-+*Micro historias *+-

"la luz en medio de la tormenta"

―...Ojalá pudiera ser yo el que ilumina tu mirada, ojalá fuera con el que esperas hablar cuando estas triste como solía ser años atrás y ojalá todo no fuera como es ahora ― digo con la mirada en sus hermosos ojos cafés.

―Él me quiere, Ian ― dice mirando a todos lados, evitando mi mirada ― yo...no puedo tirar estos años por la borda...

―Si superas de todo de lo que soy capaz de hacer con tal de verte feliz...― digo en voz baja inconscientemente.

―Lo sé, y por eso necesito que nos distanciemos ― me mira directamente a los ojos, está nerviosa, puedo notarlo y también veo que está hablando enserio. No puedo evitar sentir mis mejillas mojadas por las lágrimas.

―Lu, eres la chica más alegre y única que conozco, eres luz en medio de la tormenta y te necesito... como amiga, como conocida o como lo que quieras, pero por favor no me alejes ― le digo en un tono tan suplicante que me arrepiento al instante.

―Espero puedas perdóname ― dice Lucy tomando su bolso del césped mientras se aleja lo más rápido posible.

Paso mi mano por mi cara y noto que esta empapada de lágrimas, uso mi camiseta para limpiarme y camino en alguna dirección sin rumbo.

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Estoy perdido.

No puedo quitar mi mirada del cielo estrellado, pero por algún motivo tomo mi celular, lo desbloqueo y empiezo a escribir.

Y entonces ahí estabas tú cantando una canción a gritos en medio del parque a las 2 de la mañana. Me acerqué a ti y empezamos a hablar, pensé que terminaríamos en algún motel y luego nunca más te volvería a ver.

Esa madrugada fuimos a un motel, comimos pizza, vimos un par de películas y cantamos todas tus canciones favoritas, nos quedamos dormidos y al despertar no podíamos parar de hablar de cualquier tontería que se nos ocurría, pero como toda bonita historia tuvimos que despedirnos, fue la peor despedida de mi vida, en tan pocas horas te volviste indispensable en mi vida.

Nos volvimos a ver en un supermercado, recuerdo lo tierna que lucias con unas pantuflas de pandas, unos pantalones de gatitos naranjas y una camisa negra con un "fuck you" en el medio, me diste tu número y desde entonces no paramos de hablar.

Las fiestas, los paseos nocturnos, las charlas sobre qué color era el mejor o sobre que animal debería no existir se reproducen en mi mente ahora que ya no estas.

siento mi cabeza palpitar de dolor y mi cara hinchada de tanto llorar, tal vez mi error fue acercarme a ti esa noche, o tal vez encariñarme, pero nunca me arrepentiré de nada porque tú me diste esperanzas, me hiciste creer que el mundo no era tan malo después de todo, "tú eras la luz en medio de la tormenta".

Atentamente: Ian Müller, el tonto que solías amar.

Le doy al botón de enviar mientras veo el contacto de Lucy en línea, inmediatamente guardo el celular y me convenzo de que enviarle una carta pudo haber sido inútil ya que tal vez nunca la vería.

Levanto la cabeza y observo la luna llena, es enorme, camino en su dirección como si pudiera alcanzarla, cuando me detengo noto que estoy en la punta de un risco, la vista es preciosa, parece que estuviese flotando en medio del cielo y sin darme cuenta ahí estoy. Cayendo...cayendo de un risco tan hermoso como ella.