Capítulo II: No.

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No voten por Kast.
Miren yo no soy muy
voto obligatorio
y la wea.
Pero pa la 2da
vuelta
no voten por
weones

No voten x Kast.
Voten por mi.
Por la kga xica
de Boric.
No por el Nazi.

Grax.
Y disfruten la lectura.

***

      La discusión se volvió más fuerte gracias al insulto homofobico del contrario. Los gritos entre él y Kast posiblemente te recordarian a tus padres antes de separarse. Gabriel sacando de manera incriminativa cualidades de José, que él solo respondería con insultos infantiles como "gay", "fleto", "tonto" y otras cosas fuera de lugar. Cuando por empujones y señalamientos las cosas parecían irse más a lo físico, alguien se puso entre ellos y puso una mano arrugada en el hombro de cada uno.

—Cabros, cabros... ¿Qué esta pasando? —dijo la voz calmada, del profesor Artés— ¿Por qué estan discutiendo así, Eh?

—Nada don Eduardo, solo José que se pone pesado —le responde Boric, recibiendo unos intensos ojos azules que lo quieren quemar vivo—, y dice tonteras.

—¡Ja, ja, ja! pero como pelean ustedes —acerca más a ambos abrazando sus espaldas— ¿Y que dijo esta vez como pa que nos pusieramos así?

Kast se soltó brusco de aquel abrazo, con el ceño fruncido intercalando su mirada entre los rostros de Eduardo y Gabriel.

—¡Yo no hice nada! —aclama casi a toda la sala, haciendo un eco— este otro hueco de mierda que me tiro el pelo...

—José —detiene Artés— no puedes llamar así a otro candidato, menos a otra personas.

—¡Pero si eso es lo que es! un hueco molesto.

—José.

—¡Hueco, hueco, hueco, hueco y comunista!

Gabriel se deshizo del agarré que tenía a Eduardo, y corrió a través algún pasillo de esta gran casa, buscando con desesperación un baño donde encerrarse.

—¡Gabriel, espera!

Fue lo último que escuchó de Artés antes de perderse por los pasillos de la casa.

Un rato, tal vez cinco minutos, se detuvo en una pared dónde apoyo su espalda, dejando caer su cuerpo al piso como un saco de papas. No demoró para dejar sus lágrimas caer por el tobogán de sus pómulos, hasta mojar su barba. Con estos mismos pómulos rosados, como ese labio inferior que se mordía de pura rabia e impotencia.

—Maldito Kast... —escapaba entre sollozos— ojalá lo 'Kast'tren... Jaja, ja.

Hubiera vuelto a su llanto si no fuera por la voz detrás de él, que parecía reir ante su chiste de tan poca ocurrencia.

—Ojalá lo Kastren ¡Jajaja! que creativo, y lo sé muy bien porque...

Boric levantó su mirada, entrelazando con esos ojos celeste platino frente a su rostro.

—Soy abogado...

—Sichel... —dijo Gabriel de ojos abiertos— Tú...

—Por favor, te dije que me llames Sebastián.

—Sebastián —rio— Nunca pensé decir un nombre así sin odio.

—Oh bueno, siempre estan las primeras veces.

Sebastián acuclillado, se levantó y ofreció su mano como ayuda a Boric para levantarse.

—Jajaja, Sebastián... —añadió antes de levantarse.

Tonto y guapo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora