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Sunghoon daba de comer a su Omega, mientras este insistía de que no era necesario tratarlo como si fuera un cachorro pequeño.

— ¡Hoon! Ya no soy un cachorro, no necesito que me des de comer como si fuera uno. —El Omega hizo un puchero

— ¡Yah!, Pero siempre serás mi cachorro, aún te cuido y te mimo como si fueras uno. —Dijo Sunghoon acercando la cuchara a los labios del Omega

— Bien Ddeonu, di "A" —Sunghoon levantó la cuchara como si fuera un avión

— Sunghoon, basta, en serio no voy a hacer ésto. —Dijo Sunoo mirando entrecortado a Sunghoon

— ¡Yah!, Hazlo solo una vez más por mí. —Dijo Sunghoon haciendo ojos de perrito regañado

— Sung, no me vas a convencer con la mirada, ni pienses que voy a caer con tu mirada. —Sunoo se volteó a ver a otro lado, porque sabía que si miraba a Sunghoon, cedería de inmediato

— ¡No seas tramposo y mírame! —Exclamó el Alfa tomando el mentón del Omega

Y Sunoo no se pudo resistir a la dulce y tierna mirada de su Alfa, Sunghoon no solo era un hombre sexi y ardiente. También era todo un cachorro pequeño y tierno.

Sunoo trataba con todas sus fuerzas para no ceder ante los encantos tiernos de su Alfa, pero ya no podía, y como siempre ganaría Sunghoon.

— Está bien. —Dijo Sunoo soltando un suspiro

— ¡Yey! —Gritó alegre Sunghoon mientras ponía la cuchara llena de arroz sobre los labios de su Omega

Sunoo abrió lentamente sus labios, se sentía un poco raro y absurdo hacer eso, Sunghoon se estaba tomando muy enserio los cuidados del Omega en el embarazo.

Aunque bueno, Sunoo también le gustaba una que otra cosa que suele hacer Sunghoon, como masajear sus pies y espalda, acariciar su vientre hinchadito, hablar y cantar para su cachorro creciente y preparar deliciosos platillos para él, aunque algunos sean extrañas combinaciones de comidas, pero Sunghoon haría todo lo que fuera por su hermoso Omega y su pequeño cachorro.

Sunghoon era la definición de Alfa perfecto, lo amaba con todo su corazón, amaba y se sentía orgulloso de portar su cachorro y su marca.

Toda la vida crecieron juntos, ahora era tiempo de formar su propia familia y dejar su legado.

Quién diría que unos simples cachorros que decían ser mejor amigos por siempre, terminaron siendo pareja y futuros padres. Tal vez el tiempo si cambia la forma de ver a los demás a tu alrededor.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Sunoo estaba recostado en su cama mientras que Sunghoon se encargaba de hacer uno que otro mandado que tenían pendientes, se podía decir que Sunoo estaba aburrido.

Pero a la vez no, recordando todos los momentos que vivió cuando él y Sunghoon eran pequeños y solían hacer muchas promesas juntos.

Además de como fue evolucionando su relación. Desde que ambos se presentaron como Omega y Alfa, hasta el momento en el que están.

Recuerda también los primeros sentimientos que tuvo hacia Sunghoon, como a sus catorce años el Alfa había cambiado demasiado, su voz gruesa y su complexión alta, además de que había comenzado a entrenar seguido.

Sunoo había mandado a la mierda su amistad, Sunoo comenzaba a sentir sentimientos hacia su mejor amigo, y claro, como cualquier cachorro pasando por la pubertad, Sunghoon se había hecho dueño de las fantasías y sueños húmedos de Sunoo.

Sunoo se sentía tan bien con esos sentimientos, pero no sabía cómo se sentía Sunghoon al respecto sobre todo.

Y bueno, Sunghoon tampoco se quedaba atrás, también había los hermosos cambios que había desarrollado Sunoo, su cintura más angosta, sus labios gruesos, sus piernas largas y esbeltas, todo era perfecto en Sunoo.

Sunghoon tampoco negaría que Sunoo se había adueñado de su corazón, su mente y sus pensamientos más impuros, sueños húmedos y fantasías sexuales en ese entonces.

Y de pensar que todo el torbellino de sentimientos que vivían, terminaron siendo pareja simplemente porque ambos querían probar los labios del otro.

Sunoo sonrió inconcientemente y luego llevó sus manos a su vientre relleno de un pequeño cachorro, tenía la certeza de que todo en su vida era perfecto.

Tenía un Alfa hermoso, trabajador, honesto, fiel y amoroso, y claro que también destacaba que sería el mejor padre del mundo.

Sunoo sabía con la suerte que corría al tener a Sunghoon a su lado, a su hermosa alma gemela, esa alma que estaría ligada a la suya por el resto de las eternidades.

Esas almas que se encontrarían una y otra y otra vez en sus siguientes vidas, se iban a enamorar nuevamente, y su ciclo se repetiría más y más tiempo.

O claro, eso anhelaban ambos, y esperaban que así fuera, no querían tener una sola vida para amarse, ellos querían amarse hasta que el mundo dejara de existir.

— Vamos a ser la mejor familia. —Dijo Sunoo acariciando su vientre

Y claro que lo serían, Sunghoon y Sunoo se encargarían de ser los mejores padres del mundo.

Mimos. ‹𝟹 Sungsun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora