Erase una vez

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Pasado

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Pasado

Año 456. A.c

Arakiel

Trabajar junto a Gabriel que era el mensajero celestial, me hizo ver qué no todos íbamos a tener la misma suerte que tenían aquellos, ángeles que poseían un poder o un mandato interesante, están los que visten de armaduras todas plateadas menos la de uno, el jefe de la tripulación que cuidaba de la vida humana desde el cielo y cada que bajaba a la tierra, Miguel Ángel, a diferencia de el y su hermano, Miguel sabía lo que quería en la vida y aprovechaba cada ranura que se le daba para tomar todo en su posesión sin importar que, y su hermano vivía para deslumbrar para ser visto, lograr ser la mano derecha del Rey Supremo y único Dios, era un cargo que no le desearía a nadie, la sola mención de todos los trabajos que hacía, pero luego me quejaba de no ser visto ante nadie aún, pocas veces se le ve a Lucifer Estrella de la Mañana, tenía entendido que el reclutaba a jóvenes con potencial y los divide en cada sección según el poder en particular que portaba cada ángel.

Decir que ver a Lucifer era fácil es mentir, casi no se le veía, puesto que a mis ojos era el que hacía el trabajo sucio al ser la mano derecha del señor Todo Poderoso, mientras su hermano mayor Miguel ser llevaba el crédito de cada redada, de cada triunfo que sucedía en los dos reinos, el Mortal y el Celestial.

Camino de regreso a dónde Gabriel para darle mi último ensayo del día, observo a alguien en particular a lo lejos mirando todo a su alrededor, elevo su mirada y esos ojos colores grises y rojos una mezcla extraña pero digan de admirar se toparon con mis ojos ambar, el sonrió de lado mirando aún en mi dirección, comenzo a caminar a paso lento con sus manos atrás sin despegar en ningún momento su mirada de la mía, camine hasta estar a un metro de distancia de el donde me detuve y el igual.

- Arakiel?- pronunció saboreando mi nombre y es que a pesar de ser el hijo y mano derecha de Dios tenía una pizca de maldad en sus ojos que claramente nadie era capaz de verla, pero yo si.

Asentí afirmando que así me llamo.

- Llevo un siglo buscándote, me fue difícil con tantos trabajos y mis subordinados no saben hacer el trabajo como se les ordena puesto tuve que venir yo mismo a resolver lo que buscaba- sonríe grande dando tres pasos hacia mí - Padre me dijo que eras uno de los angeles de tercera jerarquía con mucho potencial pero que mi hermano Miguel no lo tomo para hacerlo subir de rango, una pena claramente-

Así que, Miguel fue el causante de que Jaziel subiera de rango en mi posición aún sabiendo que yo era mucho mejor que el

- Exacto, Jaziel no tenía el mismo potencial pero verás mi hermano tiene a sus preferidos, es hora de que yo obtenga los míos, estoy armando un grupo para mí ayuda emplearemos tareas como las que hace Miguel y su tropa, y serán ascendidos según el tiempo y sus números de tareas o deberes realizados con eficacia, ¿Que dices?, Aceptas? -

El Segundo Sello (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora