—¿Pasa algo?—Pregunto dudosa cuando Andrew fija su mirada en mí. —¿Estás bien?—Añado preocupada.
—¿Qué vas a hacer Cath?—Pregunta.
—¿Qué voy a hacer de qué?—Lo miro.
—Hoy tu padre pretende anunciar que te casarás con Louis, y no hemos encontrado la manera de parar todo esto, ¿has pensado en algo? Porque yo no paro de darle vueltas al tema.
—No tengo ninguna otra opción, Andrew—Suspiro. —Tengo que casarme con él.
—¿Qué dices?—Me mira. —¿Vas a rendirte después de todo?
—No me estoy rindiendo—Niego. —Pero no hay ninguna vía de escape por el momento Andrew. Llevo todo este tiempo intentando pararle los pies a mi padre y ha sido imposible, a mi tampoco me gusta esto, pero es lo único que puedo hacer.
—Oh vamos Cath, no puedes hacer esto—Me mira serio. —¿Qué hay de todo? ¿Qué hay de nosotros?—Me mira y siento como se me encoge un poco el corazón al notar la tristeza en sus ojos.
—No me hagas esto, Andrew—Le pido. —¿Crees que quiero casarme con alguien a quien no quiero? ¿Crees de verdad que quiero casarme con alguien a quien detesto y que se que va a convertir mi vida en un maldito infierno? ¿Crees que quiero estar con alguien que no sea tu? ¡Claro que no quiero!—Digo. —Pero es lo que tengo que hacer.
—No es lo que tienes que hacer, siempre hay otras opciones.
—¡Para mí no las hay, Andrew!—Lo miro seria. —Para la princesa de Deaesyn nunca hay otras opciones.
—¡Siempre hay otras opciones, Catherine!—Me dice serio y lo miro algo confusa pues él nunca me llama así, incluso escuchar mi nombre entero salir de su boca, hace que se me encoja un poco el corazón.
—¿Qué opción hay Andrew? Dime, me encantaría saberlas.
—Vente conmigo—Me dice. —Vayámonos de aquí, vayamos a algún reino lejano, no tenemos porqué quedarnos aquí obligados, estoy seguro de que podemos ser felices.
—Sabes que no puedo hacer eso—Lo miro. —Y tú tampoco.
—A mí me da completamente igual ser rey o no Cath, James o Edward pueden quedarse con el trono—Me mira.
—El problema es que a mí no me da igual, Andrew—Niego. —No voy a dejar a mi reino tirado, con mi madre ya perdieron a su reina una vez, y no puedo permitir que eso vuelva a pasar—Lo miro. —No puedo dejar a Deaesyn en manos de William, o incluso peor, en manos de Louis. Si eso pasara nunca me lo perdonaría.
—Cath—Suspira y se acerca más a mí. —De verdad, piénsatelo, puedo tener todo preparado para el final de la noche, podemos irnos de aquí.
—No puedo hacerlo Andrew—Lo miro y siento como las lágrimas se acumulan en mis ojos. —De verdad que me gustaría, pero no puedo—Suspiro. —Me encantaría ser una chica sin responsabilidades reales que pudiese estar contigo sin preocupaciones, pero no es así.
—Puedo esperarte Cath—Me mira.
—No puedo pedirte que hagas eso Andrew, ni siquiera sé si podré liberarme de Louis algún día—Comento y entonces noto como una de mis lágrimas empieza a resbalar por mi mejilla. —No puedo pedirte que esperes algo que no sé si llegará.
—No me lo estás pidiendo, Cath—Niega. —Pero si piensas que voy a dejarte sola con ese energúmeno, entonces no me conoces lo suficiente—Me mira. —Soy Andrew Kessler, te aseguro que un par de pinchazos con una espada o que me tiren de un caballo no es suficiente para pararme los pies—Me dice y no puedo evitar sonreír un poco.
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Romance por la corona
RomanceSer parte de la realeza es algo que visto desde fuera aparenta ser un mundo idílico, lleno de diversión y lujo, pero no todo es lo que parece y menos aún cuando eres hija de Charles Ashford, rey de Deaesyn. Mi padre es un buen rey, siempre ha sido q...