Capítulo 3

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—Mi Lady, despierte ahora.

Escuché a una persona susurrar sobre mí. Aunque estaba profundamente dormida, podía despertar incluso con la más mínima presencia de alguien.

Me negué a creer en lo que me había sucedido que me mantuvo despierta toda la noche, esperando que todo esto fuera solo un sueño. Deseaba tanto despertarme de eso, y creo que me quedé dormida durante el proceso.

—Mi Lady.

La cautelosa voz se escuchó nuevamente.

'¿Me está llamando?'

Los dos hombres con ojos azules ya se habían ido, y por lo que recordaba, no había habido nadie en esta habitación excepto yo hasta el último momento en que estuve despierta.

Por esa razón, quien podría ser llamada "Mi Lady" era solo yo.

—...

Estaba tan somnolienta y perdida en mis pensamientos que no pude responder de inmediato. Un momento después de escuchar otra vez un susurro... Repentinamente me desperté, dejando atrás la somnolencia. Estuve a punto de saltar de la cama cuando un dolor punzante se extendió por mi antebrazo desde afuera del edredón.

—¡Aah!

Mis ojos se abrieron automáticamente.

Grité cuando me levanté, pateando el edredón. Luego, me subí la manga. Fue para revisar mi dolorido antebrazo.

'E-Esto...'

Me sorprendió como se veía la piel debajo de la manga del pijama celeste, haciendo que mi mandíbula cayera. El delgado antebrazo estaba cubierto por la cicatriz azul de agujas. Si no fuera carne humana sino una especie de tela, habría tenido muchos agujeros visibles.

Me sorprendió ver una gota de sangre en uno de mis antebrazos.

—Está despierta ahora.

Una despreocupada voz casual vino de al lado de la cama. Gire mi cabeza hacia esa dirección para ver a una chica de cabello castaño con muchas pecas. Era una criada.

En las ilustraciones, ninguna de las criadas tenían sus rostros dibujados y todas vestían el mismo atuendo. Incluyendo a la chica parada frente a mí.

No sabía dónde había escondido la aguja con la que me hirió, pero no había nada en sus manos. Ella me observaba con una expresión burlona y algún tipo de satisfacción.

'¿Qué pasa con ella? Hacer este tipo de cosas a una persona que no estaba haciendo absolutamente nada!'

Abrí la boca con ganas de chasquear la lengua.

—...!

Sin embargo, las palabras no salieron por mucho que lo intenté.

'¿Por qué nada me ayuda en este tipo de situación? ¡Maldita sea!'

Cuando solo la miré sin decir nada, la criada actuó como si nada hubiera pasado.

—He preparado el agua para que se bañe, así que vaya y lávese primero, Mi Lady.

Una sonrisa malvada se reflejó en su rostro cuando comenzó a hacer la cama. Parecía estar acostumbrada a hacerle eso a este cuerpo.

Me quedé quieta mordiéndome el labio inferior, pero fui obligada a entrar al baño debido al empuje de la criada. Ella me dijo que preparó el agua, pero lo único en el baño vacío era un balde lleno de agua fría. Estaba tan helada que me puso la piel de gallina con solo meter la punta de mi dedo.

La muerte es el único final para la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora