Diario De Un Muerto || Izuku Midoriya

Toru Hagakure

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Eres maravillosa, y amaría tener un Don como el tuyo.

Al igual que con el de Sato, tu Don arreglaría muchos problemas de mi visa.

Ojalá haber podido ser invisible desde siempre, que nadie me viese, pasar desapercibido.
Podría simplemente ir al instituto desnudo y así no tener que soportar las burlas ni mofas de nadie, así podría ser simplemente yo y hablar con quién quisiese, no tendría la obligación de estar. Con absolutamente nadie.

Te prometo que daría lo que fuera por tener tu Don, es lo mejor que ví jamás [Si es que se puede ver, cosa que dudo bastante].

Aunque supongo que tu no lo agradeces.

Pasar la vida sin que nadie te vea debe ser triste, pasar la vida sola como seguramente la debiste pasar tu debe ser una mierda.

Seguramente tú deseas ser visible, deseas que la gente note que estás ahí...

Lo deseas desde siempre, ¿Cierto?

Yo te veo, yo sé que estás ahí, yo sé que eres maravillosa y que serás una gran heroe.
Sé que puedes hacer lo que te propongas...
Sé que eres jodidamente maravillosa, eres increíble...

Puedes hacer todo lo que te propongas, Te lo aseguro.

Disfruta de tu Don.
Ojalá muchas veces pudiera ser tú para ser invisible.

-Izuku

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Kirishima le dio su carta a la chica invisible con una pequeña sonrisa amable mientras ella le daba las gracias.

Los ojos de aquel pelirrojo se dirigieron al rubio cenizo que se abrazaba a sí mismo mientras temblaba con levedad, abrazando una almohada de allí.

Eijiro sujeto la que parecía la última nota, respirando hondo mientras miraba a su compañero de clases.

-¿Estás listo, Bakubro?

El otro le miró sólo durante un par de segundos, asintiendo con levedad, preparándose.