Introducción

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Otro día, otro susto que dar.
Cada noche me repito eso y es mi motivación de todos los días, aún no puedo creer que llevo una década en este lugar. Solo era un niño cuando decidí enfrentar mi mayor miedo y viendo el vaso medio lleno, fue agradable despertar sin sábanas mojadas; sin embargo, no sabía que mi vida cambiaría para siempre y que mi percepción de la realidad se jodería por completo.
Diez años de causar pesadillas a conocidos y desconocidos... ¡EL MEJOR MALDITO TRABAJO DEL MUNDO! Es lo mejor que me ha pasado en toda la perra vida. Disculpen mi melodramática apertura, solo me encanta el drama y he de confesasarles que no me arrepiento ni un poco de haber descubierto este mundo.
Verán hay algo más allá de nuestros sueños, un mundo en el que gente como yo genera ingresos a base de provocarles noches de insomnio cuando no pueden ni siquiera pestañear porque el Coco se los va a comer o porque aparecerán desnudos en la escuela (desconozco la identidad del sujeto que se le ocurrió esa pesadilla pero es un maldito genio depravado) es fácil entrar a este mundo pero lo difícil es salir, no es como que simplemente llegues con todos los tanates del mundo con el jefe y le digas:
-Oiga jefecito ¿sabe qué? La mera neta no me gusta hacer llorar a niños pequeños y el café aquí sabe gacho ¿me puede liquidar para no volver jamás?- Oh pero claro que el Jefazo te dará de baja, pero de la VIDA, no saben la cantidad de cabezas que he visto rodar en estos diez años, chompas de imbéciles que han tratado de salir de la compañía porque no tienen el estómago para chambear aquí. Bueno, tal vez estoy exagerando un poco en mis palabras (lo de las muertes es cierto, se nos han ido muchos trabajadores) entiendo muy bien que hay gente que no tiene el corazón para espantar a otras personas y menos niños o familiares pero aquí yo me pregunto: ¿Por qué carambas firmas el contrato? Literalmente nadie nos obliga a estar aquí, todos los que estamos aquí trabajamos por voluntad propia una vez que se nos presentó la oportunidad y firmamos el contrato.
Aunque mentiría si dijera que no sentí feito al momento de espantar y hacer llorar a los niños, ellos son intocables y lo más puro que hay en este mundo y por eso con el pasar de los años y mi acumulación de experiencia decidí dejarlos en paz a cambio de machetearle el doble con las pesadillas y hablando de trabajo hoy es el gran día, he acariciado y anhelado este momento por casi 5 años. Mi compadre Ángel se enfrentará a su más grande temor interpretado por su humilde servidor y si logra vencerme tendrá la oportunidad de unirse a esta hermosa empresa, Akumu.
Mi nombre es Simon y les doy la bienvenida a Akumu en donde las pesadillas nacen y son entregadas con mucho amor y cariño a todos ustedes, fundada desde el año 0 por nuestro jefazo chulo.

Akumu (悪夢)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora