¿Podrías confiar en la suerte?, ¿el destino? ¿La magia? o ¿lo inevitable? Podría la vida empeñarse en repetir sucesos una y otra vez en diferentes tiempos, en diferentes escenarios... perdiendo seres que queremos y acercándonos a otros, a quienes es...
Escaparse esa noche había sido una buena idea, rápidamente sintió como soltaba aquel peso de encima, con ello se refería a la vergüenza, la humillación y todo lo vivido aquella tarde. El simple hecho de respirar aire nuevo hacía que se sintiera mucho mejor...
Solo esperaron a que su padre se encerrara en su despacho, como siempre que finalizaban una presentación de grandes magnitudes, a contar los ingresos y a maquinar nuevos planes. Y de allí no salía hasta el día siguiente. Tiempo suficiente para escaparse y conocer los principales atractivos turísticos de la ciudad de las nubes y las flores de Loto.
Con lo único que no contaban es que serían descubiertos precisamente por Xue Yang, que prometió no delatarlos, siempre y cuando le llevaran dulces del lugar, además la idea de quedarse a solas con Xiao Xingchen tampoco le desagradaba.
-Solo espero no me den un hermanito - Comentó A Qing
Luego de ello, ambos jóvenes recorrieron toda la ciudad, desde pequeños puestos de ventas, hasta un muelle con flores de loto...también se sabía que existía un jardín con bellos conejos blancos en una de las mansiones más importantes del lugar y que solía estar abierto al público, pero por la hora lo más seguro es que ya estuvieran cerradas las puertas...por lo que ya era demasiado tarde como para poder visitarlo, o por lo menos legalmente...ellos no volverían a tener una oportunidad así, si bien solo tenían tres días...podían pasar años antes de que la compañía se decidiera volver a montar su carpa en esa ciudad.
Así que, sin pensarlo mucho y sin tomar en cuenta las posibles consecuencias, ambos jóvenes decidieron infiltrarse en los jardines. El plan era sencillo pero eficiente, Nie Rulan iría primero, subiendo por las rejas, si bien eran bastante altas él tenía demasiada experiencia y autoestima para subirlas sin temor. Una vez se encontrara al otro lado buscaría una cuerda o algo parecido y ayudaría a Qing a cruzar, sin embargo, no contaban con que los agentes policiales harían su ronda en ese momento...
-Señorita ¿Por qué está aquí? ¿Es turista? su rostro no nos parece familiar
-Yo, este ¡sí!... Me perdí - dijo nerviosa - mientras hacía señas a su amigo para que se ocultará lo mejor posible.
-Ya veo, en ese caso permitamos escoltarla hasta su casa, no es correcto que una señorita se encuentre sola a estas horas de la noche.
-Pero yo...
-No se diga más, será un placer escoltarla
Y sin más, a A Qing se vio obligada a tener que separarse de su amigo y a Rulan el tenerse que esconder detrás de un árbol...mientras no podía creer su mala suerte. No solo se encontraba completamente solo en el jardín de quien sabe quién, sino que, si la policía escoltaba a A Qing hasta su casa, es decir hasta la carpa...su padre se enteraría y literalmente esta vez sí lo dejaría encerrado en su jaula y no le permitiría seguir conociendo esa ciudad ni ninguna otra.
Bueno primero lo primero, era pensar como podía salir de allí sin ayuda... o bueno tal vez pensándolo mejor, solo debía dar una pequeña mirada al lugar, después de todo podría ser la última vez que saliera en mucho tiempo... Así que quizás, solo quizás admirar un poco la belleza del jardín y encontrar algunos conejos podían valer la pena el castigo.
Caminó lentamente por el hermoso y extenso jardín, encontrándose con algunos conejos a su paso, además se veía la increíble dedicación que le habían puesto a cada flor, a cada detalle. Incluso en el centro se podía apreciar un pequeño estanque, el cual el chico no dudó en acercarse... a un lado un conejito blanco que tomó en brazos...mientras lo acariciaba con devoción y ternura...era demasiado relajante y tierno a la vez.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Realmente es hermoso
-Me alegra que le guste Joven Nie Rulan...
El escuchar esa voz le había dado un susto de muerte, que por poco suelta al pobre conejo... no esperaba ser descubierto y mucho menos por uno de los herederos...¡sobre todo por él!
-Yo...Yo solo... -Tartamudeo - un momento ¡¿Por qué estas tu aquí?!-Señaló
-No era mi intención asustarlo - sonrió nuevamente, ¡esa amable sonrisa de nuevo! - Verá Joven maestro Nie, esta es mi casa...bueno es el jardín de la casa Lan.
Nie Rulan no sabía que cara poner...¿cómo no pudo pasar por su mente que una casa tan imponente, extravagante, elegante, amorosa con la naturaleza y todo ser vivo perteneciera a ese chico?
-Yo creo que lo mejor es que me vaya - dijo ya sin poder ocultar su sonrojo y vergüenza...las cosas no podían ser peores.
-¡No! por favor, mi intención no era asustarlo...para ser muy sincero lo vi desde mi ventana, no es común que las personas ingresen a los jardines sin un permiso previo o en horarios hábiles... pero debo admitir que el saber que se trataba de usted, me llenó de inmensa alegría.
-¿Por qué te alegrarías por encontrarme? - se cruzó de brazos - Yo no he sido para nada amable con ustedes, además ¡ni si quiera me conoces! ¡Podría tratarse de un ladrón! ¡Un asesino en serie! No puedes confiar en las personas tan ingenuamente.
-Pero tú no eres cualquier persona
-¡Por supuesto que no! Eso lo sé - risa nerviosa- bueno debo irme
-¡Joven Nie! Entiendo que deba irse, ¿puedo abrir las puertas para usted?...es más déjeme acompañarlo...pero antes ¿Le gustaría una taza de té? ¿Le gustaría asistir a mi fiesta de cumpleaños mañana? - No sabía que más decir, solo no quería que se fuera, que se alejara, quería verlo de nuevo.
El menor tardó unos segundos en procesar la información, pero finalmente se decidió...
-Escucha... puede que a partir de esta noche esté castigado de por vida...no prometo nada, pero si logro escaparme aquí estaré...pero es solo porque me ayudarás a salir de aquí por la puerta de acuerdo.
