Capítulo 2

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'Una huérfana adoptada por una familia rica'.

Sonaba bastante romántico. Más aún si la huérfana era una niña. Sería la Cenicienta en una novela o un drama coreano.

Sin embargo, la realidad era diferente en comparación con ambos. Mi madre murió, y yo fui acosada e intimidada por los dos hermanos mayores que aparecieron repentinamente, hasta el final de mi vida.

Su desprecio e insultos hacia mí no eran nada. Sus terribles bromas sobre mi comida y mi estadía se convirtieron en la norma, hicieron que mi vida escolar fuera miserable al hacerme el "objetivo número 1" para intimidar allí. Fue porque ese segundo bastardo no era mucho mayor que yo que pasamos un año de escuela juntos. Incluso después de graduarse, el acoso escolar solo empeoraba si algo cambiaba, pero nada mejoraba.

La esposa de nuestro padre murió debido a alguna enfermedad, lo que deprimió a la familia. Sin embargo, todo eso sucedió antes de que yo naciera. Aún así, esos bastardos culparon a la joven yo como si hubiera sido quien mató a su madre. Me trataron tan mal que a veces empezaba a confundirme. Pensé que tal vez había sido yo quien le había causado esa enfermedad a ella.

Siendo solo una niña, en esa casa vivía peor que una mendiga. Preferiría por mucho los tiempos en que vivía con mi madre en un lugar estrecho. Perdí peso hasta el punto de que era notable, las heridas, cicatrices y contusiones crecieron como para reemplazar el peso perdido.

A la persona llamada mi padre, que me trajo a esta casa, ni siquiera le importó.

'¿Por qué me trajiste aquí si ibas a ser así? Solo me hubieras enviado al orfanato'.

De todos modos, mis quejas e ira no significaban nada para nadie. Para mí, que vivía en la pobreza bajo el cuidado de un padre soltero, era mejor simplemente rendirme. Lo lamentaría si suplicara por amor a las personas que me trataron peor que a un animal salvaje. No tenía moneda propia, y tampoco un lugar para quedarme si salía de la casa, así que estudié duro hasta que me gradué.

Eso me hizo ser aceptada en una prestigiosa universidad. No fue porque quisiera ser reconocida por esos bastardos y mi supuesto padre, fue para escapar de esa casa infernal.

El día que anunciaron que fui aceptada, apenas entré a la casa corrí hacia mi padre con una sonrisa brillante por primera vez en mi vida.

—¡Padre! ¡Mira! ¡Fui aceptada! ¡Fui aceptada!

—¿Y? Dime porqué razón viniste a mí.

Ni una sola palabra de felicitaciones de su parte a mi cara de felicidad. Aunque realmente no me importaba. Como no había venido a él esperando tal cosa.

—¡Permite que me vaya a vivir por mi cuenta ahora! Quiero vivir cerca de la universidad para poder cumplir con mis expectativas. Al menos puedes hacer eso por mí, ¿verdad?

Padre me frunció el ceño por esa inesperada solicitud.

'¿Pero esto no es beneficioso para ellos también?'

La niña que tanto odiaban les estaba diciendo que se iría sola. ¿Cómo podían no estar contentos con eso?

—Está bien. Lo permitiré.

El plan de escape funcionó bien sin problemas. Pero padre hizo algo estúpido. Le dejó el trabajo al primer imbécil que se estaba preparando para dirigir la familia como el heredero de la empresa. Debido a eso, tuve que vivir en un lugar subterráneo lleno de polvo y moho. Aunque eso estaba bien conmigo.

Todo me hacía feliz después de salir de esa casa.

Olvide mis deprimentes años de secundaria y preparatoria e hice muchas amigas. Y fue gracias a ellas que tuve la oportunidad de conocer ese juego.

La muerte es el único final para la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora