\\Tiamut\\

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Narra Venius

Sersi decidió ir solo ella y Ikaris a convencer a Phastos mientras nosotros... esperábamos.

Nosotros estábamos en una tienda sentados.

—¿Y bien?-Pregunto Kingo.—¿Haremos una actividad familiar?

—No-Respondimos Sprite, Druig y yo al unísono.

—¿Quieren ver una de mis películas?-Volvió a preguntar.

—No-Dijo Sprite.

Yo reí.

—Esto es ridículo-Druig se quejó.

—Tranquilo, te acostumbras a esperar-Dije sin mirarlo.

—¡Ya bésense!-Chillo Sprite algo irritada.

—Ve y besa a Ikaris, mocosa de mierda-La mire mal.

Druig rió y Kingo intentó disimular su risa con una tos falsa.

Ella dio un pequeño gritó del enojo y con su ilusión comenzó a crear miles de Druig's a mi alrededor.

—¿En serio?-Rodee los ojos.—Te comportas muy inmadura.

Ella rió.

—¡Sprite, ya para!-Ordeno Druig.

Esta le hizo caso.

—Me dan estrés-Dije.

Mientras discutíamos me di cuenta que Karun estaba granándonos.

—¡Te dije que si me grababas morías!-Me levante del suelo para ir a tirar su cámara y poder romperla, pero, antes de poder llegar a el, Druig me detuvo parándose en el medio.

—Tranquila-Dijo el mirándome a los ojos.

Yo lo mire desafiante y con mi telequinesis hice explotar en granitos a la cámara.

Druig rodó los ojos y me tomo de la mano y me llevo a otra parte de la tienda.

—Robemos ropa-Dijo.

—¿Si sabes que existe el dinero?-Dije algo sarcástica.

El asintió.—Pero será más divertido.

Yo fruncí el ceño.

—Ten-Me extendió una camisa.—Esta te quedará bien-Sonrió.

La tome y la examiné. Para ser sincera era bueno escogiendo ropa.

—Yo buscaré tu ropa, tu buscarás la mía-El asintió.—Ten-Le devolví la camisa.—Luego me la das.

—¿Te veo aquí mismo en 20?-Pregunto.

—Me parece bien-Asentí.

Y me fui en busca de su ropa.

[...]

Ya tenía toda su ropa. Había escogido una chaqueta de cuero negra, una camisa negra pero en un tono más claro, unos pantalones negros y una gafas.También le lleve unas a Sprite, pensé que se les verían bien.

Volví al punto de encuentro y el ya estaba allí.

—Mi hermosa, aquí está su ropa-Dijo extendiéndome la ropa que él había escogido para mi.

—Aquí está la suya-Se la extendí.Ambos reímos.— A los probadores-Ordene y el  asintió.

Ambos nos retiramos nuevamente.

[...]

Estaba apunto de salir del probador.

La ropa que él había escogido era: Una camisa corta manga larga de color negro, unos mom jeans y un collar color oro. Y debo admitir, realmente me gusto la ropa.

Eternamente mío[Druig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora