Es la cuarta noche en la que Ángel no puede dormir por temor a tener esa pesadilla, uno pensaría que a los 21 años una persona normal podría reconciliar el sueño y no se doblegaría tan fácilmente ante un producto de la imaginación pero, ¿Qué pasa cuando el tener una pesadilla implica revivir un evento traumático?
Ángel es un joven que a simple vista no tiene nada especial a excepción de su brillante mente y una seguridad en sí mismo envidiable, un estilo de vida bastante decente, amigos que lo quieren, un mejor amigo a quien lo considera su hermano de otra madre y logró entrar a la UNAM en la carrera que él escogió en su primer intento; sin embargo, esta noche Ángel es visitado nuevamente por el recuerdo de aquel trágico día en el que a sus cortos seis años causó la muerte de sus padres.
Finalmente el cansancio lo vence y cierra los ojos momentáneamente pero cuando los vuelve a abrir se encuentra nuevamente en 2006, sus padres están en su habitación del primer piso viendo películas rentadas mientras que Ángel de seis años se encuentra en la planta baja a punto de meter papel aluminio arrugado como una pequeña bola al horno de microondas. ÉL está consiente de lo que está a punto de hacer y desesperado llama a sus padres pero ellos no responden y solo escucha sus risas, desesperado trata de dominar su propio cuerpo para evitar el inminente infierno que se avecina pero no puede hacer nada y solo puede observar cómo ocurre el incidente una vez más.
Las chispas saltaron del microondas hasta formar un fuego que en cuestión de segundos prendió en llamas la casa, Ángel veía el fuego de su alrededor pero no sentía que las llamas le hicieran daño cuando repentinamente vio a dos figuras tambaleantes bajar las escaleras.
-¿P-Por... q-qué?- una de las figuras susurró.
Ángel no podía ver bien quién hablaba por el humo hasta que las 2 figuras se le abalanzaron violentamente y pudo ver quiénes eran: eran sus padres cubiertos en llamas, con sus pieles carbonizadas y sus músculos expuestos.
-¿¡POR QUÉ NOS MATASTE?!- Ambos le gritaron al unísono mientras lo agarraban violentamente.
-¡LO SIENTO! ¡DE VERDAD NO QUISE HACERLO! ¡FUE UN ACCIDENTE!- Ángel les gritaba desesperado con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada
-¡NO ERES MÁS QUE UN ASESINO MALAGRADECIDO!- Le gritaba aquel cuerpo carbonizado que solía ser su madre.
Normalmente este sería el final de la pesadilla y él se despertaría con lágrimas en los ojos y con dificultad para respirar, pero algo cambió ese día. No despertó como de costumbre y lo invadió un enojo que jamás había sentido antes, empujó a los cuerpos ficticios de sus padres y se levantó furiosamente.
-¡Y USTEDES SON UNOS MALDITOS IRRESPONSABLES! ¿¡POR QUÉ CARAJOS ME DEJARON SOLO?!- Con cada respuesta que Ángel daba crecía lentamente, pasó de tener 6 años a 7, 8, 9, hasta que finalmente se vió de su edad actual. Entonces en un abrir y cerrar de ojos todo quedó en silencio, la casa en llamas y sus padres desaparecieron sin más como si nunca hubieran estado ahí, se encontraba él solo en una especie de cuarto oscuro cuando repentinamente una luz de un reflector lo cubrió y se empezaron a escuchar aplausos y silbidos de la nada. Súbitamente alguien se acercaba por detrás de él y aplaudía lentamente.
-¡Bravo! ¡Bravísimo Angie! Puedo decirte así, ¿no?-
El sujeto se acercaba poco a poco, algo que lo puso bastante nervioso.
-Debo decir que me has sorprendido Angie, llevaba bastante tiempo con esta pesadilla la verdad me tienes sorprendido, son pocos los que pueden vencer un trauma-
-¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre y lo que me pasó?-
-Oh Angie digamos que te he observado desde hace mucho tiempo-
-¡Muéstrate!- Gritó desesperado y desafiante.
-Ta bien, ta bien no te me esponjes pero debo advertirte que no te gustará lo que verás-. Entonces el sujeto se acercó, tenía el cabello un poco largo, su rostro parecía no tener músculos, era como si la piel estuviera pegada directamente al cráneo, no tenía labios y sus ojos no tenían pupila. El sujeto era muy alto, sus extremidades eran largas así como los dedos de sus manos que terminaban en uñas negras y afiladas como garras, vestía una cardigan negra rasgada, pantalones y sneakers negros manchados de algo rojo (probablemente sangre). Su torso estaba expuesto y en su pecho tenía una especie de símbolo japonés de un rojo intenso que parecía brillar.
Ante semejante ser Ángel cayó sobre sus posaderas y el ser sonrió a la vez que soltó una risita.
-Tranquilo Angie no voy a hacerte daño, además creo que ya has estado un buen rato sin dormir bien- el ser sacó un rollo y continuó -Verás son pocas las personas que pueden vencer genuinamente sus peores miedos y todo aquel que lo logra se gana una oportunidad única en la que conocerás un lugar más allá de tu imaginación, si aceptas esta oportunidad tu vida cambiará para siempre pero como me agradas y veo mucho potencial en ti, te ofrezco una oportunidad que nadie más ha recibido.-
-¿Y cuál es esa oportunidad?- Ángel preguntó intrigado y más tranquilo.
-Te ofrezco ver este mundo antes de que decidas si unirte o no.- el ser le extendió su larga y casi esquelética mano. -¿Aceptas?-
-¿Así sin más? ¿No hay condiciones?-
-¿A qué te refieres con "condiciones"?- Preguntó el ser curioso.
-Digo, por lo que entiendo, me dejas ver tu mundo y nada evita que le cuente al mundo lo que sea que vaya a ver...-
Hubo un silencio momentáneo cuando de repente el ser soltó una carcajada que lo hizo caer al suelo.
-Ay Angie, me encantaría verte intentarlo "Señor policía un monstruo en mis sueños me llevó a un mundo extraño"- se paró y Ángel un poco molesto tomó una decisión.
-De acuerdo acepto tu propuesta. ¡Muéstrame tu mundo!-
-Uy qué seguridad... me gusta-
El ser entonces se arremangó y con su mano derecha se hizo un corte profundo en el pecho, de la herida brotó un liquido negro y con el dedo índice de la otra mano tomó un poco del líquido y trazó un cuadro en el suelo el cual abrió como si se tratara de una tapa de alcantarilla.
-Después de ti Angie-
Ángel dudó por unos segundos ya que no logró ver fondo.
-¿Es seguro?- Preguntó un poco inseguro, el ser puso su mano sobre su barbilla como si estuviera pensando.
-No lo sé, ¿por qué no lo averiguas?- dicho eso empujó a Ángel dentro del cuadro, luego de verlo caer el ser soltó una fuerte risa y se metió también.
Ambos habían entrado al misterioso mundo paralelo...
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Akumu (悪夢)
Paranormal"Es solo una pesadilla" es lo que nuestros padres dicen cuando tenemos una y quieren que volvamos a dormir. Pero solo son la puerta para un mundo más allá de la barrera de lo que podemos imaginar, un mundo en el que nada es lo que parece y solo los...