Nerviosamente, me tambaleé hacia el taburete, metiendo a Trevor profundamente en mi bolsillo mientras lo hacía.
Sin embargo, antes de llegar, tropecé accidentalmente y caí de bruces frente a toda la escuela.
La habitación estalló en una risa exultante y solo quería que el suelo me tragara para poder morir.
La profesora McGonagall finalmente logró que todos se callaran y continué mi humillante caminar; Colocando temblorosamente el aterrador sombrero en mi cabeza.
—— Uhm. —— Una pequeña voz habló en mi oído. —— Definitivamente cualidades de Hufflepuff aquí.
¡No, no, no !.
Pensé desesperadamente. Tiene que ser Gryffindor.
—— Bueno, debo decir que estoy sorprendido. —— Continúo la vocecita. —— Estoy luchando por encontrar algo en tu cabeza que coincida con lo que se requiere de un Gryffindor.
Al final, cuando compartí mi miedo de que mi abuela apareciera en la escuela con un par de tijeras de tela si el Sombrero Seleccionador no me colocaba en Gryffindor, rápidamente tomó una decisión.
—— ¡GRYFFINDOR!.
El alivio me inundó y me levanté de un salto, corriendo lo más rápido que pude hacia la mesa de Gryffindor antes de que el sombrero cambiara de opinión.
Estaba confundida por la nueva ola de risa que se elevaba a mi alrededor mientras todos comenzaban a señalarme con alegría. Por un segundo fugaz tuve el espantoso temor de que tal vez me había olvidado de ponerme ropa.
Resulta que, en mi prisa por llegar a los Gryffindors, me había olvidado de quitarme el sombrero.
Con la cara roja, corrí hacia atrás en medio de más carcajadas para dársela a MacDougal, Morag que había estado esperando pacientemente en el taburete.
Finalmente, sentándome entre mis compañeros de Gryffindor, junto a Hermione, continué mirando la Selección, el alivio me inundó de que lo peor había pasado.
—— ¡Malfoy, Draco!.
Entrecerré los ojos cuando el chico desagradable del tren se adelantó pavoneándose. Él se pavonearía, pensé, odiando tanto a este chico ya.
No fue una sorpresa para mí cuando fue seleccionado en Slytherin. Abuela siempre decía que no había una bruja o un mago que hubiera salido mal que no estuviera en Slytherin.
Me aseguraré de evitar a este Draco Malfoy a toda costa. Ya podía decir que los chicos como él se aprovechaban de chicas como yo.
Sentí un poco de emoción cuando Harry Potter fue seleccionado en Gryffindor también. Crucé los dedos debajo de la mesa para que viniera y se sentara en la silla vacía a mi otro lado.
Sin embargo, no lo hizo, sino que tomó asiento en el lado opuesto de la mesa, donde más tarde se le unió Ron Weasley.
Descubrí que había muchos Weasley. Tanto pelo rojo. Todos los chicos.
—— Soy mitad y mitad. —— Dijo un niño gracioso con una voz irlandesa chillona. —— Papá es muggle, mamá es una bruja. No se lo dijo hasta después de que se casaron. Fue una sorpresa para él.
—— ¿Qué hay de ti, Neve?.
Miré hacia arriba presa del pánico. Que Ron Weasley me miraba expectante. Me di cuenta de que estaba involucrado en una conversación y traté de ignorar el aleteo nervioso en mi pecho. Rápidamente metí la mano en mi bolsillo para darle a Trevor un pequeño apretón de valor.
—— Bueno, mi abuela me crió y ella es una bruja. —— Dije en voz baja, tratando de no sentirme nerviosa por todos los ojos de Gryffindor sobre mí. —— Mi familia pensó que era muggle durante años. Mi tío abuelo Algie me empujó al final del muelle de Blackpool una vez, casi me ahogo. No fue hasta los ocho años cuando me dejó caer desde una ventana del piso de arriba y mi magia llegó fuera, salvándome. Me compró mi Trevor para pedir perdón.
—— ¿Tú Trevor? —— Dijo Ron frunciendo el ceño, su rostro un poco horrorizado por mi historia.
Con cuidado, saqué el sapo de mi bolsillo y lo presenté a la mesa.
—— Oh, tú sapo. —— Sonrió Ron mientras todos los demás retrocedían levemente cuando Trevor soltó un fuerte graznido.
—— Ugh, ¿Te importa? —— Una voz disgustada salió de la mesa directamente detrás de mí. —— Algunos de nosotros todavía estamos comiendo.
Me encontré sonrojándome al instante cuando me volví para ver a ese chico Draco burlándose de mí, sus ojos grises brillando con repulsión mientras se lanzaban hacia el gordo sapo en mis manos.
—— ¡Ew! —— La chica con cara de pug a su derecha chilló, dejando caer el tenedor con horror mientras lo hacía. —— ¡Quítame esa cosa fea!.
—— Él-él no es feo. —— Temblé, el dolor me inundó de que alguien pudiera decir algo así sobre mi Trevor. —— ¡Es hermoso!.
—— ¡LONGBOTTOM QUIERE CASARSE CON UN VIEJO SAPO VERGUOSO! —— Ella se rió cuando Draco se rió en su bebida junto a ella.
—— Buena, Pansy. —— Murmuró alegremente, sus ojos grises brillando maliciosamente ante mi expresión horrorizada cuando toda la mesa de Slytherin señaló y se rió de mí.
Con lágrimas en los ojos, puse a Trevor a salvo en mi bolsillo, dándole la espalda a la mala mesa de Slytherin.
—— No los escuches. —— Susurró Hermione amablemente en mi oído mientras me limpiaba una lágrima de la mejilla. —— Creo que es encantador que incluso los sapos puedan encontrar el amor.
Tuve que soportar el resto de la comida escuchando a los Slytherin cantando diferentes versiones de la Canción de la rana a mi espalda, en su mayoría dirigidos por Draco Malfoy, seguido de muchas risas crueles.
Para cuando terminó la cena y finalmente nos estábamos instalando en nuestros nuevos dormitorios, ya estaba planeando mi carta para enviarle una lechuza a la abuela, rogándole que me dejara volver a casa.
Odiaba estar aquí y odiaba a los Slytherin.
Especialmente ese chico Draco Malfoy.
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