez en toda mi miserable vida amor de familia y allí fue mi primer momento clave. Mi nombre no fue cambiado por qué no quisieron mis padres, me enseñaron que debía aprender a vivir con él y con los golpes del pasado que los sufrí muy chica, pero me hicieron ser quien soy ahora.
El segundo fue un año después, cuando conocí a mi hermanito Josué que al igual que yo, también fue adoptado, al parecer ambos no podían tener hijos y por eso fuimos adoptados, me gusta creer que el destino los puso en mi camino.
El tercer punto clave cuando conocí a Diana otra fuente de felicidad a mi vida.
Nuestra historia comienza en la secundaria, ella y yo teníamos una rivalidad muy fuerte por obtener el puesto más alto para quedar en el primer lugar de escolta.
Yo pasaba por malos momentos y mis notas no eran muy altas eso me llevó a ponerle pegamento a su silla para que llegara tarde a un examen que definía el puesto principal, aún así no le pude ganar y sus resultados sobre pasaron los míos, desde ahí ella buscaba venganza por lo que hice, devolviendo todas las malas jugadas que yo había hecho en un principio.
Ambas fuimos prisioneras de la venganza dando como resultado unos cuantos mechones cortos, insectos en la comida de la otra y muchas idas al sanitario por culpa de los laxantes.
Sus amigos y mis amigos ya estaban artos de nuestros juegos así que un día nos encerraron en los baños para dar fin a todas estas venganzas, mágicamente se logró la paz entre nosotras, pero para vengarnos de nuestros amigos, formamos muchas venganzas malvadas para cada uno y fue ahí donde nos dimos cuenta que éramos perfectas causando desastres, después de cumplir cada uno de nuestro objetivo, ya éramos inseparables, éramos Diana y Lucia contra el mundo.
Mi cuarto momento clave fue cuando conocí a Ricardo Castañeda el querido Richy.
Él y yo nos conocimos en un proyecto de la escuela el primer semestre de preparatoria, cuando el profesor escogió los equipos y me tocó hacer equipo con él, yo al principio no estaba contenta pero no pude lograr un cambio, desde luego le advertí que quería todo su empeño en este proyecto y que no haría todo el trabajo por él, su respuesta fue una sorpresa para mí y admito que lo juzgue sin conocerlo.
-Oye tu niñato ni creas que haré todo el trabajo sola. -dije molesta
-Tranquila Torres, no eres la única inteligente en el salón si lo sabes, ¿no? Me apasiona el aprender cosas nuevas y no necesito que nadie haga proyectos por mí.
Desde el principio comenzamos mal, pero tengo que admitir que gracias a él aprendí muchas cosas que antes desconocía, su inteligencia y amor es tanta que me llevó a una admiración instantánea y ofrecimos una tregua, tregua que después se volvió amistad con el pasar de los días, la conexión y cariño fue muy profunda que no necesitamos más de dos meses para encajar en todos los sentidos. No es mi tipo de chico, pero acepto que tampoco es feo, es de esos chicos que se ve desde lejos que nacieron en cuna de oro, es muy alto con un tono de piel claro al igual que su cabello y detrás de unas gafas cuadradas, unos bonitos ojos verdes.
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LUCIFER [En proceso]
RomanceLucia Fernanda una joven que toda su vida a sido sencilla y simple hecho por el cual tanto se lamenta sin darse cuenta que no todo es lo que parece y que no todo es tan sencillo. En sus últimos semestres de preparatoria le llega la chispa que tanto...