Capítulo I: El idiota.

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¡Holi nwn!
este es mi primer fanfic Uwu
así que espero que les guste
le puse mucho empeño 0w0
pq son mi otp¡!
son muy lindis juntos🥺
ar

Ya kbres, ya saben,
disfruten la lectura,
maldites degenerekes.

***

    Lo escuchaba tras el altavoz de su celular mientras preparaba tranquilo su desayuno. El otro comentaba sobre su día anterior, sobre una discusión que tuvo con un compañero de trabajo, un perro que vio en la calle y queria adoptar, y claro, sobre los celos de Constanza por lo mucho que se ponían a conversar. Boric reía tras la linea, hasta Giorgo comentó.

—Sí, es un idiota, pero no tanto como Kast, ¿No es así?

Gabriel se quedó callado tras el celular, no contestó con palabras, si no más bien que con un bufido de decepción.

—Uh, quiero decir... Perdón, no fue mi intención, Gabo.

—No, no te preocupes —respondió, intentando un tono desinteresado— ,esta bien. Él es solo un idiota.

—Yo, sé que no te gusta que hable de él...

—No te preocupes, en serio, esta bien.

—Claro... —chasqueo su lengua, algo que a Boric preocupó— De cualquier forma, ¿Cómo te fue a ti?

—Ah, ya sabes, puro chamuyeo. Nada en particular.

—Nah, no te creo. Los ví en la tele, estaba bastante reñido.

—Ni me digas, estuve ahí y dios, si que fue un desastre. Sobre todo José ¡No puede parar de agarrarme pa'l leseo!

—Sí, pero es un idiota, no le hagái caso.

—Lo sé, solo... —suspiró, como si eso pudiera consolarlo— Espera, ¿Dijiste que nos viste en la tele.

La impresión de ambos se compartía tras la línea de celular. Boric mordía su labio inferior, con sus mejillas algo colorinas, ¿Será acaso qué realmente le interesa él? Si de verdad lo vio en TV.

—¡Ah!, eh... Sí, sí, obvio que lo hice —rio por lo bajo, solo hacía a Boric entusiasmarse más— Digo, es importante para el país, además no tenía que hacer...

Gabriel bajó la mirada, hacía un costado de la habitación, el basurero de esa cocina en la que estaba parecía darle la paz suficiente para no tirarse a llorar.

—¿Ah, sí?

—Sí, claro. Sobre todo porque tú salías ahí.

Estaba a tres segundos de empezar a chillar, como adolescente enamorada cubrió con su palma el micrófono del celular, para dar un grito comparable con el de una veinteañera perdiendo su virginidad.

—¿Gabo, estái bien?

Calmate Gabriel, comportate.

—Sí, solo, eh... Se me cayó café en el entrepierna.

—¡Dios, amor! ¿Estas bien? ¿Te quemaste?

—No, no te preocupes, estoy bien.

Gabriel lo logró calmar luego de unos minutos de excusas. Luego volvieron a gastar tiempo hablando trivialidades sin parar. Boric estaba loco por su mejor amigo, desde la facultad, parecía que ese crush o confusión tonta que tuvo se hacía cada vez más duradera a través de los años, sobretodo cuando estaban cerca el uno al otro, en carne y piel.

Tonto y guapo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora