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— Disculpame, enserio lo siento tanto... — dice Alyssa, quien está derramando lágrimas frente a mi.

— No, no acepto tus disculpas, tú te sentiste bien mientras que yo me sentía mal, nunca te perdonaré eso. — digo desviando la mirada.

— ____  por favor no me odies, haré lo que sea para tener tu perdón. — ella se acerca a la camilla, se arrodilla y me toma de las manos.

— No te odio, ni voy a odiar. Habrás tenido tus razones para traicionarme y lastimarme, pero conmigo no cuentes más en la vida Alyssa. Vete de aquí, ahora. — hago que suelte mis manos y ella se para. Antes de irse me mira por última vez y cierra la puerta.

Y al final ella resultó ser como los demás.

Siempre fue como los demás, pero yo fui la que quería creer que era diferente.

Imagínense perder una amistad de años, a la persona que le tenías confianza, es un vacío tan fuerte cuando dejas de hablar con alguien que querías mucho.

Nathan se había ido a traerme algo de comer, le dije que no pero el insistió. Aún no somos novios, pero tampoco se le podría llamar "amigos".

— ¡Llegué! — entra Blair a la habitación con una hermosa sonrisa.

— Si, ya vi. — él deja la bolsa blanca en la mesita que esta al lado de la cama y se sienta en esta.

— ¿Te sientes bien? — pregunta.

No, no estoy bien. La única amiga que tenía me traicionó, quiero acabar con todo esto, no me siento bien. Me quedé sin amigos, odio mi cuerpo, la escuela me estresa, quiero desaparecer.

— Si, lo estoy, no te preocupes. — finjo una sonrisa.

— ¿Esperas a que me crea eso, Tyler?, no estás bien, lo sé. No necesitas mentirme, se que estas mal, pero yo te ayudaré a superar todo esto, ambos lo haremos. — asiento y él me besa la frente y me abraza.

[...]

Mis padres vinieron a recogerme, ambos estaban serios, ni siquiera me preguntaron si me encontraba bien. A ellos no les importa absolutamente nada de mi.

Llegamos a casa, entre y cuando me estaba dirigiendo a mi cuarto, mi madre habla.

— ¿A dónde vas?

— Ami habitac... — ella me interrumpe.

— No, no iras a tu habitación, quiero que me digas porque te cortas. — me puse pálida, ella dejo las llaves en el sillón y se sento.

— ¿cortarme yo?, estas loca.

— La enfermera me dijo que te vio cortadas en los brazos.

— Pues te mintió. — respondí, mi madre se paro y se acercó lentamente a mi, papá estaba sacando una cerveza y se fue afuera.

— No me mientas ____. —Habla con enojo.

— No te estoy mintiendo. — y me da una cachetada. Mi mejilla arde y quiero llorar, pero no lloraré frente a ella.

— Eres una estúpida, ¿porque haces eso?, tu padre y yo te damos todo.

— No lo entiendes. — la empuje, abrí la puerta y salí corriendo.

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CUTE EYES ; Nathan Blair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora