GALERÍA DE UN ADOLESCENTE

166 18 13
                                    

- ¡GOOOOOOL! -. Toda la cancha se alzó en gritos, festejando su victoria. El equipo corría emocionado celebrando el triunfo del equipo de futbol de la Academia Gotham.

Los ocupantes de las butacas se levantaron con gritos de felicidad, haciendo que en el acto volaran los canguiles y sodas por los cielos. Los adolescentes abrazaron con fervor a sus amigos. -¡¡¡La academia va a los campeonatos finales!!!-.

Cierto chico fue levantado en los aires, aclamado por su gran gol ganador a últimos segundos de tocar el silbato de finalización del juego. - ¡Jimbo! ¡Jimbo! ¡Jimbo! -. Entonaban el nombre del chico rubio, mientras lanzaban y atrapaban en sus brazos a Jim Gordon el chico estrella.

-------------

¡Eso fue grandioso Jim! -. Un alegre Harvey se acercó dando unas palmaditas en mi espalda.

Al terminar de lavarme el rostro, pasé mi mano por ella para quitar el agua restante, abrí los ojos en el proceso, viendo a Harvey con una sonrisa de oreja a oreja. - ¡La sensación del momento! -.

Curve mis labios en una sonrisa. -Bueno, el arquero se confió-. Alcé los hombros, dando a entender que fue un gol de suerte.

-Por favor Jim, no hay que ser modestos-. Me acerqué al dispensador de toallitas, sacando una para secar mi rostro. - ¿O me vas a negar que no te gusto esa celebración? ¡Todos querían estar cerca de ti! -. Se escucho el sorbo de agua que bebió Harvey.

-Está bien...si, me gusto, pero no apareció cierta personita para que me encantara-. Suspire con resignación.

-Deberías de dar el primer paso compañero-. Se secó con la manga de su buso la boca. -Hay muchos esperando en la fila...Tal vez puedas sacar provecho de tu logro de hoy-.

Puse los ojos en blanco. -Él no es ese tipo de persona. Le gusta lo verdadero no lo interesado-. Hice bolita la toallita húmeda. Tenía pensado caminar hacia el bote de basura, pero la puerta del baño abriéndose detuvo mis movimientos.

El ser más perfecto que haya pisado este mundo, entraba por aquella puerta. Parecía un príncipe entre los plebeyos. La única estrella en mi cielo oscuro...

Quede paralizado; siempre ponía cara de idiota cuando se acercaba. Y claro Harvey como siempre burlándose de mi torpeza y mis intentos nefastos de hablarle.

-Hola chicos-. Esa voz casi me derrite, servía como un delicioso bocadillo para alegrar un día amargo.

-Ho-hola-. Alce la mano como saludo y automáticamente mostrando una sonrisa de idiota enamorado, que según yo no era así.

-Te felicito Jim, escuche tu gran hazaña en la cancha-. Mostró sus perfectos dientes alineados y bancos en una perfecta sonrisa que podría destruir naciones enteras.

-Gra-gracias-. ¡Me felicito! ¡A mí! Cerró el grifo del lavamanos, mientras buscaba con la mirada el dispensador de toallitas.

¡Se está acercando! ¡Se está acercando! -Caballero-. Harvey hizo una inclinación para dejarlo pasar hacia el dispensador, y yo...como estatua siguiéndolo con la mirada.

Delicioso...olía delicioso, rosas silvestres, tan exótico como su persona. Mi mirada actuó sola, lo juro...se dirigió a ese cuello pálido, subiendo por su mandíbula marcada hasta posarse en sus labios finos de príncipe, color carmesí naturales, y brillosos por un leve toque de lip gloss.

Seguramente sus labios sabían a fresas o tal vez mora...que ansias de besarlo, de lamer, morder...

Un carraspeo interrumpió mis pensamientos. Tenía a dos pares de ojos viéndome, un par de ojos oscuros me veían con burla, y el otro par de ojos claros me veían con afecto y un tinte de timidez.

Galería de un AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora