The Price Of Tomorrow

El Salto

Segundo capítulo

El salto

(Alex)

La Sra Miss Ross, mi abuela se sento en la cabecera de la cama de mi hermano.

Estuvimos masonos 20 minutos sin hablar.

-¿Abuela, que ocurre es sólo un sueño?

Voltio para verme, en su viejo y arrugado rostro se le notaba que estaba nerviosa.

- Es más serio de lo que crees, cuando tú hermano se levante te lo explicaré, te lo explicare-

-¡Ale! - gritó Julián.

Despertó.

Me miraba Dr forma extraña, como si no me conociera.

-Sólo fue un sueño. - Me le acerque.

Me esquivo.

-¿Te sientes bien? -

Un dolor de cabeza y un dolor de panza, no podía quedarme parado.

Me tambale un poco, Julián se sentía igual que yo, era obvio, no podía estar sentado, todo a mi alrededor empezó a desaparecer todo se tornaba de un color oscuro, Serra lo ojos con fuerza.

- ¿Ale eres tu?- Parecía la voz de Julián no estaba seguro.

Habrí lentamente los ojos, Julián estaba tirado En el piso, todo a mi alrededor era muy extraño, las paredes tenían un papel tapiz rosa, una enorme cama y muñecas de porcelana que davan miedo.

Me acerqué a Julián y lo ayude a ponerse de pie.

-Esto es extraño, muy extraño. - Julián se sostuvo  sobre mi.

-Muy, no puedo encontrarle el sentido a esto, deberas hasta da miedo.

-Ustedes quienes son. - la voz de una dulce niñita totalmente desconocida para mi, de aproximadamente 7 años.

- Yo soy Julián y el es Alex. - le respondió cortésmente.

- ¿Ustedes quieren el reloj de mi mami?

- ¿Qué has dicho? - nada tenía sentido, nada de nada.

- ¡Papiiii! - la niñita empezó a gritar muy fuerte, un grito agudo que hizo retorcerme del dolor.

Julián se asustó, estaba igual de confundido que yo.

Un hombre apareció en la habitación con un bat en la mano.

Me aterre.

El hombre me miro y sonrió.

- Tranquila, son sólo amigos, no ahí de que temer. -  alzo a la niña.

- Que tengan buen viaje.- otra ves esa sensación de mareo y hambre era realmente aterradora.

Todo se oscurecio, serre los ojos con fuerza no pensaba abrirlos.

- Me estoy volviendo loco.

Unos brazos se acercaron a mi y me abrazaron, eran un poco delgados, le devolví el abrazo, pero no era mi abuela, esta persona era más delgada.

Me aleje de ella, me desplome.

Abrí los ojos todo estaba oscuro, estaba acostado en mi cama.

Mire mi reloj.

- 03: 24.- susurre. - sólo fue un loco sueño, si eso fue. - me dormí.