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Sunghoon estaba demasiado feliz, lo habían aceptado como el asistente del gran empresario Shim Jaeyoon.

Estaba feliz porque también podría llevar sustento a su hogar, para poder comprarle muchas cosas lindas a su Omega.

Aunque claro, pensaba jugarle una pequeña broma a su Omega. Llegaría a su hogar con la cara triste, tal vez así el Omega se preocuparía por él.

Ya era hora de devolverle la broma, después de todo era normal entre ellos hacerce bromas y luego vengarse. Lo hacen técnicamente desde que son unos cachorros.

Sunghoon se subió a su auto e intentó hacer la cara más triste que podía, incluso practicaba su voz de tristeza y desamparo. Perfecto para engañar a su Omega.

Al llegar a casa, el Omega lo recibió con una gran sonrisa, aunque claro, esta fue borrada casi de inmediato al ver a su Alfa con cara larga.

— H-hoon... ¿Que te pasó, mi cielo? —Dijo Sunoo viendo preocupado a su Alfa

Tal vez debió poner la decoración en otro momento, o tal vez nunca debió ponerla, ahora haría sentir mal a su Alfa.

— N-no, nada malo cariño. —Dijo el Alfa mientras entraba a su hogar

— Mi bebé grandote, yo sé que te pasa algo, a mí no me puedes engañar. —Dijo el Omega acariciando la espalda de su Alfa mientras caminaba detrás de él

— No me pasa nada, bebé, estoy bien, no me pasa nada malo. —Dijo Sunghoon recostándose en el sofá

Sunoo sólo vió como su Alfa se subía un poco su camisa elegante, dejando nuevamente su abdomen bien trabajado expuesto.

— Entonces, ¿Mi bebé quiere que le dé mimos?, ¿Eso es lo que quieres, cariño? —El Omega se acercó al Alfa

Sunghoon con ojos de cachorro simplemente asintió, quería que su Omega lo mimara un poco antes de contarle la verdad.

Sunoo se arrodilló al lado del Alfa y comenzó a acariciar su abdomen, el Alfa solamente se sonrojó y comenzó a sonreír.

Incluso Sunoo podía jurar que su Alfa comenzó a ronronear como un gatito, no lo culpaba, su Alfa era alguien demasiado mimado.

Pero eso no le importaba, amaba que su Alfa fuera todo un Alfa mimado y lleno de amor. Sabía que a Sunghoon jamás le faltaría amor.

Entonces Sunoo comenzó a dejar pequeños y cortos besos en el abdomen del Alfa, sacándole una que otra risita divertida, le estaba dando cosquillas.

— Alfa tonto, ¿Crees que no me dí cuenta? —Dijo Sunoo mientras

— ¿Cuenta de qué? —Dijo el Alfa fingiendo inocencia, sabía cuándo su Omega lo atrapaba

— De que actúas muy bien, sabes que no debes hacerlo, si quieres mimos dímelo directamente y no usando tus dotes de actor para eso. —El Omega hizo un puchero

Al principio creyó que era de verdad que Sunghoon estaba mal, luego se dio cuenta de que no lo estaba cuando se echó en el sofá y se levantó su camisa.

Eso solo lo hacía cuando se sentía feliz, quería ser mimado. Y claro que Sunoo le daría todos sus mimos, pero no era necesario mentirle.

— ¿Entonces si te dieron el empleo? —Dijo Sunoo viendo desde abajo a su Alfa

— Si, si me dieron el empleo tesoro. —Dijo Sunghoon acariciando la cabellera rosa de su esposo

Sunoo solo sonrió y tomó las manos del Alfa, entrelazando sus dedos y haciendo que éste se levante de un tirón.

Sunoo caminó con Sunghoon detrás suyo siguiéndolo mientras aún tenían sus manos entrelazadas, dirigiéndose a la cocina donde estaba todo decorado con globos y un pastel en el centro de la mesa.

— Felicidades Alfa, te mereces un pastel. —Dijo el Omega dándole un beso en la mejilla a su Alfa y esposo

Sunghoon sonrió y fue corriendo a sentarse en una de las sillas, amaba cuando su esposo le hacía pasteles.

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Después de varias fotos, besos y abrazos y felicitaciones por parte del Omega. Ambos habían subido a su habitación.

— Entonces, ¿Ya es un hecho de que ya tienes trabajo? —Dijo el Omega recostado al lado de su Alfa

— Sip, ahora ambos tenemos empleo y podemos salir a dar muchos paseos y comprar muchas cosas. —Dijo Sunghoon haciendo un puchero mientras abrazaba de la cintura a su Omega

— Y bien, ¿Crees que tu sorpresa ha terminado? —Dijo el Omega descaradamente mientras se subía a horcajadas sobre el Alfa

— ¿S-sunoo? —Dijo el Alfa sintiendo como el Omega comenzaba a dar pequeños saltitos sobre su polla

— Alfa, creo que es hora de traer al mundo un bello cachorrito. —Dijo Sunoo con una sonrisa y mostrando el cuello, dando a entender que estaba a merced del Alfa

Sunghoon abrió sus ojos sorprendido, luego simplemente sonrió y comenzó a acariciar el vientre del Omega.

— ¿Quieres estar hinchadito de un cachorro, bebé? —Dijo Sunghoon mientras comenzaba a dar embestidas sobre la tela de sus pantalones elegantes y el pequeño short que está usando Sunoo

Ambos se movían al compás, Sunoo dando saltitos y Sunghoon embistiendo al Omega sobre la tela de sus prendas.

— S-si Alfa- q-quiero un ca-cachorro. —Dijo el Omega mientras besaba el cuello de su Alfa

Sunghoon por inercia tomó al Omega y lo puso debajo de él.

— Entonces tengamos a nuestro primer cachorro. —Dijo Sunghoon viendo al Omega

Ambos juntaron sus labios en un acalorado y necesitado beso. Después de todo ambos ya habían hablado sobre tener a su primer cachorro.

Mimos. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora