(IV) Coincidences.

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La princesa queda confusa ante estas palabras dichas por su propio hermano, pero aún así, pudo reaccionar y pensar las cosas fríamente

–¿Debes estar bromeando, no? Por que no me causa nada de gracia.

–No es una broma Dennisse estoy hablando en serio. Lo siento.

–Oh. Esta bien, lo entiendo.

–¿No intentarás evitar que escape o algo así como lo hiciste con Ari?

–¿Ari? El escapó sin que nadie se diera cuenta, el fue más ingenuo y por eso no permitiré que vuelva a suceder lo mismo. –¡¡Guardias, atrapenlo!!

El príncipe no supo como reaccionar y debido a eso es atrapado por cuatro guardias que estaban ya preparados para las órdenes de la princesa cuando ella se los pidiese

Dos de los guardias lo sometieron contra el suelo inmovilizandolo quedando frente a los pies de su hermana y está se arrodilla frente a él

–¿Pensaste que sería así de fácil? Que ignorante. Guardias, llevenlo a la sala del trono. –Los guardias obedecieron dejando a la princesa sola, cuando se alejaron los suficiente, la princesa vuelve a entrar a su habitación pero es interrumpida por otro intruso que la noquea por detrás, evitando que reaccionará sin poder tan siquiera pedir ayuda

–Su majestad, el príncipe Robert intentaba escapar del castillo, la princesa nos dio la orden de traerlo a esta sala ante usted y el rey Harrison.

–Mi prometido esta ocupado en otros asuntos más importantes, pero me encargare de mi hijo, no dejen que intente atacarme. –Hijo mío, estoy muy angustiada que intentes escapar como lo hizo tu hermano mayor ¿Qué es lo que pasa contigo?

–No intentes actuar como una buena madre y mucho menos una reina ejemplar, tu y yo sabemos de lo que eres capaz, Nora.

–¿La visita de tu hermano te afecto mucho, no? Actúas igual que el y a tu padre no le gustará eso.

–Ambos sabemos que cada palabra que dices es otra más de tus mentiras, deja de actuar y muestra quien eres realmente, maldita escoria.

Todos los guardias se quedaron asombrados de la actitud del príncipe, especialmente la reina. Ella se quedó en silencio por unos minutos y luego dio la siguiente orden señalando a su hijo

–Guardias, llevenlo al calabozo, yo me encargaré de el más tarde. –Sin pronunciar ninguna palabra, los guardias solo se inclinaron ante ella a su ves intentando contener al príncipe que intentaba forcejear con ellos

Alguien más irrumpe dentro de la sala tirando ambas puertas con una fuerza inhumana de una sola patada, todos se desconsertaron al darse cuenta de quien se trataba.

–Les sugiero que suelten al príncipe, no quiero derramar sangre de vidas inocentes en su palacio, dejaría en muy mala reputación a la familia real, reina Nora.

–Guardias, atrapen al príncipe de Audrey, no quiero que nadie más se interponga.

Los guardias obedecieron a su reina atacando al príncipe pero este logra esquivar a cada uno con facilidad dejándolos inmóviles en segundos, atandolos con una soga que llevaba consigo

–Reina Nora, suelten al príncipe Robert y no le haré daño a nadie más. No querría que su prometido se de cuenta de toda esta situación ¿O sí?

–Exactamente, por eso debo de encargarme yo misma de la situación. Guardias, cierren todas las puertas del palacio y protegan a la princesa.

–No quería llegar a estos extremos, pero parece que no tengo más opciones. –Expresó el príncipe llamando a alguien por su nombre que la reina no puro reconocer

That foolish prophecy  (Spartor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora