¿Podrías confiar en la suerte?, ¿el destino? ¿La magia? o ¿lo inevitable? Podría la vida empeñarse en repetir sucesos una y otra vez en diferentes tiempos, en diferentes escenarios... perdiendo seres que queremos y acercándonos a otros, a quienes es...
Nie Rulan era un joven de diecisiete años, con facciones delicadas, piel blanca y larga cabellera, la cual sujetaba en una cola que se extendía a lo largo de su espalda hasta llegar a su cintura. Aparte de ser un deleite a los ojos, el chico a muy temprana edad había demostrado gran talento y agilidad, no únicamente en el desarrollo de su acto sino también en otras ramas como lo eran la arquearía y la danza. Afición que intentaba practicar cada vez que podía...
-¿No te parece extraño?
-¿Qué cosa? - respondió hastiado pues trataba de enfocarse en su siguiente lanzamiento de flecha, no solía tener mucho tiempo libre por lo que cada minuto en su pasatiempo favorito era oro.
- La actitud de tu padre por supuesto...-respondió la chica de mirada "vacía" y sonrisa traviesa-es decir ¿cuántos años le rogamos a tu padre que nos llevara a conocer la ciudad de las nubes y las flores de Loto?...siempre creí que ocultaba algo, pero ahora de pronto quiere que nos presentemos allí...como si estuvieran regalando abanicos pintados a mano o algo así...
-Creo que estas exagerando...¡Listo! - dijo mientras acertaba nuevamente en el blanco y reacomodaba su cabello con un ligero movimiento de manos.
-Puede que sí, puede que no...¿Quién sabe?, pero si espero que esta vez te escapes y vayamos juntos a conocer la ciudad...necesitas algo de libertad de vez en cuando ¿sabes?
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A-Qing solía ser muy directa y sensata, tenía un sexto sentido que en la mayoría de los casos era tan acertada como su puntería con el arco y flecha...pero también solía pensar las cosas demasiado. Es cierto que hubo un tiempo en que deseaba conocer aquella ciudad, así como muchas otras, pero luego de tantos intentos sin éxito, llegas a un punto en el que simplemente dejas de insistir...
-Puede que tengas razón - suspiró - de acuerdo, es una promesa conoceremos la ciudad
-A Qing, A Rulan ¿por qué están perdiendo el tiempo? ¡Vamos empaquen sus cosas!, el viaje no tomará mucho tiempo, pero debemos instalarnos como es debido - dijo Nie Huaisang mientras movía insistentemente su abanico - Y por cierto, tomen un baño
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-¿No estas emocionado? ¡Yo estoy emocionado! - Gritaba su primo Lan Jingyi, él era uno de los herederos de la familia Lan, por tanto, uno de los festejados durante "la celebración especial" de cumpleaños.
-Te mentiría si te dijera que lo estoy- respondió con una incómoda sonrisa
-Sizhui...-dijo mientras lo tomaba del hombro y daba algunas palmaditas- debes entender que la vida es muy corta, por lo que este tipo de experiencias y oportunidades deben disfrutarse al máximo sin preocuparse mucho por el ¿por qué? y quien quita conozcas a una chica o chico que te guste...sé que tu primer prometido pues tú sabes...pero ahora tienes la oportunidad de conocer a alguien, de elegir.
Shizui sabía bien a lo que Jingyi se refería, la práctica de los matrimonios arreglados era muy común en ese tiempo...a la temprana edad de tres años había sido comprometido en matrimonio con el heredero de la casa Jin, un bebé recién nacido que ni siquiera tuvo la oportunidad de conocer. Si bien el matrimonio estaba arreglado desde antes de su concepción, era una pena que este hubiera muerto tan joven, junto con sus padres...el caso de Jingyi era un tanto diferente, pues este había sido comprometido con la casa en asenso Ouyan, más específicamente con su único heredero Ouyan Zizhen.
Ambos jóvenes habían logrado una cercanía y una química envidiable, por lo que realmente estaba feliz por su primo. Él en cambio, no pensaba llegar a contar con esa suerte y encontrar realmente a alguien destinado para él...quizás estaba siendo demasiado pesimista pero solo el tiempo lo diría.
Por ahora, solo debía dejarse llevar por la corriente, ser una hoja en el viento que lo llevara hasta su destino...y por el momento su destino era aquella carpa de circo que había llegado a la ciudad hace tan solo unas horas.
**Compañía Qinghe Nie **
Habían llegado a la ciudad esa misma tarde y todo ya se había convertido en un completo caos, pues apenas faltaban un par de horas para dar inicio a la primera función, y esta por supuesto era la más importante de todas. Era la primicia de las sorpresas que ofrecía la compañía...solo las familias principales y adineradas eran capaces de darse el lujo de pagar y reservar su lugar en la carpa, aparte de todos los periodistas que se harían presentes para escribir sus reseñas que serían publicadas en el periódico al día siguiente.
Detrás del telón, antes de una nueva presentación, siempre era una locura...plumas, brillantina, listones, lentejuelas por doquier, todo para brindar una presentación de calidad. Los diferentes integrantes de la renombrada compañía Nie, corrían de un lado a otro, alistando sus implementos y trajes.
Uno de los actos que A Rulan disfrutaba con mayor admiración y devoción era el de Xue Yang y Xiao Xingchen, este consistía en un duelo de espadas representando el bien y el mal, lo más curioso de todo esto es que Xiao Xingchen realizaba el acto con los ojos vendados, mientras Xue Yang lo hacía con una sola mano...estaba de más decir que ambos volvían locos al público...no solo por su apasionada historia sino también porque ambos eran realmente apuestos.
-¿De nuevo admirando a mis padres? -Lo descubrió la A Qing, su mejor amiga - ¡No tienes tiempo para eso!, ven tengo que prepararte para tu número
Y sin una oportunidad de negarse, fue arrastrado hasta su camerino...
