-¿Sabes Que? Ya No Sonrías- Mikecrack.exe

Cap 7

Finalmente desperté, dentro de mí me decía que estuviera alerta a pesar de estar en un lugar seguro, ese instinto de supervivencia de tanto estar despierto piensa que en cualquier momento me matarán y se llevarán mi poder y solo se calmaría si doy una vuelta por el lugar.

Abrí los ojos lentamente con cansancio viendo que ya era de noche, el interior de la tienda siendo alumbrada por velas de dos flamas distintas… del mismo color que las esferas de energía que crean Saloh y Trollino indicando que ambos encendieron estás.

Me levanté y estire bostezando, mire más alrededor para saber si ya se durmieron pero las cajas de mercancía cegaban algunos puntos así que seguí caminando por el lugar encontrándome a ambos dormidos en camas distintas, Trollino en una colchoneta en el suelo y Saloh en su cama.

A todo esto, ¿Qué hora es?. Salí de la tienda y asome mi cabeza por los lados viendo el lugar casi vacío a excepción de los que estaban fumando o bebiendo en los callejones cercanos, mire al cielo viendo a la luna en su punto más alto… ¿2 AM tal vez? Es en estos momentos en dónde desearía tener un reloj a la mano.

Mi paz en aquella madrugada fue interrumpida por un olor familiar, uno que me eriza la piel y hace bombear a mi corazón de miedo y de rabia, con la capucha del suéter  trate de ocultar mi cabeza y salí para confirmar, tras caminar unos cuantos callejones empecé a escuchar su característica voz ronca llena de egocentrismo decidí ir a ver qué planeaba al ver que su hablar se dirigía a una cueva, no una cualquiera, la cueva en dónde se realizaba la comercialización de esclavos.

No tenía miedo de perder nada, mis cosas las dejé en la tienda así que no podría quitarmelas como a la estrella, tampoco podría atraparme, de hacerlo un suicidio rápido evitará que extraiga mi poder y me tenga en su granja.
Tomando un profundo respiro entre, de salir mal solo tendría que irme fingiendo tranquilidad y regresar a la tienda.

Al entrar se podía visualizar una gran cantidad de exerianos haciendo alboroto, mujeres que trabajan ahí sirviendo y ofreciendo tragos para emborrachar y así hacer que pierdan sus bienes en apuestas, al frente un escenario con base de piedra pero lo demás decorado con cabezas de animales, huesos de estos… o de exes, esa opción siempre puede existir, y finalmente una gran cortina negra que impedía ver más haya de esta en dónde, seguramente, tengan a los jóvenes para subastar.

Mi vista se dirigió a otra parte al escuchar una gran carcajada reconociendo está, busque y busque hasta que lo encontré. Un "chico" alto, musculado, con cicatrices en los brazos que mostraban que era un puro que no dependía de una vida humana, con marcas en sus ojos de color rojo muy oscuro, y ropas de animales que según yo en este mundo ya están extintos. Aquel se sentó en la primera fila con dos damas de compañía a su lado, una de cada lado, y a sus compañeros mirando deseando estar en su posición. Contaba su vida como si fuera la cosa más interesante del mundo a pesar de que siempre contaba las mismas mierdas y solo queriendo recibir atención y admiración de los demás.

Me senté por la cuarta fila a sus espaldas y me le quedé viendo mientras recordaba todo lo que me hizo… los golpes, las noches sin dormir, días sin comer, obligarme a hacer trabajos forzados después de extraerme el poco poder que generaba y me recalcaba en la cara que gracias a mi debilidad Trollino y los demás habían muerto, para que años después me escapará, viviera como a duras penas y podía lejos de cualquier exe… después de mi primer ataque a Mike encontrarlo y que me arrebatará la estrella y me diera la golpiza de mi vida.

¿Adivina qué gorilon de mierda? A pesar de que sigues siendo más fuerte ya no me aterrás como aquellos días y Trollino ya no está muerto maldita perra.

Seguia insultandolo en mi mente hasta que todas las luces se apagaron y solo quedaron las que daban al escenario, dando entrada a la segunda ronda de subastas y así presentar uno a uno a los exerianos que si bien su físico indicaba que tenían entre 17 y 19 en realidad apenas y tendrían un año de vida si no es que dos ¿Raro verdad?.

Antes ya había venido aquí, Saloh aveces viene y hace la apertura o simplemente a pasar el rato, el la primera ronda subastan a los más jóvenes y novatos, como el chico de la mañana, en la segunda subastan a los de uno a dos años de edad siendo estos más rudos ya que ya conocen como funciona esta vida y finalmente en la tercera ronda son exes de poder notorio que se podrían dar a destacar y sin importar su edad los ponen en esa sección para que después de ser subastados su nuevo dueño absorba todo su poder y se lo lleve a casa, los exes más fuertes o peculiares se dan en subastas más privadas para exes de "elite" por así decirlo.

Solo me iba a quedar un rato para seguir maldiciendo en mi cabeza y después irme hasta sentir una mano reposar bruscamente en mi hombro.

– ¿Oye amigo tienes algún problema con mi jefe? – Pregunto aplicando fuerza en el agarre de mi hombro.

Al parecer acompañaba al monstruo.

– En esta vida puedes mirar feo a quien se te de la puta gana, pero no hay problema, ya me retiraba –  Aparte su mano de mi hombro, me levanté y empecé a caminar a la salida.

Ya casi saliendo siento como me toma y me empuja para sacarme del lugar llevándome lejos de la entrada para evitar un alboroto dentro del evento, me acorraló y puso su mano en mi cuello aplicando fuerza.

– Si lo vas a mirar feo que sea en su cara a ver si tienes huevos ¿No lo crees? – Dijo amenazante mientras aprieta con más fuerza.

– ¡El que no tiene eres tú! – hablé como pude creando una esfera de energía y con esta golpear su entrepierna.

Cayó en el suelo gritando en dolor, si lo dejaba así sin más alguien vendría y después me buscarían así que no me queda de otra que matarlo, genere otra esfera y la transforme en espada atravesandole el corazón y así inconscientemente dandome su energía acompletando lo que Saloh me quitó y más.

– Gracias por el regalo –

Desvaneci la espada y camine a la tienda viendo que está ya tenía las luces encendidas, tocará decirles que solo fue un paseo nocturno.