Me siento aislada. Especialmente cuando estoy rodeada de gente. En algunos de los momentos en los que tengo esta sensación echo de menos mi lado más toxico, más desesperado, del que piensa en el amor propio como en un sacrificio del placer.
Esa nunca estaba sola, y al mismo tiempo era una de las versiones más vacías de mi misma que he conocido. Me resultaba tan fácil confundir placer y dolor...